Cap. 22: Hogar, dulce hogar.

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Aparqué fuera de mi casa, observando el auto de mi hermano a un metro del mío. No podía creer que llegara primero que yo. Entro y cierro la puerta detrás de mi.

-¿ Hola?- digo arrastrando mis maletas hacia la sala- ¿papá?- no obtengo respuesta alguna. Hasta que escucho una ruido extraño que proviene de la cocina.

- Danielle cariño, llegaste- expresó con alegría mi padre saliendo de la cocina con un delantal puesto sobre su ropa de oficina. Era una imagen graciosa.

-¡¡¡Papá!!!- chillé emocionada y corrí hacia el, dejando mis maletas junto a las escaleras. Cuando estuve junto a él lo abracé rápidamente correspondió mi abrazo.- Te extrañé- dije aún aferrada a el.

- Yo también te extrañé pequeña.-dijo para luego besar mi cabello. Escuché unos pasos provenientes de las escaleras, supuse que era Luck y no me equivoqué.

-Enana, llegaste.- dijo acercándose hacia mi.

- Se supone que debería haber llegado primero que tu, ya que Colombia está mas lejos.- dije frunciendo el ceño.

- Si, eso es porque yo no tengo que pasar dos horas despidiéndome de mi apuesto novio futbolista, en cambio tu si.- dijo con ironía.

- Oh no cariño, lo que pasa es que tenía que empacar muchas cosas, ya sabes así somos las chicas- me encogí de hombros.- en cambio tu solo tenías que guardas un par de calzoncillos rotos y listo- dije en broma. Papá soltó una carcajada, pero a Luck no pareció causarle mucha gracia mi chiste.

- ¿Con que esas tenemos?- dijo con una sonrisa maliciosa- Ya veras- dijo acercándose hacia mí. Me escudé detrás de mi padre y Luck intentó llegar a mi, pero no podía, porque yo movía a mi padre de un lado a otro, luego comencé a ser perseguida a través de  la sala por mi hermano, al igual que cuando eramos pequeños, mientras mi padre sufría un ataque de risas, ignorando mis pedidos de ayuda. Finalmente Luck me atrapó y terminó revolviendo mi cabello, como siempre lo hace, sabe que odio que lo haga porque me siento como un perrito.  Pero no me quedaría con esa, me las pagaría tarde o temprano. 

***

Estábamos cenando.  Papá tuvo que pedir comida china, porque la cena se le quemó. Mi padre no es un gran cocinero, pero siempre hizo lo que pudo. Mi hermano heredó eso de el, ya que se le quema hasta el agua, en cambio yo heredé mis dotes de cocina por mi madre, quien era una excelente cocinera.

-Espero conocer a ese tal Juan- dijo mi padre por enésima vez durante la cena.

- No es ese tal Juan papá, es mi novio- lo corregí. Rodó los ojos.

- Lo siento, es que no me acostumbro al hecho de que tengas novio.- se encogió de hombros.

- Sabias que algún día pasaría.

- Si, pero no pensé que sucediera tan pronto.- dijo algo nostálgico.

- ¡¡¡Oh vamos papá!!! no soy una bebé- dije negando divertida.

- Para mi siempre lo serás-  respondió con ternura.

- Y este es el momento en el que Luck vomita unicornios y ositos cariñosos- dijo el idiota  de mi hermano. Le saqué la lengua, como un gesto muy maduro.

- Entonces, ¿Cuando conoceré al chico?- dijo mi padre, volviendo al tema.

- Vendrá un par de días, antes de navidad- dije y me llevé un bocado de arroz a mi boca.

-¿Donde se quedará?- preguntaron el  y Luck a unísono. Reí por ello, pero cesé al ver sus semblantes serios.

- Aquí, supongo.- me encogí de hombros.

Extreme Makeover (Maluma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora