Cap. 33: Sin mirar atrás

820 50 3
                                    

Esta ultima semana me he sentido como un barco sin rumbo, ese que navega sin saber hacia donde va, sin saber que camino tomar, porque simplemente no encuentra ninguno. Es difícil creer en algo y que de pronto todo se derrumbe. Es difícil resistir el dolor cuando este fue ocasionado por una persona que amas y es aun mas difícil pretender que no sientes nada, que nada te afecta, cuando en realidad sientes que tu vida se esta derrumbando.

Durante esta semana me he mantenido aislada del mundo, no he salido de mi habitación, apague mi teléfono y no he hablado con nadie mas que con Leila.  Me la he pasado llorando a mares. Aveces pienso que ya no quedan mas lagrimas en mi sistema, pero luego siguen brotando como un manantial.

Leila me ha estado insistiendo en que debo salir, que debo enfrentarme al mundo, se que en parte tiene razón, pero no me siento preparada aun, no cuando Juan Luis pertenece al mundo que me rodea. El solo pensar que me tengo que cruzar con el en la facultad me pones los pelos de punta. No quiero ser débil, no quiero caer rendida ante el. Me ha estado buscando, al parecer no esta conforme con el hecho de que lo nuestro llego a su fin, pero no estoy dispuesta a perdonarlo, no esta vez.

Todos los días me digo que voy a estar bien, que esto va a pasar, pero amanece de nuevo y el dolor sigue allí, haciéndose presente, recordándome todo, trayendolo a el a mi mente una y otra vez. Por supuesto que el asma se ha hecho presente, mi aparato respiratorio no ha funcionado del todo bien estos últimos días. Se que todo esto es debido a mi estado emocional, la tristeza, el dolor, la decepción y el enojo que siento, han estado haciendo efecto.

Simplemente me siento perdida, no se que debo hacer en una situación como esta, no se como debo actuar, pero lo que si se es que no quiero seguir sufriendo.

- Dani, hay alguien que quiere hablar contigo- dice Leila, entrando en la habitación. Me encontraba de espaldas a ella.

- Te dije que no quiero hablar con nadie.- Mi voz sonó mas como un susurro ronco.

-Entonces, supongo que perdí mi viaje desde París- La voz de mi tía Paulette inundo la habitación. Me volví en su dirección y allí estaba ella, parada en la puerta del dormitorio. Me levante de mi cama y corrí hacia ella. Esta me recibió con los brazos abiertos, envolviendo en un abrazo acogedor y maternal, me hacia falta uno de esos en una situación como la que estaba pasando.

- ¿Que haces aquí?- dije con suma sorpresa.

- Tu amiga me contacto, me dijo que necesitabas mi ayuda.- me regalo una cálida sonrisa.

- ¿Sabes lo que sucedió?.

- No del todo, solo se que rompiste con Juan.- explico. La hice pasar y le conté todo con detalle. Las lagrimas se hicieron presentes nuevamente.

- No se que hacer tía, me siento perdida, siento como si me faltara algo, una pieza importante en mi vida, me siento devastada.- dije entre sollozos.

- Es normal que te sientas así Dani, no es para menos, pero no debes hacer una burbuja y encerrarte en ella, eso si que esta mal.

- No me siento preparada para verlo tía, estudiamos en la misma facultad, es lógico que me lo voy a cruzar.

- Deberás enfrentarlo en algún momento. No te puedes encerrar aquí por siempre.- Comento.

-No quiero enfrentarlo, porque se que si lo hago, en mi debilidad volveré a caer ante el y no quiero, no puedo.

- Estuve pensando en algo y te tengo una propuesta- La observe con curiosidad.- no tienes que darme una respuesta ahora mismo, puedes pensarlo el tiempo que quieras.

- ¿Qué es?- pregunte impaciente.

-Puedes continuar con tus estudios en el instituto de arquitectura de París y puedes vivir conmigo en mi apartamento, es lo suficientemente grande como para cinco personas y yo vivo allí sola, así que seria agradable tener compañía.- me quede callada, ninguna palabra podía salir de mi boca, estaba concentrada analizando lo que mi tía acababa de proponerme.

Extreme Makeover (Maluma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora