Asunto arreglado

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POV: Harry

Yo escuchaba acostado, con los ojos cerrados. Estaba completamente aturdido. Las palabras que oía parecían viajar muy despacio hasta mi cerebro, de forma que me costaba un gran esfuerzo entenderlas. Sentía los miembros como si fueran de plomo. Mis párpados eran demasiado pesados para levantarlos. Quería quedarme allí acostado, en aquella cómoda cama, para siempre...

- Lo que más me sorprende es el comportamiento de los dementores... ¿Realmente no sospecha qué pudo ser lo que los hizo retroceder; Snape?

- No, señor ministro. Cuando llegué, volvían a sus posiciones, en las entradas.

- Extraordinario. Y sin embargo, Black, Harry y la chica...

- Todos estaban inconscientes cuando llegué allí. Até y amordacé a Black, hice aparecer por arte de magia unas camillas y los traje a todos al castillo.

Hubo una pausa. Mi cerebro parecía funcionar un poco más aprisa, y al hacerlo, una sensación punzante se acentuaba en su estómago. Abrí los ojos. Todo estaba borroso. Alguien me había quitado las gafas. Me hallaba en la oscura enfermería. Al final de la sala podía vislumbrar a la señora Pomfrey inclinada sobre una cama y dándome la espalda. Bajo el brazo de la señora Pomfrey, distinguí el pelo rojo de Ron. En la cama de la derecha se hallaba Hermione. La luz de la luna caía sobre su cama. También tenía los ojos abiertos. Parecía petrificada, y al verme, se llevó un dedo a los labios. Luego señaló la puerta de la enfermería. Estaba entreabierta y las voces de Cornelius Fudge y de Snape entraban por ella desde el corredor. La señora Pomfrey llegó entonces caminando enérgicamente por la oscura sala hasta mi cama. Me volví para mirarla. Llevaba el trozo de chocolate más grande que había visto en mi vida. Parecía un pedrusco.

- ¡Ah, estás despierto! - dijo con voz animada.

Dejó el chocolate en mi mesilla y empezó a trocearlo con un pequeño martillo.

- ¿Cómo está Ron? - preguntamos al mismo tiempo, Hermione y yo

- Sobrevivirá - dijo la señora Pomfrey con seriedad - En cuanto a ustedes dos, permanecerán aquí hasta que yo esté bien segura de que estáis... ¿Qué haces, Potter?

Me había incorporado, me ponía las gafas y cogí mi varita.

- Tengo que ver al director - expliqué

- Potter - dijo con dulzura la señora Pomfrey - todo se ha solucionado. Han cogido a Black. Lo han encerrado arriba. Los dementores le darán el Beso en cualquier momento.
Discutí lo que parecía una eternidad, pero no lograba que me dejaran salir. Hasta que llegó Dumbledore.

- Me gustaría hablar con Harry y con Hermione a solas - dijo Dumbledore bruscamente - Cornelius, Severus, Poppy Se lo ruego, déjennos.

- Señor director - farfulló la señora Pomfrey - Necesitan tratamiento, necesitan descanso.

- Esto no puede esperar - dijo Dumbledore - Insisto.

La señora Pomfrey frunció la boca, se fue con paso firme a su despacho, que estaba al final de la sala, y dio un portazo al cerrar. Fudge consultó la gran saboneta de oro que le colgaba del chaleco.

- Los dementores deberían de haber llegado ya. Iré a recibirlos. Dumbledore, nos veremos arriba.

- Sobre los dementores, Cornelius - dijo Dumbledore - Con los recientes cambios, he preferido que esperen fuera de mi colegio, mientras más lejos de los chicos, mejor

Un ministro muy confundido fue hacia la puerta y la mantuvo abierta para que pasara Snape. Pero Snape no se movió.

- No creerá una palabra de lo que dice Black ¿Verdad? - susurró con los ojos fijos en Dumbledore

2) Cassiopeia Malfoy y el prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora