49. La Boda

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Bajo un poco la cinturilla de mis jeans para mirar la zona de mis caderas y mis nalgas, tienen marcas rojas y hasta una mordida. El recuerdo de hace dos noches me hace sonreír con morbo, son sus marcas, ni que decir de las que tengo en la espalda.

—¿Que te paso? —me pregunto Tammy haciéndome sobresaltar. Me cubrí rápidamente.

—Nada...

No podía contarle la clase de perversidades que hice con Hero, me miraría extraño y seguramente le contaría a Finn.

Hace un día llego una invitación muy peculiar a la residencia y estaba en tensión constante e indecisa. Se trataba de la invitación para la boda de Christopher Davis y Dakota Rose. Por lo visto iba a ser una boda enorme si iban a invitar a media universidad, pero no sabía si ir o no.

Al fin y al cabo, lo que había dicho Chris sobre repetir lo que sucedió en su casa había sido una mentira. Se iba a casar y... decidí que era mejor dejarlo en paz.

—No podemos hacer eso —dijo Finn seriamente.

—Se va a casar, Finn, ya no puedo hacer nada para que cambie de opinión ¿entiendes? No pienso arruinar un matrimonio...

—¿Vas a dejar como si nada el hecho de que él jugó contigo y la estúpida de su mujer te hizo la vida imposible?

—Prefiero olvidar...

Sentí su mirada inquisitiva sobre mi. Sospechaba algo y me puse nerviosa.

—¿Que te pasa, Zoé? —preguntó.

—Nada... —murmuré.

—¿Que te ha hecho? —mierda.

—¿De qué hablas?

—De que has estado muy sensible estos días, ¿que paso con lo que acordamos?

—Nada. Sigue en pie solo lo de Hero —decir su nombre me hacía estremecer. Recordaba la noche en que le estuve gritandolo y pidiendo más —. Lo de Christopher no.

—¿Vas a ir a la boda?

—No lo sé... —me alivie de que cambiará de tema.

—Yo iré —lo mire con burla —. ¿Que? Sigo siendo un poeta empedernido y me gustaría ir a una boda... ¿Podrías acompañarme?

—¿Es una cita? —me burle.

—Si así quieres que sea, pues si.

Le sonreí y acepte ir con él, solo esperaba que no hubiera problema alguno.

¿A quien se le ocurría hacer bodas en medio del invierno? Tenía que escoger muy bien lo que iba a llevar pues no quería morir congelada, al menos sabíamos que la boda sería en una iglesia que quedaba en la ciudad, la más bonita y grande.

No podía creer que el chico del que estuve enamorada desde mi entrada a la universidad se fuera a casar cuando hace unas semanas me había dicho que iba a cancelar su boda. El problema del vídeo en la piscina lo hizo cambiar de opinión.

Él ya había terminado su carrera. Ya no lo iba a ver más.

Me entra la nostalgia cuando me pongo el vestido sencillo de manga larga para que me cubra las marcas y del frío. No puedo creer que voy a la boda de mi ex amor platónico.

Finn me recoge en su auto y hablamos animadamente pero no puedo evitar sentirme mal por lo que sucedió con Hero y lo que va a acontecer ahora.

Me lo imagino diciendo el si acepto y besando a su novia, vivirían juntos, él sería un buen esposo por obligación, trabajaría arduamente para que a ella no le falte nada... Podría hasta engañar a su estúpida esposa cuando se aburra, tal vez con una instructora de pilates, una mesera o una médica forense como yo.

Agh mierda...

La entrada de la iglesia está infestada de personas que aún no entran, no veo a Chris en ninguna parte pero supongo que lo veré en el altar. Cuando el organizador da el aviso para acomodarnos en los asientos, Finn y yo esperamos a que todos entren para sentarnos en la parte de atrás.

No quiero ver cuándo la bese... Puta madre, ¿quién me entiende?

Al fin lo veo, su semblante está serio pero así ha sido él siempre... como la primera vez que hablamos. ¿Tan poco ha pasado? Se ve muy bien en ese traje negro que en la solapa trae una pequeña rosa roja, sus manos están atrás y espera pacientemente el inicio de su vida marital.

Empieza la música orquestal y todos los presentes nos giramos para ver entrar a la novia.

No me sorprende que su vestido se vea costoso, es inmenso, con encaje en los brazos y abertura en la espalda. Se le ve muy contenta, sonriente mientras que con sus manos aprieta el ramo de rosas que lleva.

Mientras todos suspiran, Finn me habla al odio.

—La abertura en la espalda casi deja ver la raya del culo...

Tengo que reprimir una carcajada porque ya todo el mundo está en silencio. Los novios ya estaban frente al cura, unos centímetros separados del otro.

Casi no pongo atención a todo lo que dicen porque estoy ensimismada mirando a Chris que no se mueve ni un milímetro y está atento a lo que acontece.

Y entonces, la hora de dar el sí.

—Dakota Rose, ¿aceptas a este hombre para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza?

—Acepto —dice con una sonrisa y suspiro.

—Christopher Davis, ¿aceptas a esta mujer para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza?

—No... No acepto.

El recinto se llena de muestras de asombro y la novia parece que se va a desmayar, pero en el rostro de Chris no hay atisbo de arrepentimiento, no se le ve ningún sentimiento si quiera y a mi el corazón me corre a mil cuando veo que en silencio se disculpa con Dakota y sale caminando rápido de la iglesia.

—Eso no me lo esperaba para nada —dice Finn tan asombrado como yo.

¿A esto se refería Chris cuando me dijo que cancelaría la boda? Que mal acto, dejar a la pobre llorando en medio de sus padres con el vestido y todo arreglado.

Será por mi...

Salimos de la iglesia, no quiero que las dos familias me miren, presiento que podrían echarme la culpa pero nada que hacer.

—Seguro creaste impacto en él, Zoé —me dice Finn con una sonrisa.

—Esto es terrible...

—¿Te das cuenta de lo fácil que puedes hacer doblegar a un hombre en sus decisiones? No pensé que Christopher fuera el tipo de hombre que hiciera esto, y se notaba que lo estuvo planeando hace mucho...

No quería pensar.

No quería imaginar la tristeza que sentía Dakota aunque en el fondo me alegrará.

Sin nada que celebrar, tuvimos que volver a la residencia, Finn tenía cosas que hacer y me dejó sola en mi habitación. Me quite el vestido, me puse algo calentito y me recoste en la cama para pensar.

¿Que puede estar haciendo Christopher?

¿Como se sentirá su, ahora, ex novia?

¿Su familia sabrá que fue por mi?

¿En verdad fue por mi?

Con todo esto en la cabeza me quedé dormitando un poco. Cuando desperté alguien golpeaba con fuerza la puerta.

—¿Olvidaste tus llaves? —me levanté pensando que era Tammy. Siempre dejaba las llaves en los bolsillos de sus chaquetas.

Volvieron a tocar y abrí la puerta.

Chris estaba allí, despeinado, la corbata de su traje desajustada y sin chaqueta.

Tenía un intenso olor a ron emanando de él.

¿Se lo esperaban? Tal vez muchas de ustedes no pero quién sabe...

Vuelvo con otro en unas horas.

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De Amores Y Amigos A Los 22 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora