Habían sido varios años de amistad y hermandad, casi toda su niñez había sido a su lado. Un niño rubio; agazapado y llorando le devolvía la mirada mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Aquella visión le trajo paz, nostalgia y dolor. Siguió caminando y arrastró el cuerpo desmembrado de Bertholdt mientras su mejor amigo "muerto y calcinado" se quedaba en la sombra.
No quedaba vestigio de más soldados, no sabía donde estaban los demás o si es que todavía estaban... ¿y Mikasa? No lo sabía y la parte negativa de su cerebro le gritaba que había tenido el mismo destino que Armin; cruel, doloroso y heroico.
Sus lagrimas siguen bajando por sus mejillas pero las aparta de un manotazo, no puede permitirse el llorar, necesita buscar a Mikasa, asegurarse de que la única persona que más le importa siguiese con vida. No podía permitirse el perderla también, no a ella, no después de ver morir a su mejor amigo.
A lo lejos divisa algo que se mueve con rapidez y anda en cuatro patas. Cuando estuvo lo suficientemente cerca fue que se dio cuenta de que era un titan que se acercaba a él. Alguien más, con el color de cabello del mismo tono que su viejo amigo, va montado sobre aquel ente. Por instinto rodea a Bertholdt y su cuchilla, que segundos antes estaba envainada, presiona su garganta mientras finas gotas de sangre comienzan a salir. Alcanza a ver la marca bajo los ojos del hombre rubio, marcas que le hacen saber que se trata de un titan cambiante.
_ ¿Tú debes ser Eren Jaeger?
_ No se acerque o lo mataré - su cuchilla hace más presión, la rabia que siente hacia Bertholdt es innegable e irreversible. Aquel que una vez consideró su compañero era el culpable de la muerte de su madre y mejor amigo, y el hombre delante de él, estaba más que seguro que era el titán bestia, responsable de muchas muertes más.
_ No te pareces en nada a tu padre - al ver el rostro de asombro de Eren, el titán bestia sigue hablando - Créeme, te entiendo. Somos victimas de tu padre, él te lavó el cerebro.
Eren vio como el titán cuadrúpedo se inclinó con la intensión de llevarse a Bertholdt, pero en eso Levi aparece sobre la muralla.
_ Eren... un día te salvaré.
Y se alejó, mirando una ultima vez a un confuso Eren.
Este observó como Levi se acercaba a él, su rostro estaba empapado en sangre de titán.
_ Me quedé sin gas. Dame el tuyo, voy a seguirlo - dijo Levi, sin quitar la mirada hacia donde el mono se escapaba.
Eren comenzó a desprenderse de su equipo de maniobra tridimensional, dejó las cuchillas a un lado mientras Bertholdt echaba humo a su derecha. Siguió despojándose de sus pertenencias cuando un sonido llamó su atención... fue un largo suspiro, cargado de dolor y dificultad. Incrédulo miró hacia el cuerpo de Armin, un cuerpo que aún respira.
Mientras Armin aún se aferra a la vida, Mikasa se encuentra al otro lado ignorante de la situación de su mejor amigo. Sus manos hacen un nudo en el vendaje que cruza la espalada de Jean, al apretar aún más, éste lanza un quejido pero se deja llevar por la manos de la joven.
_ ¡Perdón! - se disculpa, sus ojos aún siguen fijos en Reiner y Hanji.
Ésta ultima sujeta una pequeña caja delante del rostro de Reiner, desmembrado y con una cabeza a medio regenerar.
_ ¿Qué es esto?
_ Carta. Una carta de Ymir - apenas y podía hablar pero sus palabras eran claras - Dásela a Crysta, por favor.
_ Luego de leerla - dijo Hanji, e hizo una pausa para arrodillarse ante él - Tengo muchas preguntas. ¿Vas a responderlas?
_ No.
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Amor en la tormenta (Eremika)
FanfictionCuando Mikasa fue salvada por Eren hacía muchos años atrás, el sentimiento de gratitud que sintió por él poco a poco fue cambiando a algo mucho más fuerte y puro. Mikasa sabía que daría su vida por Eren porque su amor era más grande de lo que pudie...