De Amores Y Amigos A Los 22 [✓]

17. Soy Tu Juego [+18]

Aún después de bajar de nuevo con Finn y tomarme otra cerveza para tratar de calmarme, la vergüenza que siento no se me baja y no puedo evitar reproducir la imagen que quedó grabada con fuego en mi memoria.

—¿Que tienes? —me pregunta Finn al ver que me rió sola.

—Luego te cuento... —le sonrió.

Poco a poco nuestra relación volvió a ser la de antes y me estoy sintiendo bien con este ambiente. Luego de unos minutos de conversación con los demás, recibo un mensaje de Sally.

"Maldita mirona. Ven pronto"

No puedo evitar reír por el sobrenombre que me ha puesto y le escribo que en donde está a lo que me contesta que en el segundo piso de la casa. Solo espero a que ya no esté con Hero.

Le aviso a Finn que iré con Sally de nuevo y corro a encontrarme con la maldita folladora. Al verla sentada en el barandal que tienen las escaleras y sin Hero, me alivio y suelto una carcajada, ella me mira y también se ríe.

—No puedo creerlo —digo en medio de risas —. Eso fortalece en definitiva la amistad...

—¡Hero y yo no pudimos con la risa! —dice sonriendo.

—¿Terminaste?

—Claro, creíste que tu intervención lograría hacernos parar —reí —. Claro que no... ¡Y fue el mejor sexo de mi vida!

Aquello me hizo recordar sobre nuestro encuentro o su allanamiento en mi habitación. Si decía que estaba detrás de mí, ¿por qué había accedido a hacerlo con Sally? ¿Estaba jugando con ella? Ya no sabía que pensar, solo esperaba a que Hero se hubiese rendido a conseguir su objetivo conmigo.

—No se si felicitarte o seguir riendo... —dije.

—Felicitame. Me supere a mi misma, no creí que se diera la oportunidad —reímos.

Estaba a punto de girar y bajar con Sally para encontrarnos con Finn pero el maldito destino me jugo una mala pasada. A mi lado paso Chris y se detuvo.

—Necesito hablar contigo —pidió.

De nuevo su semblante serio y rudo. Mire a mi amiga en busca de ayuda pero simplemente sonrió y camino hacia las escaleras susurrando en mi oído.

—Le diré a Finn que tuviste que irte...

La mire mal por dejarme en esta situación pero ella se fue bajando rápidamente por las escaleras. Giré de nuevo para ver a Chris aún en su mismo sitio con la misma cara de culo. Entonces caminó pasillo abajo y yo lo seguí, de su bolsillo del pantalón saco unas llaves y se detuvo en una puerta, supongo que sería su habitación.

Abrió y entró él primero. Ni siquiera cerré la puerta, me quedé en el umbral de brazos cruzados, porque si seguía al interior de la habitación estaría en su territorio y perdería.

—¿Que quieres? —pregunté tratando de verme más ruda que él. Algo imposible.

—Solo quería pedirte un favor. Mi profesor de biología nos ha pedido que hagamos un vídeo con uno de ustedes. Sé que ustedes abrirán un cuerpo humano para un proyecto, necesito que me dejes grabarte mientras narró.

—¿Y me buscaste a mi?

—No te creas especial, eres a la única que soporto de esa clase...