La Nueva (Adrien/Chat Noir y tu)

Capítulo 40

Llevaba todo el día encerrado en mi habitación, Estaba pensando en muchas cosas incluyendo lo que paso hace varios días atrás con mi padre, abuelo, La señora Tsurugi y su hija Kagami. Todo era tan confuso para mi, quería que las cosas mejorarán pero lo único que pasaba era que empeoraban más y cada vez más. Había comenzado a comer pero lo hacía en mi cuarto, Nathalie se encargaba de traerme la comida y estoy agradecido con ella siendo honesto no me apetecía verle la cara a mi abuelo e' a mi padre. Me levanté de la cama para irme al mueble que había en mi habitación, Me dieron ganas de jugar videojuegos así que puse uno de mis favoritos y comencé a jugar.

Estaba muy concentrado en lo que estaba haciendo, tanto que ni escucharía si otros me llamaban. Después de unos cuantos minutos de juegos sentí como algo me pego en la cabeza le di pausa al videojuego y mire para la parte de atrás encontrandome con Plagg.

– ¿Que rayos te pasa Plagg?, Acaso ¿No vez que estoy jugando? - Dije algo enojado, Plagg enarcó una ceja. -

– ¿Y desde cuando estas tan animado?, Que yo sepa hace unos días estabas con los ánimos por los suelos ¿Que te paso Rubio Oxígenado? - Odiaba que me llamará así, pero sabía que me acostumbraría pronto. Lo vi agarrando su apestoso queso Camembert, Siempre sera un holgazan. -

– Ahora se que no puedo jugar un rato. - Rodee los ojos y me volteé mirando a la televisión, El se puso enfrente. -

– ¿Sabes que?, No me interesa lo que hagas me iré a comer muchos de mis amados quesos y no quiero que me molestes. - Dice sacando la lengua, Aparte de holgazan infantil. -

– Bueno te recuerdo, Que hace un rato te preocupaste por mi Gato pulgoso. - El me puso Rubio Oxigenado, yo le pondré este apodo aparte le combina. -

– E-eso no es cierto, ¡Dejame en paz! - Se atraganto con uno de sus quesos, Yo solo me dedique a reír por lo bajo siempre me sacaba una sonrisa y aunque no se lo demuestre estoy agradecido con el. -

Volvi a tomar el control para comenzar a jugar, Pero el sonido de mi celular me interrumpio creando que lo volviera a poner en pausa.

Era Nino, mi mejor amigo.

Sin pensarlo dos veces contesté la llamada, Pegandome el teléfono al oído para escucharlo.

– ¿Que tal viejo?, Te llamo para saber si te gustaría salir hoy. - Dice este por la otra línea telefónica. -

– Pues la verdad no tengo mucho que hacer, así que acepto. - Dije con una sonrisa, sin mostrar los dientes. -

– Bien estaré en tu casa en un par de minutos, Nos vemos. - Alejo el teléfono de mi oído y cuelgo la llamada. -

Apagué la televisión para después levantarme de el mueble, Hace un rato me había duchado y ya estoy listo así que bajaré para solo esperar a nino. Abrí la puerta de mi habitación saliendo de esta, como si nada hubiera pasado. Baje las escaleras rápidamente y al terminar de bajarlas, Me dirigí hacía la puerta de la salida pero unas voces que provenían del despacho de mi padre hicieron que me detuviera. Mire a la salida y volví a mirar al despacho de mi padre quien tenía la puerta media abierta. Era difícil elegir entre estas dos pero elegí ir al despacho de mi padre, Obviamente me escondería para que no me vieran algo me decía que tenía que saber de lo que hablaban.

– Padre, ¿Hasta cuando seguirás con esto? - Era la voz de mi padre, Pero ¿A que se refería? -

– Seguiré con esto hasta cuando yo quiera Gabriel, Adrien todavía no olvida a esa mocosa y ya estoy perdiendo la paciencia. - Me moleste, Odie el como llamo a T/N ¿Como se atreve? no tiene ningún derecho para llamarla así cuando el es mucho peor. -