Quédate Lejos de Mí.

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Narrador Omnisciente.

Al día siguiente.

Naruto se despertó temprano ese día, pues a pesar de que Boruto no tenía misiones durante 3 días él por otra parte seguía teniendo trabajo.

Así que se levantó de mala gana y fue a darse una ducha.

Al ver a Hinata esta seguía dormida, así que prefirió no molestarla después de todo ella también estaría cansada.

Entró en el baño y empezó a quitarse la ropa, sin embargo, al pasar delante de un espejo de cuerpo completo se detuvo un momento a observarse.

"No estoy nada mal, a pesar de tener más de 30 años me conservo muy bien" – Pensó Naruto con una sonrisa – Ya veo tal vez porque a Boruto le gusto.

"¿Y ese cuerpo es para tu hijo o para tu esposa?" – Comentó Kurama riéndose.

Naruto se sobresaltó. ¿Kurama hablando de nuevo?

Sorprendido por el repentino comentario que lo asustó iba a reclamarle a Kurama hasta que entendió a qué se refería. La vergüenza no tardó en llegar, así como el calor que se sentía en sus mejillas ¿Cuál fue la razón? No tenía ninguna respuesta.

"Boruto no es mi amante, Boruto no es mi amante" – Repetía Naruto en su cabeza. -

Con ese pensamiento autoimpuesto fue a ducharse, sin duda sería un largo día.

Por otra parte.

Boruto se levantó temprano, estaba con muchos ánimos después de todo y sobre todo tenía que contarles a Sarada y Mitsuki las buenas nuevas.

Boruto se levantó para ir a tomar una ducha, no tener misiones no significa no estar limpio o presentable.

Saco lo necesario, y fue al baño y justo al abrir la puerta. Naruto choco con él, el cual por cierto solo tenía una toalla puesta y le corrían algunas gotas por su bien formado abdomen.

¿Bo-boruto? – Pregunto Naruto - ¿Qué haces levantado a estas horas? No tienes misiones asignadas.

Este por otro lado no respondió a su pregunta. ¿Cómo diablos iba a responder algo coherente? Sí su padre y el amor de su vida estaba casi desnudo frente a él.

Boruto pudo ver que Naruto seguía moviendo los labios, pero su mirada no pudo evitar desviarse al trabajado cuerpo de su padre, sin duda años de entrenamientos en su adolescencia daban frutos.

Brazos fuertes, un abdomen perfectamente duro con algunas marcas hechas por las incontables batallas que ha vivido durante su vida. Una espalda ancha y al bajar un poco pudo notar un bulto encima de la toalla.

Ahogó un grito, ¿Cómo nunca se fijó en el tamaño de eso?

Naruto al ver que su hijo no respondía a ninguna de las preguntas que estaba diciendo. Se centró un poco más en sus ojos y pudo ver como brillaban ¿Por qué brillarían ahora?

"Naruto, ¡Espabila! ¡Estás casi desnudo frente a tu hijo! ¡Reacciona! ¿Acaso le estas provocando? – Grito Kurama en su cabeza

Naruto al oír eso entendió. Se apeno inmediatamente. ¿Cómo no se dio cuenta que ahora le estaba dando un espectáculo digno de un escort a su hijo?

Inmediatamente se fue corriendo a la habitación a ponerse ropa, dejando a Boruto solo al frente de la puerta del baño y con cierto problema entre las piernas que por suerte para Boruto, Naruto no noto.

Sin duda, fue un gran comienzo de día.