Cap. 9: Tigres vs. Leones

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Estrujo mis ojos, aún somnolienta. Observo a Leila caminar de un lado al otro. Lleva puesta ropa deportiva. Chequeo la hora en el reloj que está sobre mi mesa de noche, para darme cuenta de que son las 7:00 am.

-¿A donde iras tan temprano?- le pregunto, luego de bostezar.

- A correr- dice con entusiasmo.- ¿me acompañas?

- No gracias- niego rotundamente- hoy es sábado, quiero seguir durmiendo- dije envolviendome de pie a cabeza con  la sábana.

- Esta bien, tu te lo pierdes- dijo y salio de la habitación.

Traté de conciliar nuevamente el sueño. Cuando por fin lo estaba logrando sonó mi celular. Gruñí con molestia, lo tomé de la mesa de noche y conteste sin ver de quien se trataba.

-¿Hola?- dije de mala gana.

- A mi también me da gusto oirte querida hermanita.- Se quejó Luck.

- Hola tonto, no sabia que eras tu.

- ¿Acaso borraste mi número?- Dijo ofendido.

- No Luck, conteste sin ver la pantalla.- Se quedó un momento en silencio.

- A que no adivinas quien te irá a visitar hoy- Soltó de repente con gran entusiasmo.

-¿La tia Paulette?- dije  con emoción.

- No- dijo iiritado.- Seré yo, no la tia Paulette.

-¿Y ese extraño deseo de verme de donde surgio?- pregunté extrañada.

- En que planeta vives Danielle- se burló- ¿No sabes contra quien jugará Princeton hoy?- El partido, no lo recordaba.

- No- dije co obviedad.

- Contra los Leones de Columbia.- soltó con orgullo.- Y yo iré a ver como les patearemos el trasero y bueno aprovecharé para saludarte.- dijo socarronamente.

- Ya veremos  quien patea a quien- dije retadoramente. Soltó una risa.

- Bueno enana, te veo en unas horas. Te quiero.

- Yo igual.- Dije para luego culminar la llamada.

Me acurruqué de nuevo en mi cama. Estaba conciliando el sueño nuevamente. Entonces volvió a sonar mi teléfono. Gruñí con irritación. Al ver la pantalla, me percate de que era un texto de Juan. Mi rostro se iluminó al ver su nombre. Rapidamente lo leí.

Hola amor, espero no haberte despertado. Necesito verte, estoy en la casa feixa en 5 minutos.

¿Queeé? cinco minutos, y yo ni siquiera me he lavado los dientes- pensé exasperada.

Salté de la cama y corrí hacia el baño, tropezando con mis pies. Me era dificultoso ver, ya que aún no tenía puestos mis lentes de contactos y mis anteojos estaban guardados quien sabe donde, lo cierto es que no tenía tiempo para buscarlos. Lavé mis dientes en tiempo record, luego corrí al armario, para enfundarme en un par de jeans, una camiseta y tenis converse. Me miré en el espejo, mi cabello era una maraña, lo até como pude en una coleta alta.  Coloqué rápidamente mis lentes de contacto. Mi rostro estaba más pálido de lo normal, así que pellizque mis mejillas para darles un poco de color.

Corrí escaleras abajo, examinando mi aspecto. En ese momento me dí cuenta de que no sabía en que estaba pensando cuando solo tomaba cualquier cosa del armario y me lo ponía hace meses atras. Salí de la fraternidad y allí estaba él, condenadamente sexi y yo condenadamente patética. Me sonrió mientras caminé hacia él.  Cuando llegué a su lado me encerró en un abrazo y besó mis labios.

Extreme Makeover (Maluma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora