TERCERA PARTE: El vencedor más joven

238 15 9
                                    

TRIGGER WARNING: Como ya sabéis, este capítulo es la "batalla final" de la historia así que hay partes que yo creo que pueden ser un pco intensas, en las que hay mucha sangre y lucha muy descriptiva. Igual luego no os parece tan exagerado pero prefiero avisaros de que es un capítulo que a algunas personas podría resultarles fuerte.
.   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .

Estoy otra vez en la Cornucopia. Hace frío y puedo escuchar como la lluvia golpea con fuerza la estructura metálica.

¡No puedo más con esto! ¡Se acabó! — grita Lartius, que aparece de la nada y se acerca a mi.

Quiero moverme. Quiero salir corriendo pero no puedo. Estoy enterrado bajo la pila de cadáveres que forman los cuerpos de Jade, Sylk y Levon sobre mi. Grito e intento quitármelos de encima pero lo único que consigo es llenarme las manos de sangre oscura y densa. Grito de impotencia mientras tengo a Lartius cada vez más cerca, con una pierda en la mano.

Por favor, por favor, necesito salir de aquí. — digo angustiado. No soy capaz de quitarme los cuerpos de mis compañeros encima, sin embargo, escucho sus voces.

¿Es que nadie le va a decir nada? ¡Él no tendría que estar aquí! ¡Pero si tiene catorce años!

Jessa no iba a conseguirlo de todas formas. Cuanto antes, mejor. Solo espero que fuera rápido.

Me haces gracia porque eres pequeño y eso, pero no dejas de ser un rival. Si quedáramos solo nosotros dos está claro lo que pasaría...

Me estoy ahogando. No puedo respirar. Van a matarme. Intento con todas mis fuerzas salir de la pila de cadáveres pero a penas consigo mover el cuerpo de Jade un par de centímetros. Apoyo ambas manos en la espalda de Sylk y con mucho esfuerzo consigo quitármela de encima e incorporarme, pero cuando estoy apunto de conseguir deshacerme del peso del cuerpo de Levon, Lartius aparece delante de mi. Me agarra por el cuello del neopreno y me saca de la pila como si no pesara nada. Quiero pedirle que no me mate pero me falta el aire.

Lartius me sonríe mordaz mientras con una mano me sujeta en el aire contra la pared de la Cornucopia y con la otra sostiene la piedra con fuerza. Acerca su rostro tanto al mío que nuestras narices casi se choca.

Bienvenido a la alianza.

Entonces alza la mano en la que tiene la piedra y me golpea con fuerza, haciendo que me despierte entre gritos.

Me incorporo sin dejar de gritar, con los ojos llenos de lágrimas que me arden y la boca seca. Aunque no puedo moverme, estoy tan asustado que saco la cabeza por uno de los laterales del refugio miro para todos lados asegurándome de que Lartius no está aquí. Era una pesadilla. Solo ha sido eso.
Me froto los ojos con fuerza y después bebo agua con ganas mientras intento que el corazón deje de vibrarme contra las sienes.
Escucho canturrear a un pájaro anunciando que pronto amanecerá por completo. Solo ha sido una pesadilla pero hoy, antes o después, tendré que enfrentarme a Lartius.

No he descansado mucho. Me he pasado toda la noche envuelto en pesadillas horribles aunque ahora solo puedo recordar esta. Un escalofrío me recorre el cuerpo cuando recuerdo lo real que me resultaba el peso de los cadáveres de mis compañeros sobre mi. Me niego a intentar dormirme otra vez. ¿Para qué? Solo servirá para que vuelva a tener pesadillas, además, dentro de poco será completamente de día y tendré que.... ¿Qué tengo que hacer exactamente? Solo quedamos Lartius y yo pero, ¿Qué se supone que debemos hacer? ¿Tendremos que buscarnos mutuamente por toda la arena o la audiencia estará tan impaciente que los Vigilantes forzarán nuestro encuentro?
Me siento y me abrazo las rodillas mientras miro el tridente. Lartius no sabe que lo tengo y mi habilidad con el también va a pillarle por sorpresa. ¿Le harán enviado un arma a la altura del tridente? No, lo dudo. Heriot dijo que les estaban matando de hambre por mi culpa así que si sus patrocinadores no eran capaces de mandarles comida tampoco creo que pudieran mandarles armas. Pero... ¿Y si ahora, en la final, Lartius tiene más apoyos? ¿Y si para hacer la lucha más interesante algún patrocinador ha decidido apostar en el toda su fortuna? Desde luego que si a su padre, Arsidas, se le ha presentado esa oportunidad no va a dejar escaparla.

Los Juegos De Finnick Odair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora