15. EL ADIÓS

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Al cabo de un mes ya no lo vió pero se topó rumbo al trabajo con su imagen plasmada en varios cartelones lo que significaba que había regresado al cuadrilátero.

—¿Por qué no vas al médico —dijo Olivia preocupada podrías tener quistes.

—Esos malditos me quitaron un ovario cuando tenía quince años ¿habrán venido por el otro?

—Miranda que tengas sólo un ovario y no produzca suficientes hormonas para embarazarte no quiere decir que no desarrolles alguna otra enfermedad.

—Tal vez sólo subí de peso por tanta chatarra que he estado comiendo.

—Pues esa inflamación no me parece normal.

—Es cierto, tal vez puedo tener una infección —recordó su falta de cuidado al acostarse con Roman.

—Ojalá y sea sólo una infección.

—No lo digas ni de broma —la miró —que si el cavernícola idiota me contagió algo te juro que lo cuelgo.

Olivia escuchó por fin lo que tantas veces se contuvo de preguntar.

—Así que después de todo si hiciste algo más que salir con el vecino.

Miranda se miró al espejo de la recamara de su hermana y se tocó la barriga.

—¿Qué tendré? Se siente raro.

—No evadas mi pregunta.

—No me preguntaste nada.

—¿Te acostaste con Roman?

—Eso ya no importa.

—Dijiste que tal vez te contagió. ¿No usaste protección?

—¡Olivia! —le reclamó que fuera tan curiosa.

—Miranda, nunca habías sido tan descuidada. Todavía recuerdo que no permitías que Gustav te tocara sin un plástico encima.

—Porque no confiaba en él.

—¿Y en Román sí? ¿Sabes cuántas mujeres lo rondan?

—Sí, lo sé.

—¿Y?

—El tuvo la culpa, me hizo perder la cabeza.

—¡No mi vida! ¡Él fué el que perdió la cabeza pero adentro de ti!

—¡Olivia, qué vulgar eres!

—¿Perdón miss eructo 2017, 2018, 2019, 2020?

—¿Estás hablando de sexo?

—Estoy hablando de tu salud. Se supone que esa gastritis debió curarse con el tratamiento en poco tiempo, pero ya pasado dos meses y yo veo que esa barriga te está creciendo como si estuvieras embarazada lo cual no es posible. No entiendo como apenas te divorciaste de Gustav corriste hacerte uno y mil exámenes para revisar tu salud y en cambio con este ídolo de multitudes no te has ido por lo menos a practicar un ultrasonido para ver qué te ocurre.

Miranda hubiera preferido ignorar ese detalle de salud pero su hermana tenía razón.

Sabía que los vecinos murmuraban acerca de su supuesto embarazo y coincidían en que Roman era el padre. Era evidente que desconocían su situación real. Mirando sabía que era estéril gracias al fallido tratamiento que le dió la eminencia médica llamada Valerie, pero no si su nueva condición física era debido a un problema mayor.

Había momentos en que soñaba con llevar en su vientre una pequeña vida.

Esa tarde mientras disfrutaba de los últimos rayos vespertinos en el patio trasero de su casa, sentada en el piso se tocó el estómago y suspiró. Se preguntó: ¿cómo sería si tuviera un bebé o a quién se parecería? Sin duda al padre de su pequeño o pequeña y ese sería Roman.

MIRANDA BUSCA NOVIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora