Extreme Makeover (Maluma)

Cap. 4: Ceremonia de bienvenida

Examiné mi aspecto en el espejo del auto. Todo estaba en orden, al igual que mi ropa, aunque obviamente no la podia ver en el espejo. Llevaba puesto unos jeans claros talle alto, un top con manga a rayas, botines negros con un pequeño tacon cuadrado, mi cabello suelto con algo de ondas en las puntas y maquillaje sencillo.  Respiré profundo y bajé del auto. El estacionamiento de la fraternidad estaba repleto de gente. No terminaba de acostumbrarme a llamar la atención de los chicos, justo y como estaba pasando en ese momento. Algunos chicos que ya conocía me observaban atentos, al igual que algunos que no recordaba haber visto. Traté de concentrarme en lo que estaba haciendo. Bajé con difilcutad mis dos enormes maletas del auto, realmente estaban pesadas, creo que había un armario completo dentro de ellas.

Caminé hacia la entrada de la fraternidad rodando mis maletas. Cuando llegué a las escaleras, me dí cuenta del verdadero problema. Respiré profundo y cuando me dispuse a levantar la primera un chico lindo se acercó a mi.

- Oye linda, si quieres puedo ayudarte- me dijo amablemente. Por un momento me quedé sin palabras, pero rápidamente recordé las lecciones de mi tia Paulette.

- Oh, si eres tan amable- digo con mi mayor sonrisa. Me sonrrie de vuelta y sin ninguna dificultad, levantó las dos maletas y emprendio camino. Le indiqué el número de  mi  habitación. Cuando llegamos bajó las maletas y me observo por un instante.

- ¿Eres de intercambio?, porque no te había visto en la fraternidad.

- No, llevo casi un año viviendo aquí.

- Okey, yo soy Thom- me extendió una mano.

- yo soy Danielle- le sonreí estrechando su mano.

- Lindo nombre para una linda chica.- dijo  coqueto. Traté de no sonrojarme, debía acostumbrarme a recibir alagos. Simplemente  le sonreí.- Bueno Danielle, supongo que debes estar cansada. Fue un placer conocerte, nos vemos luego- Beso mi mejilla, abrí mis ojos como platos.

- Adios.- dije paralizada. Luego desapareció de mi vista.

¡¡¡Wow!!!, es increible lo que puede hacer un cambio de imagen, si fuese la misma de antes, huviese tenido que arrastrar mi equipaje yo solita hasta aquí.

Entre a la habitación y Leila estaba de espaldas a mi, desempacando, con auriculares en los oídos. Con el típico desastre de ropa en su cama y zapatos por todos lados. Sonreí y avance hacia ella, toqué su hombro y esta retiro sus auriculares al mismo tiempo que se daba la vuelta. Me observó de pie a cabeza con el ceño fruncido, luego una enorme sonrisa broto en su rostro.

-¡¡¡OH POR DIOS!!!- gritó y se abalanzó sobre mi a abrazarme- Amiga estas...hermosa- dijo eufórica después de soltarme-¡¡¡Oh por Dios!!!, tienes que cortarme que te sucedió,¿te rapataron?, no me digas que te labaron el cerebro.

- Leila calmate- dije entre risas.- Fué mi tia, la francesa, ella es la responsable, bueno junto con un grupo de expertos.

- Tienes que presentarmela alguna vez, esa mujer se merece un premio.- Ambas reimos.

Comencé a desempacar y Leila siguió en lo suyo, mientras charlabamos de nuestras vacaciones. Leila seguia sin creer que yo hubiese accedido a usar tanta ropa linda y a la moda. Cuando casi terminamos de ordenar las cosas entró Theo, como siempre sin tocar. Me pregunto que pasaría si alguna vez nos encontrara a alguna de las dos desnudas. Sería muy incómodo y extraño. Sacudí mi cabeza para desviar tan locos pensamientos.

-¿Danielle?- abrió los ojos como platos.-¿Eres tu?- preguntó examinandome.

-Quien más tonto- dije riendo- Claro que soy yo.