En muy poco tiempo, la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras se convirtió en la favorita de la mayoría. Sólo Draco y sus amigos criticaban al profesor Lupin. Draco tenía sus motivos privados: Él pensaba que, después de los desastres que había hecho como Merodeador, no merecía ser profesor. El único motivo por el que Draco usaba su apodo, era que le encantaban los hombres lobo, y le parecía el más razonable de los merodeadores, como persona, le caía bien ¿Pero cómo profesor? En algún momento lo tendría que aceptar
- Mira cómo lleva la túnica - solía quejarse - Viste como un elfo doméstico
- Ya ¿Y qué? - yo solía defender al profesor, sin importar quien viera - ¿Acaso nos da clase de moda, Draco? Porfavor, es ridículo que lo critiques por su ropa, aunque no le vendría mal
Bastó que Ginny y yo dejemos de hablarle hasta que deje de molestar al profesor, para que lo dejara en paz. Pero a nadie más le interesaba que la túnica del profesor Lupin estuviera remendada y raída. Sus siguientes clases fueron tan interesantes como la primera. Gracias al cielo, no volvimos a tocar el tema de los boggarts una vez que entregamos la tarea. Sin embargo, a nadie le gustaba realmente la asignatura sobre Cuidado de Criaturas Mágicas. El profesor Hagrid había perdido la confianza. Aunque, como tenía tanto tiempo libre, con Ginny, nos la pasábamos en su cabaña tratando de que sus clases volvieran a ser divertidas, porque no había otro profesor que nos enseñara criaturas tan emocionantes, aunque a Ginny le asustaran.
A comienzos de octubre, sin embargo, mi concentración estaba en otra cosa, Draco había decidido que, este año, seria una perdida de tiempo, y otro dolor de cabeza, seguir en el equipo. Así que Ginny tomaría su lugar como cazadora. Se aproximaba la temporada de quidditch, nosotros abríamos la temporada contra gryffindor, y teníamos un equipo muy prometedor.
Con una moral alentadora, el equipo comenzó las sesiones de entrenamiento, cuatro tardes a la semana. El tiempo se enfriaba y se hacía más húmedo, las noches más oscuras, pero no había barro, viento ni lluvia que pudieran empañar la ilusión de ganar por fin la enorme copa de plata. Mi temor por las tormentas no era algo fácil de superar, pero creo que conseguía ignorarlas, aunque no siempre tenia éxito. Una tarde, después de ir a hacer los deberes con Hagrid, Ginny y yo regresamos a la sala común de Slytherin, la cual estaba muy alborotada.
- ¿Qué ocurre? - preguntó Ginny sentándose al lado de un muy ocupado Draco
- Primer fin de semana en Hogsmeade - dijo Draco restándole importancia, señalando una nota que había aparecido en el viejo tablón de anuncios - Finales de octubre. En Halloween.
- No puedo creer que no podamos acompañarlos - dijo Ginny algo frustrada, tomando uno de los libros de Vin y Greg
Draco al fin sale de sus deberes, bastante sonriente, y ambos compartimos una mirada cómplice
- ¿Hay algo que no sé? ¿Disminuyeron la edad para visitar Hogsmeade o qué?
- Eres una slytherin, Ginny - dije mientras comía una manzana - ¿Te parece si le hacemos honor a tu título?
- ¿A qué te refieres? - pregunta con una sonrisa traviesa
- Conocemos la forma de que puedan ir - dice Draco en susurro - Canuto y yo no pudimos pasear el año pasado por... por lo que tú ya sabes, pero este año... ¡Arrasaremos con todo!
- ¿De verdad crees que nos irá bien? ¿Y si nos ven? Somos menores ¿Y si nos delatan?
- Mi padrino me regaló una capa de invisibilidad. Mientras no nos separemos, todo estará bien. Tengo que estrenarla en algo digno - digo haciendo un gesto teatral con las manos
Entonces, un gato que yo ya conocía, se acurrucó en el regazo de Draco
- Hola, Crookshanks - dijo acariciando el lomo del gato, mientras escribía con la otra mano
- No entiendo por qué cuidas al gato de la sangre sucia - dice Ginny, molesta
- Es su excusa para hablarle cada mañana - dije con burla, Draco entrecierra los ojos - No dije nada
- Para su información, no es mi culpa que esta bola de pelos me quiera y sea tan agradable ¿Quieres un chuche? ¿Si? - le da un dulce al gato - Además, es sólo cortesía...
- Que no deberías tener con alguien como ella - dice Ginny, que sigue leyendo molesta
- No es por ella - dice Draco, restándole importancia al asunto
- Si el que te guste la sangre sucia es cosa del pasado - dice Ginny, molesta - ¿Por qué eres tan amable con su gato?
Draco abrió mucho los ojos con su suposición, y movió los labios sin pronunciar ni palabra
- No me gusta la sangre sucia - se limitó a decir mientras volvía a sus apuntes
- ¡Uy, sí!
- ¿Ya dejan de pelear? - dije, cansada de sus discusiones de pareja - Estábamos hablando sobre mi primer gran escapada de Hogwarts
- La salida da a Honey Dukes - dice Draco, agradecido de no tener que dar más explicaciones
- Y son... ¿Cuanto? ¿Media hora, una hora?
- Mejor nos vemos en las horas de iniciada la expedición, así no hay falla
Ginny, emocionada por la expedición clandestina, se olvidó de lo que sea que sienta Draco por la sangre sucia. Ni yo, siendo legeremante, lograba saber qué era lo que sentía Draco por Hermione, o por Ginny, ver sus sentimientos siempre me ha mareado ¡Es que es más cerrado! Es casi lo opuesto a Fred, él es toda una mezcla de sentimientos muy positivos, tanto que me podría dar diabetes espiar en su mente o en la de su gemelo, motivo por el que no lo hacia.
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2) Cassiopeia Malfoy y el prisionero de Azkaban
Sonstiges¡ALERTA SPOILER! La historia de Cassiopeia comienza en la cámara secreta, la cual ya esta completa y publicada en mi cuenta, léela antes de seguir con esta parte, todos odiamos los spoilers. ----------------------------------------------- ¿Si leíste...