— Aqua, cada día que pasa tu sonrisa parece marchitarse más —Comentó Jordrao a la ninfa, que estaba recostada en el tronco del sauce.
Jordrao no poseía cuerpo propio, solo le quedaba su espectro con el que podía pasearse hasta donde limitara la cortina de hojas. De su alma desnuda poco se distinguía ya, exceptuando un rostro detallado y el contorno del físico. Mas sus habilidades eran sorprendentes.
El Sauce de Cristales también había sufrido modificaciones, ahora sus hojillas eran rosadas y el tronco blanco. Se le empezó a llamar el Sauce de Campanillas por las pequeñas flores que aparecieron entre sus largas hojas.
La ninfa suspiró.
— Él no me ama, mi semidiós. Se preocupa y ocupa de mí sin amarme.
— Sabías que algún día la cadena se rompería. El amor puede sobrevivir mucho tiempo y en millones de cuerpos distintos, pero siempre llega el momento en que nace un descendiente destinado a amar a otra persona.
— Lo sé... es que él me lo prometió, mi semidiós... "No importan cuántas vidas se interpongan entre nosotros, siempre seré tuyo, esclavo de tus ojos azules".
Jordrao sonrió con comprensión.
En ese momento Aren se encontraba en el Templo de Piedra, creando un mapa de raíces y hojas que representara toda Tierra Nevada. El chico ya era capaz de controlar su poder a merced y, además de las nuevas lecciones de Jordrao, pasaba mucho tiempo entre los terranos, en especial, con su familia. Aren había crecido hasta medir casi dos metros y a su cabellera, que mantenía semirecogida, poco le faltaba para ser tan larga como la de Jordrao. Su rostro pecoso había adquirido cierta belleza coqueta y su cuerpo, una fisionomía muy delgada.
— Mmm, alguien se acerca —Adivinó el semidiós.
<<Pisadas ágiles, intranquilas; no hostiles>>.
Ala atravesó la cortina de hojas rosadas.
— Perdonen por venir sin avisar, pero quisiera pedirle un favor, mi semidiós.
— Directo al asunto como de costumbre —Bromeó Jordrao—, también me alegra verla, joven Ala de los Llanos Blancos Centrales.
La chica inclinó la cabeza a modo de reverencia.
— ¿Vino sola?
— No, mis acompañantes esperan afuera. Solo quería saber si podría localizar un grupo de los nuestros que anda desaparecido. Enviamos una expedición al Sur hace más de tres semanas y ni siquiera Firense a podido dar con ellos. Sí, me preocupa que les haya pasado algo.
— La expedición, ha sido una orden peligrosa —Dijo Aqua.
— Estoy consiente de ello, pero no somos un pueblo que sobreviva entre la incertidumbre. Tierra Nevada parece ya no pertenecernos y lo admito, en las tierras que se encuentran entre el sauce y el Templo de Piedra viven muchas personas en paz y no dejan de llegar sobrevivientes, sin embargo, llevamos años en alerta de guerra y necesitamos saber a qué nos estamos enfrentando.
— Joven líder, dígame, ¿recuerda la primera vez que nos vimos hace dos años?
Un poco fastidiada, Ala asintió.
...
La aldea entera marchó en busca de una seguridad que desconocían. Su única pista: el Sauce de Cristales. Después de varios días nublados y tensos, dieron con el claro donde se encontraba el descomunal árbol. En seguida, una impresionante sensación de calma invadió a todos. Muchos pasaron la cortina, la mitad se paralizó del asombro, la otra, empezó a hablar a gritos.
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La profecía ✅
Viễn tưởng**NUEVA ORGANIZACIÓN DE LOS CAPÍTULOS** Tristán e Hylena son dos gemelos peculiares, cansados de profecías y supersticiones que solo desean una vida normal en Tierra Nevada, su mundo. Sin embargo, el destino tiene otros planes y les desvelarán las v...