El miedo en su interior creció al ver como su padre caía moribundo al frío suelo, al intentar contener las lagrimas pudo percibir como su madre era asesinada también por aquellos terribles hombres.
La melancolía y el dolor explotaron en su interior mientras era llevada en contra de su voluntad por esas personas. ¿acaso moriría? se preguntó Mikasa una y otra vez mientras la puerta de la oscura habitación se abrió dejando ver a un chico de prácticamente su misma edad.
_¡PELEAAAAA! -Fueron las palabras que aquel chico gritó haciendo que ella reaccionara.
Y así lo hizo, algo en su interior cambió. Una corriente de poder y energía inundó sus venas y a los pocos segundos se encontró atacando a aquel hombre quien quería hacerle daño a su salvador.
Cuando ya por fin estaban a salvo, cuando los asesinos de sus padres se encontraban muertos y vacíos, Mikasa cayó de rodillas y se sumió en un profundo sueño.
Eren la observó atónito, la manera en la que había dado pelea le había dejado ensimismado y cuando la vio caer de rodillas solo pudo observarla.
Era hermosa.
Incluso a esa edad pudo sentir como algo en su interior aleteo levemente. Con lentitud se acercó a ella y se sentó a su lado, observándola mientras yacía en la inconsciencia.
Eren esperó a ver si despertaba.
Esperó a que su padre llegara porque sabía que le encontraría y muy en el fondo tenía miedo de lo que fuese a pensar.
Y esperó, porque mientras más esperaba, más apreciaba la belleza de Mikasa y su tranquilo respirar.
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Bueno, eso es todo.
Esta como podrán ver es el primer Fanfiction que escribo y estaba tan aburrida de buscar un Fanfic que no haya leído de Eremika que decidí escribir uno. Espero sea de su total agrado.
Díganme que tal les parece y como creen que debería evolucionar la historia.
Tengan buen día, Carnadas!
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Amor en la tormenta (Eremika)
Hayran KurguCuando Mikasa fue salvada por Eren hacía muchos años atrás, el sentimiento de gratitud que sintió por él poco a poco fue cambiando a algo mucho más fuerte y puro. Mikasa sabía que daría su vida por Eren porque su amor era más grande de lo que pudie...