2) Cassiopeia Malfoy y el prisionero de Azkaban

Charlas de amigos

Ambos equipos volvieron a visitarnos el domingo por la mañana. Draco y Ginny no se iban hasta que llegaba la noche. Pero nada de cuanto dijera o hiciese nadie podía aliviarme, porque los demás sólo conocían la mitad de lo que le preocupaba. Con Harry nos uníamos más porque, cuando se acaban las visitas de enfermería, a veces, charlábamos. La primera noche fue cuando, prácticamente, nos unimos

- ¿Escuchaste los gritos de la mujer? - me preguntó cuando todos se fueron

- ¿Gritos?

- No, nada, deja

- No, no, no ¿Tú la escuchaste también?

- "A Harry no. A Harry no. A Harry no, por favor. " Eso es lo que la mujer decía

- "A Harry no. Te lo ruego, no. Cógeme a mí. Mátame a mí en su lugar......"

- "A Harry no, por favor. Ten piedad, te lo ruego, ten piedad..." - repite, sorprendido de que ambos hayamos escuchado a la misma mujer

- Y luego alguien estalló en carcajadas.

- Hemos escuchado lo mismo, Harry

Hablamos, en su mayoría, de los dementores, pero hablamos también de nuestro padrino, aunque él no lo supiera, de las clases y demás.

- El Grim se ha aparecido dos veces y en las dos ocasiones casi muero. La primera casi me atropella el autobús noctámbulo. La segunda... Pues aquí estamos

- El "Grimm", como tu le dices, no es ningún augurio de muerte, Harry

- Sí, ya sé que es supersticioso, pero... No sé

O hablábamos de lo humillante que fue caerse por culpa de los dementores

- Todo piensan que los dementores son espantosos, pero nadie se desmaya al verlos...

- Y nadie más oye en su cabeza el eco de los gritos de una madre desesperada por sus hijos

- Creo que son los últimos gritos de mi madre, ella protegiéndome de Voldemort, y las carcajadas de él antes de matarla...

- Tiene sentido, ella dice "Harry" una y otra vez ¿Pero yo que tengo que ver? En lo que a mi concierne, yo solo tenía cinco días de nacida ese día

- ¿En lo que a ti concierne?

- Mi cumpleaños, Harry, 27 de agosto

- ¡Ay, perdóname! Yo de tonto sin saber tu cumpleaños

- No te tortures, ya lo sabes

Dormía irregularmente, sumergiéndome en sueños plagados de manos corruptas y viscosas y de gritos de terror, y me despertaba sobresaltado para volver a oír los gritos de la madre de Harry.