ஐ Decalcomaníe ஐ Min YoonGi

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¿Porque debía de ser así?

Había entendido que todo era simplemente una cadena, y por más que quisiera que fuera lo contrario, lo mejor para ella era no romperla.
Una situación siempre la llevaba a un momento malo o a uno bueno, incluso si tomaba el bueno, esta lo conducía a uno malo, que finalmente la llevaba a otra situación. Y cuando trataba de ir en contra de eso, bueno, su estabilidad emocional siempre tendía de un hilo, tomar otro camino era como romper ese hilo.

Todos sorpresa estamos en situaciones parecidas, todos siempre nos encontramos en situaciones que sin importar que tan buenas comienzan, pueden terminar mal, y que sin importar que tan mal comienzan, pueden terminar mal. Siempre es así. La única diferencia es con que intensidad nos llega cada resultado.

Soo había entendido que ella estaba viviendo posiblemente la peor de sus vidas, donde sin importar que cosa le sucediera, nunca podría estar completamente en paz. Entendía que todo el dolor ya no era algo con el que pudiera vivir y hacer como si nada estuviera ocurriendo, el dolor la consumía, e incluso cuando tenía un pequeño momento de felicidad, este realmente era eso, pequeño.

Pero era algo que nadie notada, que incluso si creía saberlo, realmente no sabía nada.

YoonGi había hablado con Jimin y Taehyung sobre las cosas que la chica solía contarle, y no, no era por ser chismoso, simplemente era por buscar ayuda de los amigos de Soo.
Ella necesitaba el apoyo, comprensión y cariño que creía no tener, porque se estaba derrumbando frente a todos y hasta ese momento, nadie había sido capaz de verlo. De aceptarlo.

Ambos chicos sintieron su corazón golpear con fuerza al ver a las personas que estaban fuera de ese lugar. Tiendas de campaña y letros por el lugar. ¿Era emocionante? Que te quisieran de esa manera debía de serlo, pero no lo era.

Cuando Jimin habló con Soo y le pidió que se vieran, todo había sido como normalmente lo era, pero dejó de serlo cuando en lugar de ella apareció su mánager avisando que sacar a la chica del condominio donde vivía había sido un reto que al final ella se negó a hacer, negándose a salir del lugar. Tampoco esperaron ver lo que vieron cuando decidieron que si ella no iba a ellos, ellos irían a ella. Fuera del edificio estaban los guardias de Seguridad impidiendo el paso, mientras que otros cuantos hablaban con todas las personas que rodeaban el lugar. Una escenas que se repetía en el estacionamiento. Entonces ambos chicos comprendieron el porque su amiga había sido incapaz de salir de aquel lugar.

Salir de aquel auto sin ser vistos había sido otro reto, aun más difícil que el tratar de no ser visto a dentro de el.

Pero el reto más duro sin duda alguna había llegado al momento de estar frente a la puerta del departamento de Soo donde un guardia de seguridad se encontraba de pie. Hicieron una reverencia antes de que el mánager de la chica les abriera la puerta.
El lugar se encontraba completamente ordenado y en absoluto silencio, cualquiera podría creer que no había nadie, pero la figura de Soo sentada frente al gran ventanal que daba a su terraza, era una clara nuestra de que no estaba vacío.

Su mirada se encontraba pérdida en la vista que la altura en que se encontraba le brindaba. Mirando a lo lejos como coches pasaban y pequeñas personas caminaban sin aparentes preocupaciones. Mirando las plantas, la mesita y el pequeño sofá colgante que tenía en su terraza, imaginando que estaba ahí, pero debido al cristal que los separaba no podía.

Sabía que ya no estaba sola, porque debido al silencio podía escuchar hasta el mínimo ruido que pasará a su alrededor. Quería llorar, pero se sentía sin las fuerzas, sin las lágrimas para poder hacer lo. ¿Podría alguien realmente vivir de esa forma? Porque al menos ella sentía que no podría hacerlo más.