Cap. 26: Fogata en la playa

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Abro mis ojos y un rayo de luz que se cuela por la ventana me da en la cara. Siento la respiración de Juan en mi cuello y uno de sus brazos tiene rodeada mi cintura, podría despertar todos los días así y no me cansaría de ello. Observo el reloj que está en la mesa de noche  que marca las siete de la mañana, entonces recuerdo que la noche anterior me ofrecí a ayudar en la cocina, trato de salir del agarre de Juan, pero recibo por respuesta un gruñido de su parte, suspiro frustrada y lo intento de nuevo, cuando logro salir coloco una almohada bajo el brazo de Juan. Lo observo por un instante y aún sigue durmiendo tranquilamente. Voy rápidamente al baño para lavarme los dientes y darme una ducha corta. Cuando estoy lista bajo a la cocina, donde me encuentro a Marlli, como supuse, cocinando.

- Buenos días- digo entrando a la cocina.

- Buenos días cariño- dice sonriente- ¿Que haces despierta tan temprano?.

- Ayer dije que ayudaría en la cocina y aquí estoy- dije acercándome a ella.

- Oh no- negó con la cabeza.

-Por favor- dije juntando mis manos en forma de súplica y puse mi mejor cara de cachorrito.  

- Esta bien- dijo luego- Solo porque eres muy persistente- dijo sonriendo. Le sonreí de vuelta.

La ayude a preparar el desayuno. Charlábamos mientras lo hacíamos, le conté más sobre mi y ella me contó algunas cosas vergonzosas de Juan. Juro que casi muero de la risa cuando me dijo que a Juan le gustaba correr desnudo por la casa hasta que cumplió diez años. También me contó que Juan tuvo varias novias en la secundaria pero que ninguna le habían caído bien, me confeso que cuando su hijo le dijo que tenia una nueva novia pero que esta era diferente a las demás chicas, pensó que Juan solo lo decía para tranquilizarla pero que de seguro yo era otra más igual a todas. Me alegra haber cambiado la opinión que tenia de mi.

Cuando el desayuno estuvo listo lo servimos y pusimos la mesa. Como por arte de magia los demás integrantes de la familia Londoño se dieron cita en el comedor. Juan me regalo una sonrisa cuando venia entrando.

- Faltan los vasos.- dijo Marlli.

- Tranquila, yo los traigo- dije caminando hacia la cocina.

- Yo la ayudo- escuche decir a Juan.

Entre a la cocina, visualice los vasos, tomé tres y me di  vuelta para encontrarme con Juan a pocos centímetros de mi. Di un respingo por la sorpresa.

- Muy ingenioso poner una almohada en tu lugar- dijo con una sonrisa traviesa en su rostro.

- No quería despertarte- dije sonriendo nerviosa.

- ¿Y eso por que?- dijo avanzando hacia mi. Por instinto retrocedí. Me quitó los vasos de la mano y los dejó a un lado. Mi espalda chocó con el  fregador. Su sonrisa traviesa aún bailaba en sus labios.

- No lo se, solo quería dejarte dormir- dije rápidamente.

- Pues a mi me hubiese encantado despertar contigo a mi lado- dijo envolviendo mi cintura entre sus brazos.

-¿ah si?- dije enarcando una ceja.

-Si- susurró sobre mis labios. Acorté los milímetros que nos separaban para besarlo, llevando mis manos a su cuello para hacer el beso mas profundo.

- Nos esperan allá afuera.- dije mediante el beso.

- Okey, pero me debes un beso completo- dijo separándose de mi.

- Lo tendré en cuenta- dije sonriendo divertida.

***

Juan me mira por el rabillo del ojo mientras miramos una película,La propuesta, en la sala. La razón por la que esta tan incómodo es porque la película la escogimos Manuela y yo, osea nada que ver con sus gustos.  Cuando su hermana y yo reíamos por cualquier ocurrencia de los personajes de la película, el solo bostezaba. Creo que se estaba  sintiendo como yo cuando mi hermano lo secuestro toda la mañana para jugar vídeo juegos. De repente su celular sonó y Juan brinco del sofá como impulsado por un resorte. 

Extreme Makeover (Maluma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora