2) Cassiopeia Malfoy y el prisionero de Azkaban

Peligros

Los gemelos nos ayudaron a escabullirnos a los dormitorios.

- Casi nos descubre - dice Ginny, riendo, mientras se quitaba la túnica de gryffindor una vez cerramos la puerta

- Estuvo bastante cerca - dijo Lee, riendo también

- Bueno ¿Y ahora? - dije una vez todos terminamos de reírnos a carcajadas - ¿Tienen un pijama que nos presten? No podremos salir de aquí en... toda la noche

- Sí, no me quiero imaginar el lío que se armaría si Filch nos agarra

- La cantidad de puntos que perdimos en un día

- Algo encontraremos - nos contestan 

Después de cambiarnos en el baño de la habitación, y de reírnos un rato más de lo grandes que nos quedaban esas pijamas, y de que parecían gryffindors. Los gemelos aparecieron dos sacos de dormir, en los que Ginny y yo nos disponíamos a dormir

- No, no, no - dijo George - Ustedes están en este lío por culpa nuestra

- No nos obligaron - dijo Ginny - queríamos venir a festejar con ustedes

- De todas formas - dijo Fred - Ustedes dormirán en las camas

- Pero...

- No nos hagan sentir mal

Medio a regañadientes, Ginny y yo nos pusimos a dormir en las camas. No tardé en quedarme dormida, y en tener una pesadilla. Mi padrino estaba a mitad de un bosque, pero no estaba ahí, habia sido victima del beso del dementor, yo lloraba por él, mientras que Harry repetía una y otra vez que se lo merecía. La escena cambió. Me encontré con Lily y James Potter (que se parecían a Ginny y a Harry), iban a decirme algo....

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAH! ¡NOOOOOOOOOOOO!

Desperté tan de repente como si me hubieran golpeado en la cara.

- ¿Qué ocurre? - preguntó Ginny, los gritos se escucharon lejanos, pero aun así daban miedo

Abrí las cortinas de la cama al mismo tiempo que Lee Jordan encendía su lámpara. Todos nos pusimos de pie nos acercamos a las escaleras

- No se muevan - dijeron Fred y George antes de bajar con los demás

Ginny y pegamos las orejas a la puerta, y escuchamos algunas voces soñolientas

- ¿Quién ha gritado?

- ¿Qué hacéis?

- ¿Estás seguro de que no soñabas, Ron?

- ¡Les digo que lo vi!

- ¿Por qué arman tanto jaleo?

- ¡La profesora McGonagall nos ha mandado acostarnos!

- Estupendo ¿Continuamos? - preguntó la voz de uno de los gemelos con animación.

- ¡Todo el mundo a la cama! - ordenó la voz de Percy

- Percy... ¡Sirius Black! - dijo Ronald, con voz débil - ¡En nuestro dormitorio! ¡Con un cuchillo! ¡Me despertó!

De pronto no se escuchó ni su respiración. Ginny me miró preocupada, ella sabía del traidor, y de la rata de su hermano, por lo que dudo que piense que quería matar a Ronald

- ¡Absurdo! - decía Percy - Has comido demasiado, Ron. Has tenido una pesadilla.

- Te digo que...

- ¡Venga, ya basta!

- ¡Me encanta que Gryffindor haya ganado el partido, pero esto es ridículo! - la profesora McGonagall acababa de aparecer - ¡Percy, no esperaba esto de ti!

- ¡Le aseguro que no he dado permiso, profesora! - dijo Percy, indignado - ¡Precisamente les estaba diciendo a todos que regresaran a la cama! ¡Mi hermano Ron tuvo una pesadilla.. .!

- ¡NO FUE UNA PESADILLA! - gritó Ron - ¡PROFESORA, ME DESPERTÉ Y SIRIUS BLACK ESTABA DELANTE DE MÍ, CON UN CUCHILLO EN LA MANO!

- No digas tonterías, Weasley. ¿Cómo iba a pasar por el retrato?

- ¡Hay que preguntarle! - dijo Ron, señalando con el dedo la parte trasera del cuadro de sir Cadogan - Hay que preguntarle si ha visto...

Ginny me había detenido de bajar yo misma a buscar a mi padrino, pero no me pudo detener de cambiarme a mi uniforme, de hecho, ella también se lo puso, por si teníamos que ir a buscarlo o correr a la sala común. Ginny daba vueltas por la habitación, mordiéndose las uñas, mientras esperábamos que los chicos volvieran para saber si era o no mi padrino.

- ¿Puedes dejar de dar vueltas, Ginny? Me pones más nerviosa

Yo estaba sentada a un lado de la puerta, tratando de convencerme que era imposible, que no era tan irresponsable

- Lo siento, es que...

Fred, George, y el resto de los chicos de la habitación volvieron a la habitación caminando como zombies, con caras de que el mundo se hubiera caído

- ¿Y? - dije poniéndome de pie como un rayo

- Era Black

Me llevé las manos involuntariamente a la boca, negando con la cabeza lentamente, salí corriendo con Ginny detrás, con dirección la sala común, tenía que hablar con Draco. De milagro que Filch no nos agarró, porque la señor Norris no había visto, pero no alcanzó a llamar a Filch a tiempo

- ¡Despierta! - le grité a Draco

- ¿Qué ocurre, Canuto? Es muy tempra... ¡Ni siquiera ha amanecido!

- Black... Castillo... Ronald... Peter...

- ¡¿Qué?!

Esa noche todos pasamos la noche en la sala común, vigilados por los prefectos, mientras que los profesores registraban el castillo. Junto con el amanecer llegó el profesor Snape, con una noticia que me dejó respirar: Se había vuelto a escapar.