2) Cassiopeia Malfoy y el prisionero de Azkaban

La estación

POV: Harry

Cuando la mañana que el expreso de Hogwarts salió de la estación, Hermione nos dio sorprendente noticia:

- Esta mañana, antes del desayuno, he ido a ver a la profesora McGonagall. He decidido dejar los Estudios Muggles.

- ¡Pero aprobaste el examen con el 320 por ciento de eficacia!

- Lo sé - suspiró Hermione - Pero no puedo soportar otro año como éste. El giratiempo me estaba volviendo loca. Lo he devuelto. Sin los Estudios Muggles y sin Adivinación, volveré a tener un horario normal.

- Todavía no puedo creer que no nos dijeras nada - dijo Ron resentido - Se supone que somos tus amigos.

- Prometí que no se lo contaría a nadie - respondió gravemente.

Se volvió para observarme.

- ¡Alégrate, Harry! - dijo Hermione con alegría

- Estoy bien - repuse de inmediato - Pensaba en las vacaciones.

- Sí, yo también he estado pensando en ellas - dijo Ron - Harry, ya sé que recién vas a irte a vivir con tu padrino, pero tienes que venir a pasar unos días con nosotros. Lo comentaré con mis padres y... Tienes que mandarme tu direccion, así tú y Sirius podrán venir ¡Este verano son los Mundiales de quidditch! ¿Qué dices a eso, Harry? Vengan y quédense con nosotros. Iremos a verlos. Mi padre normalmente consigue entradas en el trabajo.

- Sí, seguro que Sirius no ha ido a mundial en años, le encantará la idea

Jugué con Ron y Hermione varias manos de snap explosivo, y cuando llegó la bruja con el carrito del té, compré un montón de cosas de comer; aunque nada que contuviera chocolate. Pero fue a media tarde cuando apareció lo que me puso de verdad contento...

- Harry - dijo Hermione de repente, mirando por encima de mi hombro - ¿Qué es eso de ahí fuera?

Me volví a mirar. Algo muy pequeño y gris aparecía y desaparecía al otro lado del cristal. Me levanté para ver mejor y distinguí una pequeña lechuza que llevaba una carta demasiado grande para ella. La lechuza era tan pequeña que iba por el aire dando tumbos a causa del viento que levantaba el tren. Bajé la ventanilla rápidamente, alargué el brazo y la cogí. Parecía una snitch cubierta de plumas. La introduje en el vagón con mucho cuidado. La lechuza dejó caer la carta sobre mi asiento y comenzó a zumbar por el compartimento, contenta de haber cumplido su misión. Hedwig dio un picotazo al aire con digna actitud de censura. Crookshanks se incorporó en el asiento, persiguiendo con sus grandes ojos amarillos a la lechuza. Al notarlo, Ron la cogió para protegerla. Recogí la carta. Iba dirigida a mi. 

- ¡Es de Sirius! - grité al abrirla

- ¿Qué? - exclamaron Ron y Hermione, emocionados

- ¡Léela en voz alta!

- "Querido Harry: He hablado con las autoridades y este verano podrás vivir conmigo, pero no te voy a poder recoger a la estación, tendrás que pasar algunos días con tus tíos. Ya estoy terminando los preparativos. Hay algo que no llegué a contarte durante nuestro breve encuentro: fui yo quien les regaló la Saeta de Fuego.

- ¡Ja! - exclamó Hermione, triunfante - ¿Lo ven? ¡Les dije que era de él!

- Sí, pero él no la había gafado ¿Verdad? - observó Ron - ¡Ay!

La pequeña lechuza, que daba grititos de alegría en su mano, le había picado en un dedo de manera al parecer afectuosa.

- "Crookshanks llevó el envío a la oficina de correos. Utilicé tu nombre, pero les dije que cogieran el oro de la cámara de Gringotts número 711, la mía. Por favor, considéralo como el regalo que mereces que te haga tu padrino por cumplir trece años. También me gustaría disculparme por el susto que creo que te di aquella noche del año pasado cuando abandonaste la casa de tu tío. Sólo quería verte antes de comenzar mi viaje hacia el norte. Pero creo que te alarmaste al verme. Volveré a escribirte pronto. Sirius PD: He pensado que a tu amigo Ron tal vez le guste esta lechuza, ya que por mi culpa se ha quedado sin rata"

Ron abrió los ojos de par en par. La pequeña lechuza seguía gimiendo de emoción.

- ¿Quedármela? - preguntó dubitativo. La miró muy de cerca durante un momento, y luego, para MI sorpresa, se la acercó a Crookshanks para que la olfatease - ¿Qué te parece? - preguntó Ron al gato - ¿Es una lechuza de verdad?

Crookshanks ronroneó

- Es suficiente, no esperen que vaya a preguntárselo a los hermanos Malfoy - dijo Ron contento - Me la quedo.

Leí y releí la carta de Sirius durante todo el trayecto hasta la estación de King's Cross ¿Unos días con los Dursley? Bueno, unos días a cambio de toda una vida. Todavía la apretaba en la mano cuando atravesamos la barrera del andén nueve y tres cuartos. Localicé enseguida a tío Vernon. Estaba de pie, a buena distancia de los padres de Ron, mirándolos con recelo. 

- ¡Te escribiré por los Mundiales! - me gritó Ron, al despedirse 

Luego volví hacia tío Vernon el carrito en que llevaba el baúl y la jaula de Hedwig. 

- ¿Qué es eso? - gruñó, mirando el sobre que apretaba en la mano - Si es otro impreso para que lo firme, ya tienes otra...

- No lo es - dije con alegría - Es una carta de mi padrino.

- ¿Padrino? - farfulló tío Vernon - ¡Ah! El hombre mal presentable que vino hace unos días a la casa a decir que te irías con él en unos días

- ¿Dijo cuando?

- Yo también estoy ansioso, niño. Y no dijo cuándo, pero dijo que no pasaría de esta semana

Y, sonriendo ampliamente, me dirigí a la salida de la estación con Hedwig dando picotazos delante de mí para pasar un verano que sería mucho mejor que el anterior. 

NOTA DE AUTOR: Me da medio nostalgia cada que acabo un libro de la saga de Cassie, pero ya pronto comenzaré a publicar "Cassiopeia Malfoy y el cáliz de fuego" que, como siempre, ya esta todo escrito, aunque estoy viendo detalles para un nuevo fanfic ¿Quisieran ver a una hija de Sirius Black? Estoy pensando en iniciar un nuevo fanfic con ella como protagonista, díganme lo que quisieran que ella viviera y seguro lo agrego, porque el nuevo fanfic va recién por los inicios. 

Esto no es un adiós, sino un hasta luego.