Los tres jóvenes (III)

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Cayó y cayó a través de la tierra, hasta dejar atrás su propia existencia.

Hyna abrió los ojos para encontrarse en medio de la nada, cayendo constantemente. Creyó haber conocido la muerte y lamentó muchísimo no haber tenido una vida más provechosa.

Entonces, una luz apareció ante ella y empezó a moldearse en una mujer tres veces más grande que Hyna. Se formó en cuerpo y alma delante de ella, dos ojos de un imposible color naranja, carnosos labios rojos, largos bucles ardientes por cabellera, finas manos femeninas y, para rematar, una bata resplandeciente que ocultaba su figura.

Sus miradas chocaron.

— Muchacha, ¿qué te trae al Limbo? —Preguntó sin vueltas, pero amablemente

-— ¿"Limbo"?... ¿No estoy muerta?

La extraña sonrió con ternura.

— No del todo. El Limbo es la intercepción entre la muerte y la vida, en donde difícil es entrar y solo las almas fuertes logran salir.

— Yo debo salir.

La mujer la miró, analizando su reciente reacción. Calmó la mirada y tomó la palabra.

— Te puedo ayudar, de todas maneras solo yo estoy condenada a este confinamiento, pero dime, ¿cómo terminaste aquí?

¿Por dónde empezar? Una cosa llevaría a la otra y tendría que acabar contando toda su vida.

— Primero dime quién eres —Exigió Hylena.

— ¿No sabes quién soy? —La sonrisa de la extraña se esfumó.

— Sé que eres fuego, que emanas una calidez acogedora y que eres lo único vivo que he visto hasta ahora.

— Sí, eso soy.

— De donde vengo fuego es igual a muerte.

La extraña pareció dolida.

— Por favor, muchacha, cuéntame de ti, entonces te diré quién soy.

Hylena respiró hondamente el aire vacío del Limbo; no tenía muchas opciones. Reveló 16 años de existencia a la mujer ardiente, confió sin miramientos y reiteró su necesidad de salir de allí.

La extraña observó su estado imperturbable a pesar de lo relatado.

— Joven muchacha, puedo ver que de mentirosa no tienes nada, lo siento. No hay maldad, ni temor en tus palabras... mereces saber quién soy.

>> Me llamo Valeria, sí, soy el dios que tu gente, mi gente, aborrece. Vengo de Helios, un imperio alzado con la sangre de nuestras conquistas, pues mi pueblo, se nutre de la destrucción de otros mundos. Rechacé nuestras costumbres hasta que me fueron insoportables y hui de casa tan pronto alcancé la mayoría de edad.

>> Acabé llegando a un mundo vacío y oscuro, completamente deshabitado, virgen, al cual decidí otorgar mis esperanzas de ser algo más que una destructora. Entregué la mitad de mi alma a la tierra y la vida floreció, magnífica como ella sola.

>> Pronto, diversos seres acabaron con mi soledad. Los valles se llenaron de flores entre las cuales vivían granjeros; los mercaderes levantaban sus negocios junto a las playas y los guardianes, para regocijo de los niños, hacían danzar florecillas alrededor de las ninfas que cantaban bellas melodías.

>> Amé la vida nacida tanto como se lo puede permitir una soñadora y nombré a cada ser viviente mi hijo, pero pronto conocería un amor más fuerte y tendría hijos de verdad... verdaderamente incontrolables.

Hyna escuchó desconfiada cómo un hijo había traicionado a su madre, sin embargo, era difícil no creerle.

<<Esos ojos tan sinceros y transparentes no saben engañar>>.

— La tierra continúa moribunda bajo la nieve —Lamentó Valeria—, que tonta he sido... te ayudaré a salir. Si tu alma es fuerte y digna de volver a la vida, superará el reto que se impone para volver.

Hylena analizó toda la nueva información, juntó cabos sueltos, dudó de todo argumento y al final, le creyó a Valeria. Explicaba las manchas negras en los cadáveres del ganado, aclaraba el sinsentido de los ataques del fénix en noches de tormenta y, además, ella se encontraba en la mayor prueba de la veracidad de las palabras de la diosa, el Limbo.

— ¿Qué reto? —Preguntó al fin.

Valeria empezó a hacer movimientos giratorios con las manos hasta que aparecieron círculos brillantes que la teletransportaron a otro espacio. Los pies de Hyna dieron con un suelo invisible en medio de la oscuridad.

La extraña ya no estaba.

Un rugido en la lejanía activó los sentidos de Hylena y optó por una posición de defensa. Sus ojos buscaron en vano, pues no veían nada y entre maldiciones acabó pidiendo algo con que defenderse.

Tanteando con el pie, acabó dando con ese "algo": un hacha pequeña, aparentemente sin mucho filo. Estaba creyendo que no le era suficiente para defenderse cuando escuchó otro rugido, más cerca y esta vez, acompañado por una bestia. Un oso gigante, llameando hasta por los huesos, corría hacia ella.

Pronto las fauces del animal amenazaron con desgarrarla. Hyna era una cazadora y no se paralizaría ante tal peligro. Entre esquivas y tajos al aire se defendió, sin embargo, una y otra vez falló en hacerle daño. El oso le estaba acorralando; le agobiaba.

Hylena hizo un movimiento incorrecto y la desgracia ocurrió. Con un fuerte dolor que le hizo gritar, sintió los colmillos del animal atravesar su alma (Lo cual es más doloroso que cuando se atraviesa la piel y sí, en el Limbo las almas experimentan dolor).  Al despertar, volvió a encontrase flotando frente a Valeria, quien le pidió que le describiera su experiencia.

— Los retos varían según la persona —Explicó la diosa—. Mezclan los temores y los recuerdos de esta, al punto en que pierdan la concentración y acaben fallando. Entre más lo intentes, más rápido pasarás esta prueba, pero te advierto, podrían pasar 20 años de aquí a que lo consigas.

Hyna no se desanimó, simplemente se limitó a contarle a Valeria su reto, aunque entendía que el oso llameante era el recuerdo de la muerte de su padre. Rara vez mostraba sus tristezas y preocupaciones, por lo que nadie imaginaba cuánto le afectaba en realidad aquella tragedia, ni ella misma lo admitía.

El reto le recordó que una parte de ella seguía de luto. Superarlo significaría acabar con esa tristeza que la acompañaba desde hace mucho tiempo, sin contar que, solo cuando sus movimientos fueran perfectos y certeros, Hyna volvería a sentir el aire fresco en la cara.

— Llévame a allí de nuevo, Valeria.

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¡Aren es un guardián, Tristán un semidiós e Hylena vaga por el Limbo! La perseverancia y la decisión jugarán un papel importante en la evolución de estos personajes...

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