Capítulo 14

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Así que ahí estaba, finalmente una luz en mi interior me había iluminado correctamente y me había hecho ver que en realidad no evitaba a Joe porque no quisiera verlo, sino todo lo contrario. Me había muerto de ganas de verlo todo este tiempo, sólo que había reprimido aquel sentimiento dentro de mí.

Tal vez el día anterior sí había sentido celos, y aquel fue el primer paso para aceptar que yo todavía sentía algo por Joe. Pero esa noche no lo vi con una chica. Al menos, no con una chica con la que estuviera saliendo.

Sophie estaba tomada de la mano de su padre, escondiendo su rostro detrás de la jirafa morada que apenas unos días atrás todavía me pertenecía. Los flashbacks de la noche en la que Joe ganó aquella jirafa para mí regresaron a mi mente, esta vez con un poco más de nostalgia que la vez anterior, y no pude evitar sonreír.

La mirada de Tibby estaba clavada en mí, con la mandíbula amenazando con salir disparada hacia el piso, pero manteniendo la compostura porque cualquier cosa que ella hiciera, o dijera, resultaría sospechoso para Joe.

—Hola, Tibby—repitió Joe su saludo hacia ella.

Le tomó un momento, pero Tibby finalmente lo miró.

—Hola, Joe.

Él nos miraba con una sonrisa, todavía de la mano de su pequeña, y se acercó a Tibby, pegando su mejilla en la de ella y lanzando un beso al aire a modo de saludo.

Conmigo se lo pensó un momento.

No habíamos tenido ese tipo de saludos, en realidad, apenas si nos decíamos hola cada vez que nos veíamos. Era un patrón que habíamos llevado hasta entonces, supongo que por la incomodidad y la novedad de volver a vernos.

—Hola, Beth—pero aquella noche se acercó a mí, un poco nervioso y dudoso, y depositó un beso en mi mejilla derecha, muy al contrario como lo había hecho con Tibby, quien nos miraba como si estuviera viendo algún tipo de criatura mitológica, un fantasma, o qué-sé-yo.

La tarta de cereza sobre mis manos casi cae al piso ante esa situación.

Me quedé helada, sin saber qué o cómo responder, aunque lo único que tenía que hacer era decir dos palabras. Había elegido un muy mal momento para decidir volver a tener ese contacto familiar conmigo, aunque no es que lo hubiese hecho a propósito.

En su defensa puedo decir que él no tenía ni la menor idea de todas las cosas que pasaban por mi cabeza.

Joe me miró por un momento, y después de no recibir algún tipo de respuesta por parte mía, miró a Sophie y volvió a hacer eso de tirar un poco de su brazo y decir ''Di hola''.

—Hola, Tippy—se refirió primero a la persona que ya conocía, pronunciando mal su nombre.

Tibby soltó una pequeña risita.

—Hola, cariño—le devolvió el saludo.

—¿Te acuerdas de ella?—le preguntó Joe, señalandome.

La mirada de Sophie se posó sobre mí, después inclinó un poco su cabeza y entrecerró sus pequeños ojos almendrados, en busca de un buen enfoque con la pobre iluminación del porche.

De pronto, sus ojitos se iluminaron y la sonrisa regresó a su rostro.

—¡La señoa de las fotos!—exclamó.

Aún era muy pequeña para hablar con claridad, eso me había quedado claro cuando la conocí, pero estaba segura de lo que había escuchado, y aquello no tenía mucho sentido para mí.

Tibby y yo miramos a Joe en busca de una explicación, pero él estaba igual de confundido que nosotras.

—Debes estar confundida, princesa—sugirió su padre—, su nombre es Beth.

De Vuelta A Ti (Joe Jonas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora