Dos Extrañas En La Ciudad

Capítulo 13

Mimi

Ser la novia de Miriam era otra movida. Ahora que oficialmente volvíamos a estar juntas, las cosas habían cambiado en ciertos detalles. Mi casa comenzaba a estar llena de cosas que Miriam llevaba y no volvían a su casa, al igual que la suya se había convertido en mi segundo armario. Dormir con ella también era diferente, ya no lo planeábamos, simplemente pasaban las horas y cuando queríamos darnos cuenta era de noche, nos mirábamos y con un gesto sabíamos que ninguna se iba a mover de donde estaba.

Nuestros amigos ya lo sabían, dos días después de volver, quedamos con ellos y Miriam llegó cuando estábamos todos reunidos. Me saludó con un beso mientras Raoul y Ana se reían de nosotras y Miriam les calló con un "¿Qué pasa? ¿Ahora no puedo darle un beso a mi novia?". Tras la sorpresa inicial todos se miraron y comenzaron a gritar cosas como: "Hostia ya era hora" "Estaba claro" "Casaros ya".

Era miércoles, yo estaba dando una clase en la academia y Miriam tenía una reunión de profesores en el cole, así que no nos habíamos visto en todo el día.

Cuando la clase acabó, fui a ducharme y a cambiarme de ropa y llamé a la gallega para ver si ya había acabado. Me lo cogió al primer toque.

- Hola, Mimita. ¿Acabaste?

- Hola, cariño. Si, voy ahora a casa, ¿tú?

- Estoy tomando algo con Roi, Ana, Julia y Mireya, ¿te vienes?

- ¿Dónde estáis?

- En la plaza que está al lado de mi casa.

- Cojo el coche y voy.

- Ten cuidado.

- Ahora nos vemos. Te quiero.

Llegue a la plaza quince minutos después. Vi a lo lejos en una terraza a Ana de espaldas y a Miriam enfrente riéndose. Me acerqué a ellos y fue Mireya la primera en saludarme.

- ¡Rubia!

- Hola, Mire. - Le dí dos besos y después saludé igual a Ana. a Julia y a Roi.

- ¿A mi no me dices nada? - Me miró Miriam fingiendo enfado.

- No te enfades, bombón. - Agarré su cara y le di un beso para después sentarme a su lado. - ¿Has tardado mucho en la reunión?

- Salí antes de lo que pensaba.

- A ver, tortolitas. - Ana nos sacó de nuestra conversación. - ¿Retomamos el tema o qué?

- ¿Qué tema? - Me interesé.

- Cumpleaños de Raoul. Ya lo tenemos todo casi organizado.

- Va, contadme. - Puse una mano en el muslo de Miriam y comencé a escuchar a Julia y a Roi.

- Este sábado no, el próximo. Habíamos pensado en montarle una cena sorpresa, pero lo descartamos porque no va a haber manera de sacarle todo el día de casa, así que estamos pensando en reservar mesa en un restaurante.

- ¿Y si la hacemos en mi casa? - Ofrecí. - Cabemos de sobra, y podemos decorarla y poner cosas guays.

- Pues a mi me gusta la idea. - Dijo Miriam.

- A mi tambien. - Respondieron Ana y Roi al unísono arrancándonos a todos una risa.

- Vale, pues entonces nos vamos a casa de la rubia. ¿Os encargáis vosotras de preparar el piso? - Nos miró Julia.

- Si, vosotros centraros en el resto. ¿Habéis hablao con Ricky? - Pregunté.

- Le llamé antes. Ha dicho que él se encarga de entretener a Raoul todo el día.