Capítulo 18: La recuperación del muro María, Parte #1

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La oscuridad aumentó a medida que ingresaban a la profundidad del bosque, el follaje impedía que la luz lunar entrara a iluminar la estancia a sus alrededores. Casi todos los soldados sostenían lamparas en sus manos con el objetivo de iluminar el camino, aún así todos sentían que caminaban a ciegas, pues las lamparas solo les deba la suficiente luz para ver hacia adelante.

Mikasa contó los pasos que daba, iba por el 574. no sabía en qué momento había comenzado a contar algo tan trivial pero fue lo único que mantuvo su mente distraída. Shinganshina estaba pasando la montaña, pronto regresaría al lugar que había sido su hogar por un tiempo. Miró a su derecha cuando Eren se puso al lado de ella.

_ Gracias por llevar mi caballo - susurró, su voz sonó monótona y distante. El semblante de Eren se veía derrotado, cansado y aterrado. Mikasa estiró su mano a la derecha y tomó la mano de él, este la aceptó y apretó ligeramente.

_ ¡Tranquilo! además debes guardar tus fuerzas.

_ Si, lo sé - sentía algo en el pecho, esa señal de alerta y constante miedo. sabía que la misión era todo un riesgo por muchos factores pero algo más lo tenía intranquilo, quizás era paranoia pero presentía que las cosas no iban a resultar más difíciles de lo que cualquiera pensó.

_ Exacto, descansa Eren - comentó Connie uniéndose a la corta conversación.

_ No lo llames por el nombre, idiota - espetó Jean - hay que dar por hecho que siempre nos rodean enemigos.

_ Es verdad, lo siento.

Mikasa le iba a pedir a los chicos que bajaran la voz cuando Jean gritó a sus espaldas.

_ ¡Titán a la izquierda! iluminen la zona.

Un titan de aproximadamente cinco metros yacía a unos cuantos metros de donde ellos estaban, sus ojos estaban abiertos pero ausentes, Eren supuso que simplemente estaba en estado de letargo como les sucedía cada que no había luz solar. (aunque no siempre) pensó Eren, recordando aquella invasión de titanes cerca al castillo de Utgard.

_ Tranquilos - dijo Hanji iluminando el rostro del titan - está dormido, dejémoslo.

Cuando siguen su camino, el silencio intensifica aquel terrible presentimiento de negatividad. la luz que alumbra su paso comienza a titilar y se da cuenta que son sus manos que tiemblan. ¿Porqué estoy temblando? pensó Eren, ansioso y dubitativo. ¿De qué tengo miedo? se preguntó en un vago intento de controlar su interior. Si no recuperamos la muralla maría ¿qué haremos? No tendré otra oportunidad, no puedo decepcionarlos - y miró a Mikasa, quien caminaba a su lado girando su cabeza de lado a lado, no sabía si en busca de enemigos o reconociendo el terreno - No puedo decepcionarla - pensó Eren, sintiendo esa chispa de esperanza que ella siempre le regalaba - No a ella, que está emocionada de volver a casa. Tengo qué hacerlo... pero ¿Cómo podrá alguien como yo salvar a la humanidad? - Eren no dejaba de darle vueltas a ese asunto. ¿y si él no era la persona correcta? y ¿si quizás ese poder de titan debería tenerlo alguien más que pueda logar más de lo que él ha hecho?

Mikasa notó la mano de Eren sosteniendo la lampara, temblaba ligeramente. Supuso que era por miedo, ella se sentía igual. intentó arañar el subconsciente de Eren con aquel lazo extraño que ella creía que tenían, como cuando pensaba en él y guardaba el deseo y la esperanza que él supiera que estaba pensando en él y si era mucho mejor, que también supiera en qué pensaba. Indagó un poco más, intentando leer su expresión facial pero al final se rindió, él últimamente tenía mil nuevas caras que a ella se le hacía imposible de leer.

Volvió a tomar su mano, la cual soltó cuando Jean avistó al titán, está vez ella acarició su costado y lo miró tiernamente, quería transmitirle animo.

Amor en la tormenta  (Eremika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora