Scared Of Lonely • [KTH] COMPLETA

ℙ𝕣𝕠́𝕝𝕠𝕘𝕠

— ¿Señorita? Disculpe, ¿Señorita?

La voz de un hombre se hace más nítida a medida que despierto, no recuerdo haberme quedado dormida, abro mis párpados y distingo un hombre desconocido, me mira con algo de preocupación para luego negar con la cabeza, miro alrededor encontrando el autobús vacío, restriego mis ojos estando desorientada por completo.

—¿Dónde estoy?

— Esta es la última parada, debería pedir un taxi—recomienda. El hombre es algo mayor, me parece que es el conductor del transporte, recojo mis cosas levantándome del asiento, bajo del autobús sin saber dónde estoy, pero todo está cubierto de blanco, está nevando, el frío me hace abrigarme más con mi abrigo, me abrazo a mí misma caminando por la acera, algunos autos pasan, pero son muy pocos, miro la hora en mi reloj de muñeca, es casi medianoche.

"Tengo que levantarme en unas horas para ir a trabajar"

Me detengo unas dos cuadras después, logro conseguir un taxi que me deja en el edificio correcto, una vez estoy dentro del edificio saludo al guardia de seguridad.

— ¿De nuevo se ha quedado dormida, señorita Song?

— Así parece—sonrío apenas.

Es un hombre mayor, diría que tiene la edad de mi padre, siempre trabaja por la noche haciendo guardia en el edificio, ya es normal que me conozca. Dentro del elevador me miro en las paredes de espejo que hay, mis ojos tienen unas grandes ojeras, luzco más pálida de lo normal, mi cabello castaño va recogido en una coleta baja, algunos mechones van sueltos, me siento tan agotada que mis párpados quieren cerrarse de nuevo, una vez las puertas se abren camino por el pasillo sacando mis llaves del bolsillo, entro al departamento sin hacer ruido dejando las llaves en la pequeña mesa.

No necesito encender las luces para saber dónde está el sofá, dejo mis cosas a un costado y me acuesto en éste quedándome dormida casi al instante.

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— ¿AeRin? AeRin, despierta—alguien mueve mi brazo.

—Déjame dormir un poco más, por favor—suplico.

— ¿Quieres que llame a tu trabajo y diga que estás enferma?

— No—respondo entreabriendo mis ojos. Estoy en la sala del departamento, me incorporo en el sofá sintiendo dolor en mi cuerpo, no recuerdo cuando fue la última vez que dormí como se merece.

— Omma, ¿Me puedes ayudar? —YuLi aparece con su bufanda favorita y su uniforme escolar puesto, la niña tiene ahora siete años, su pierna ya no tiene el yeso, se encuentra mucho mejor, pero a veces cuando hace muchos movimientos suele sentir dolor, era una consecuencia que le había quedado del accidente.

Una vez termino de acomodar la bufanda en YuLi, SoYeon se sienta a mi lado mirándome. Su cabello oscuro ahora es corto, lo lleva por encima de sus hombros, ella también suele andar ocupada entre la universidad y su empleo en el cibercafé.

— Tienes que dormir, AeRin.

— Estoy bien—restriego mis ojos—Voy a lavar mi rostro—con sólo levantarme todo mi cuerpo grita de dolor, SoYeon me sostiene cuando me tambaleo.

— ¿Cuándo fue la última vez que dormiste algo? Mírate, apenas puedes caminar, no necesitas trabajar en dos empleos, enfermarás si sigues así—me reprocha ayudando a caminar.

— Estoy bien.

— Omma—SeJoo de tres años aparece listo para ir a la guardería. Me sonríe estirando sus bracitos a mí, al cargarlo es evidente lo mucho que ha crecido.

— Buenos días, cielo—lo abrazo con fuerza— ¿Ya tienes todo para irte?

— Sí—asiente abrazándome.

—YuLi, revisa de nuevo tu bolso, que no se quede nada—advierte SoYeon. Dejo al niño en el suelo dirigiéndome al baño, sigo teniendo puesta la ropa de anoche. Lavo mi rostro y cepillo mis dientes, mientras SoYeon se encarga de los niños me deshago de la ropa en el baño tomando una ducha para despertarme.

Aunque ni eso logra quitarme el sueño.

Han pasado dos años desde que volvimos a Seúl, no estoy sufriendo maltratos ni abusos por parte de nadie, aunque SoYeon dice que mi trabajo es una porquería, pero puedo resistir por SoYi, su estado no ha mejorado ni empeorado, ella sigue sin despertar y yo sigo trabajando duro por ella, trabajo limpiando oficinas en un edificio que emite programas de televisión, por la noche me voy al restaurante limpiando platos o ayudando en la cocina cuando lo necesitan.

Estoy realmente agotada.

Esta segunda parte inicia dos años después de la primera.

Espero que les guste tanto como la primera parte.