Capítulo 2: Preliminares: Parte #2 (La caída de la muralla María)

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Mikasa acomodó las ramas que había recogido y en una especie de canasta parecida a una mochila, las colocó sobre su espalda.

Eren estaba en lo alto de la colina y ella tenía que ir a buscarle.

Con lentos pasos, Mikasa llegó hasta el final de la colina y vio a Eren dormido bajo la sombra de un árbol. En ese momento, Mikasa se acercó hasta él sin hacer ni el más mínimo ruido.

Le encantaba observarlo dormir. Ella no lo veía como un pasatiempo, era más que eso. Su corazón se inflaba de paz y un amor que no podía explicar. Mikasa había pensado que lo que sentía por él era mera gratitud, por haberle salvado la vida, pero con el tiempo descubrió que en realidad era amor, quizá era ese típico amor juvenil que se desvanece en la siguiente primavera. o quizá era algo mucho más fuerte. Sin importar lo que ella sintiera, siempre estaría a su lado; ya sea como amiga, o hermana, porque lamentablemente Eren no sentía algo diferente por ella.

Delicadamente tocó su hombro para despertarle.

_¡Eren! - dijo, sacudiendo su hombro con mayor fuerza ya que él no despertó a la primera.

Eren abrió los ojos sobresaltado por el susto y la pesadilla que acababa de tener.

_ Huh? Mikasa? - dijo en un susurro, se sentía aturdido y la proximidad de la chica hizo que se sintiera más nervioso que nunca.

_ Ya deberíamos volver - respondió ella alejándose, viendo como él se sentía incomodo por su cercanía.

_ ¿Qué fue lo que pasó?

_ Decías cosas sin sentido - dijo Mikasa, un tanto preocupada por él.

_ Ya veo - respondió, colocándose en pie para seguirla - me quedé dormido. Creo que estaba soñando algo, pero no recuerdo qué era.

Mikasa giró para observarlo nuevamente y se sorprendió al ver como una lagrima bajaba por su suave mejilla.

_ ¡Eren! ¿Porqué estás llorando?

Eren llevó su mano hasta su rostro y palpó la pequeña lagrima que bajaba. Sus vagos recuerdos sobre el sueño regresaron pero se le hizo imposible descifrarlos.

Mikasa le seguía observando con preocupación lo que interiormente le enojó un poco. Ella siempre estaba preocupada por él. Lo trataba como si fuese su hermanito y eso a él le disgustaba y no sabía el porqué.

Desde que sus padres decidieron adoptar a Mikasa, ella había cambiado y todo el tiempo estaba encima de él hostigándole. Al principio creyó que era porque ella gustaba de él, pero luego descubrió que simplemente él era para ella el hermano que nunca tuvo. desde ese entonces, Eren no ha podido verla directamente a los ojos sin pensar que lo que él sentía estaba mal ya que para los ojos de todo el mundo, incluyendo a sus padres y a la misma Mikasa, ellos eran hermanos.

Eren decidió ignorar su pregunta ya que ni él mismo sabía el porqué había estado llorando. Se acercó a ella y tomó la mitad de las ramas que cargaba para ponerla sobre su espalda.

Ambos bajaron la colina y se encaminaron al centro del distrito Shiganshina.

En aquel momento, La Legión de Reconocimiento pasaba por la calles. Ambos corrieron para poder ver a los héroes de las murallas. El rostro de Eren cambió de la felicidad a la confusión al ver la cantidad de soldados que llegaban, ya que eran mucho menos de los que se habían ido. Muchos estaban heridos, algunos otros simplemente sumidos en el silencio.

Con horror presenciaron la terrible escena en el que uno de los soldados le entregó un brazo de uno de los soldados caído en batalla.

_ Ella es la madre de Moisés. - dijo el hombre, y acto seguido le entregó el brazo envuelto en unas mantas.

Mikasa arrastró a Eren de la calle tomándole de la mano ya que nuevamente se había metido en una pelea pero esta vez era con unos señores.

El saber que Eren quería unirse a la Legión de Reconocimiento hizo que el corazón de Mikasa se arrugara por el dolor ya que sabía que casi nadie salía vivo de ahí, estar fuera de la seguridad de las murallas era simplemente un suicidio y Eren quería someterse a eso. ¿a consta de qué? se preguntó, una y otra vez mientras llegaban a la casa de los Jaeger.

_ Eren quiere unirse a la Legión de Reconocimiento. - soltó sin más. sabía que la única forma de disuadir a Eren, era si su madre se lo pedía o se lo prohibía. y aunque sabía que Eren se sentiría traicionado, en ese momento no le importó, solo su seguridad importaba.

_ ¡Mikasa! - gritó, mientras la observaba incrédulo. pero quien se creía. Ahí estaba ella nuevamente jugando a ser su madre.

Luego de la breve discusión con su madre y del sorpresivo apoyo de su padre Eren se fue de la casa enojado y decepcionado.

En ese momento Mikasa se arrepintió de haberle delatado, pensando que sus padres no lo apoyarían, sin embargo su padre se encontró relativamente complacido con la idea y eso a ella la desconcertó.

_Mikasa? - dijo Carla, la madre de Eren - Sin importar que pase prométeme que le protegerás y que se ayudaran mutuamente.

_ Lo prometo - dijo, sintiendo el peso de su promesa.

acto seguido corrió detrás de Eren para pedirle disculpas y hacerle entrar en razón.

En el camino pudo divisar como Eren y Armin; el mejor amigo de Eren y de ella, estaban a punto de ser atacados por un grupo de estúpidos sin cerebro. Desde que ella se había ido a vivir con los Jaeger, había adquirido una fuerza y una agilidad superior a la de sus amigos, lo que siempre  ayudaba para sacarlos de problemas como en aquel momento.

_ ¿Porqué lo hiciste, porqué le dijiste a mis padres? - preguntó Eren enojado, lanzando una piedra al riachuelo.

_ Jamás dije que no lo haría - Respondió Mikasa con su frio semblante.

El silencio duró varios segundos, como mucho un minuto.

El lugar se iluminó por una luz amarillenta y el estruendo de aquella luz los hizo saltar.

Una gigantesca mano, llena de músculos y carente de piel asomaba por las afueras del muro María.

En aquel momento la terrible paz que los había llevado a vivir de manera tan deplorable se vio interrumpida por un titan mucho más alto que la misma muralla que les había protegido por poco mas de 100 años.

instintivamente, Eren corrió hacia Mikasa y la tomó de la mano. En aquel momento el repentino cosquilleo al sentir sus manos unidas, se veía opacado por el retumbar de su miedoso corazón.

Los titanes comenzaron a entrar al distrito, en grupo de más de tres.

Los restos de la muralla salieron disparados por todas direcciones. Grandes piedras impactaron en la casa de los aldeanos.

Automáticamente pensó en su casa.

pensó en que una de las grandes piedras cayó cerca.

y pensó en su madre.

su madre llenó sus pensamientos.

mientras seguía sujetando la mano de Mikasa, Eren vio lo que sus pesadillas le quisieron decir.

Hannes cargó con los cuerpos de ambos niños mientras el titan sonriente se devoraba a Carla; la feliz y amable Carla.

Eren gritaba su nombre sin cesar mientras el llanto aumentaba.

Mikasa solo pudo callar, y observar como su segunda madre era asesinada frente a sus ojos nuevamente.

Estaban solos, ahora solo serían Eren y Mikasa.


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Bueno, estuvo un poco largo pero sentí que era necesario relatar lo que pasó en aquel momento.

No se duerman que en el siguiente capitulo si habrá mas Eremika. espero les haya gustado y no olviden votar y comentar. me gustaría saber lo que piensan.

Amor en la tormenta  (Eremika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora