Capítulo 5

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Mientras que había quedado con Joe en que iría al día siguiente a instalar la nueva ventana, con Tibby había quedado en que pasaría por casa de mis padres después de su turno en Shepard's.

La vi bajar de una camioneta de carga azul. Dentro se encontraba Jason Bennett. Al menos, una versión alcohólica de éste. El chico traía una cara de pocos amigos, que no se molestaba en ocultar. Bajó de la camioneta y caminó detrás de Tibby, quien sostenía una bolsa de papel de Shepard's en las manos. Jason tomó a Tibby por la cintura de una forma violenta y posesiva, y miraba hacia todos lados, supongo, asegurándose de que a nuestra tarde de chicas no se sumara alguien indeseable.

Indeseable para él, claro.

—¡Hola, Beth!—saludó Tibby a lo lejos con una sonrisa que no tenía otro propósito que no fuera convencerme de que todo estaba bien.

—¡Hola!—intenté aparentar.

Nada en el aspecto de Jason resultaba atractivo. Definitivamente los días en los que su cabello rubio y sus ojos claros y brillantes que derretían a cualquier chica, se acabaron el día en que decidió caer en el alcoholismo..

—Beth—hizo un gesto con la cabeza al llegar.

—Jason.

—Tibby dijo que estudiaste en San Francisco. ¿Qué tal?—su interés era genuino.

—Oh, ya sabes. Ciudad inclinada, mucho tráfico, y el tranvía.

—Y los 49ers—agregó, con una sonrisa—. Aunque estuvieron un poco flojos la temporada pasada.

En cuanto lo mencionó, tuvo sentido para mí la forma en la que caminaba, con un poco de cojera. Por un momento, olvidé que la razón de este nuevo Jason, era la lesión que lo alejó de una prometedora carrera en el mundo del deporte. También me sentí un poco mal por él.

Me encogí de hombros, fingiendo una sonrisa, porque no sabía de lo que estaba hablando.

—No veo fútbol. Lo siento.

—No todo el mundo lo hace, amor—secundó Tibby.

Jason puso los ojos en blanco y dejé de sentirme mal por él en cuanto vi la expresión en el rostro de mi amiga: arrepentida de haber hablado en primer lugar.

Los escuché discutir sobre a qué hora pasaría Jason a recogerla, y una vez más, Tibby se arrepintió de abrir la boca en cuanto le dijo que yo la llevaría a casa. Después escuché el nombre de Nick saliendo entre dientes de los labios de Jason, y en cuanto Tibby puso unos ojos de perrito indefenso, intervine.

—Sólo somos nosotras dos. No es que me interese convivir mucho con los hermanos Jonas, de todas formas—esperaba realmente que mi sonrisa lo convenciera.

El rubio me miró, un poco molesto por haber intervenido en la conversación, y yo me preparé para decirle que es un idiota, en caso de que fuera necesario.

Pero no lo fue.

Le estableció un toque de queda a las diez de la noche, como máximo, y me reí.

—¿Qué eres? ¿Su padre?

Ambos me miraron inmediatamente: Tibby con una expresión que significaba ''cierra-la-boca'' y la de Jason diciendo ''no-te-metas''.

Para mi sorpresa, Tibby soltó una risa.

—Sólo está bromeando. ¿Cierto, Beth?—ahora su mirada decía ''no-lo-arruines''.

Me pregunté qué hacía Tibby con un idiota como él, cuando podía estar con alguien como Nick. También recordé los moretones en sus brazos, y pensé que si no quería que Jason le hiciera unos nuevos, en cualquier parte del cuerpo, tenía que estar de acuerdo con lo que Tibby me había dicho.

De Vuelta A Ti (Joe Jonas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora