19. Un Amor No Correspondido

244 27 3
                                    

Entro a mi habitación y lo primero que hago es conectar mi móvil para que vuelva a la vida, ya que durante el viaje con Hero en la moto se ha apagado.

Hero...

Estaba muy decidido con todo lo que decía, pero yo no podía creerle por qué sus acciones demostraban lo contrario y tampoco me convenía estar con él. Si Sally descubriría lo que estaba pasando entre los dos, me mataría o peor que eso, abandonaría nuestra amistad.

Suspiré y trate de no pensar en eso y encender mi teléfono. Solo había un mensaje y era de Chris.

"¿Y ahora tengo que "volver a ganarme una noche contigo"? Me has dejado solo sin decirme nada, ninguna chica había hecho eso y eso me prende más. Cuidate muy bien Zoé, porque estaré detrás de ti mucho tiempo más"

¿Por qué cada que me hablaba sentía una corriente en la espalda? Y eso que solo era un mensaje, un mensaje amenazante. Buena suerte con esto, tarado.

Ay no, tenía el proyecto de la autopsia y él iba a estar allí grabandome. Perfecto.

Sacudí la cabeza. Tenía que relajarme y tratar de no pensar en los hombres de mi vida porque me iba a volver loca. Decidí tomar una ducha y vestirme para esperar la visita de Finn.

Hice todos mis quehaceres y me vestí con lo más sencillo que encontré en mi armario: unos pantalones cortos y una blusa de mangas largas. Como eran las dos pasadas, me recoste en mi cama y puse mi laptop en mis piernas.

Estuve a punto de quedarme dormida pero unos golpes me alertaron. Abrí la puerta y allí estaba Finn sonriente, bueno, al menos podía estar tranquila ya que no se había enterado de lo que había pasado anoche.

—Te ves terrible —dijo al entrar en mi habitación.

—Lo se, gracias por recordármelo. ¿Cómo estás? Perdona que haya tenido que irme anoche... —le dije.

—No pasa nada. Supongo que era algo importante ¿no?

Panik.

—Si, claro, tenía que hacer la cita para la autopsia de mañana —mentí.

—Bueno, no pasa nada. La estaba pasando muy bien anoche contigo pero bueno. ¿Te parece si vamos al cine?

No tenía ganas de nada, ni de salir, ni de hablar, casi ni de respirar porque estaba cansada de... lo de anoche. Pero no me atreví a decirle que no porque, él era mi mejor amigo y como no iba a salir con él cuando he estado encontrándome con dos imbéciles sin rechistar.

—Claro, solo déjame ponerme un pantalón y maquillarme un poco... —dije levantándome y yendo hacia el armario.

—Oye tienes ojeras, ¿no se supone que si llegaste aquí temprano descansarías mejor?

Panik again.

—No podía conciliar el sueño, ya sabes. Lo de mañana es muy importante para mi carrera y estoy nerviosa.

Si, como no... Nerviosa porque iba a tener la causa de mis desvelos mirándome fijamente mientras abría un cuerpo. Dios, ni siquiera sabía cómo actuar.

Termine de vestirme, ocultar un poco mis ojeras con base y polvo compacto y darle un poco de color a mis labios con brillo. Finn y yo salimos de la residencia hacia su auto y de allí al centro de la ciudad.

Hace mucho no pasaba este tipo de tiempo de calidad con mi mejor amigo y reafirmó lo bien que se sentía estar junto a él. Era un chico muy inteligente y gracioso, sobre todo caballeroso y amable. Hablamos todo el tiempo, el único momento en que estuvimos en silencio fue en la película de acción que habíamos escogido para ver.

Al salir de la sala, me tomo de la mano y me sentí algo incómoda.

—¿Que quieres hacer? ¿Quieres comer algo? —me pregunto. Yo me liberé de su agarre como si nada, pasando las manos por mi cabello.

—Tal vez ir por un helado. Tengo que ir a la biblioteca más tarde para repasar algunas cosas que no entiendo... —eso era verdad.

—Ok. Vamos.

Fuimos a mi heladería favorita, donde te llenaban el cono del helado con la salsa que quisieras, yo siempre pedía chocolate.

—Amo el chocolate —dije.

—Lo sé, conozco todo sobre ti —me sonrió de una manera tierna y suspiré devolviéndole el gesto.

Nos sentamos en una mesa cualquiera con nuestros conos, uno frente al otro y empezamos a hablar de nuevo.

—¿Que harás cuando termines tu carrera? —pregunto.

—Pues estaba pensando en volver a mi país pero allí no hay muchas posibilidades de ejercer en lo que estudió, así que no sé si quedarme aquí o irme a otro país...

—¿Te gustaría viajar por el mundo?

—Claro, sería magnífico.

—Pues yo seré un gran escritor muy famoso y podemos viajar juntos...

—¿Estás planeando un futuro juntos? —. Mierda, no debí preguntar eso.

—Claro —sonrió —. Yo hago muchas cosas pensando en ti...

Ay no, de nuevo ese sentimiento de querer vomitar porque yo misma me daba asco. Él no se merecía todo lo que yo estaba haciendo a sus espaldas, todo lo que estaba ocurriendo porque él pensaba en mi y yo nunca en él.

—Te has quedado en la luna —dijo sonriendo. Sacudí la cabeza y le mostré una sonrisa de disculpa —. No pasa nada, yo no debería decir esa clase de cosas, hace que te confundas.

—Perdoname. Es que ahora mi mundo... empezó a irse de cabeza y estoy tratando de poner todo en su lugar... —. Claro culera, dejándote manejar por dos idiotas.

—No te preocupes. Seré paciente y esperaré lo mejor... —me sonrió.

Finn era el único estable y constante hombre en mi vida, pero ¿díganme si uno es tan imbécil como para no darse cuenta y darle más atención a quien no lo merece? Eso estaba haciendo yo con mi pobre amigo enamorado. Le ponía más cuidado a otras personas a quién me ofrecía lo mejor.

Pero yo no quería estar con Finn. No puedo estar con quien no quiero solo porque me parece correcto. Si las cosas son así, prefiero quedarme sola. Las cosas con él pueden salir mal si lo intentamos y no quiero perder su amistad.

Dejamos el tema a un lado y terminado nuestro cono para así volver a la residencia. Me dejó en la puerta de mi habitación.

Sorprendiéndome me dio un abrazo largo, su corazón palpitaba tan fuerte que lo sentí en mi pecho y quise llorar. Finalmente se separó y me dio un corto beso... en la boca.

Santa madre de Jesucristo...

Ustedes van a pensar que soy religiosa.

Lo miro bien y él se encoge de hombros.

—No me aguante —dijo y reí.

—Chico listo.

—Nos vemos después, Zoé —acarició mi cabello y se marchó.

Me agarré la cabeza tratando de controlarme, era lo mejor que podía hacer porque no quería perder la razón, eran muchas cosas para un solo cuerpo.

De Amores Y Amigos A Los 22 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora