Petunia yacía a los pies de la cama de Naheim. Había pasado dos días y ni él ni Evy habían despertado. La cantidad de energía que la nébula liberó era mayor a la que alguien podría soportar y convertirse en un ave como el de ella no era para menos. No era la única que podía hacerlo, claro está, pero quienes tenían esa habilidad fueron torturados, asesinados y algunos de ellos desaparecieron como las cenizas en el viento. Comprendió porqué Gogen era tan protector con Evy Gothiel, era de las pocas nébulas que alcanzaría su máximo en las manos adecuadas y para eso estaba la Orden de Altier.
Por otro lado estaba Naheim. Un ente orgánico nacido de los dedos de Grad Nebul que se atrevió a separarse de su progenitor como si fuese dueño de su carne cuando no era así. Petunia rezongó y alargó una mueca como una sonrisa. La historia de aquellos dos no se parecían en nada y aun así se cruzaron ¿Por destino de quién? Petunia dudaba que fuera Naheim quien buscara a Evy por cielo, mar y tierra. El único que sabía de la existencia de ella era Datell y conociendo su pasado, no la dejaría en manos de Naheim Ecknar.
Había escuchado rumores... La Torre hablaba de confabulaciones entre las diosas y la mano derecha de Grad Nebul, pero viéndolo en esa cama con todas las heridas sangrando atraves de los apósitos y su rostro descompensado, dudaba de esas teorías.
Amaba tanto a Naheim como para no poner en tela de juicio sus palabras, aun sin decirlas y aun conociendo al señor de los engaños.
Respiró hondo, se levantó de la cama dispuesta a salir de la tienda de campaña que se armó a las afueras de Gatra. Un pueblo olvidado y derruido. Tenían un gran campo verde para todos ellos luego de larga pelea donde la tensión aun estaba presente.
—¿Cómo está? —preguntó Tern al verla salir.
—Sigue igual —respondió concisa.
Tern negó con la cabeza. Se cruzó de brazos y observó al grupo de soldados a su alrededor. Estaban devastados, pronto deberían moverse pero por ordenes del equipo médico ninguno de aquellos dos debía ser trasladado todavía.
—¿Y Evy? —preguntó otra vez.
Petunia le lanzó una mirada soberbia. Volvió a ver a Gogen salir de la campaña donde se reunía con Emur Jenar.
—¿Tienes idea de qué hablan esos dos? —inquirió.
Tern alzó una ceja. Fijó sus ojos en el par de hombres que seguían conversando.
—Una posibilidad. Fuentes señalan que Nebul está debilitado, se cree que ha salido de Ehorla'hum hacia la Gaija con algunos hombres, todos ellos de un rango menor. Sería más fácil o eso creemos —respondió.
—Con Nebul nada es fácil. ¿Y tu estas bien? La ultima vez que te vi, le clavabas una espada en el cuerpo a alguien que consideraba un hermano —murmuró.
—"Espero verlo en otra vida, donde los dos hagamos las cosas mejor y seamos mejor" —contestó. Petunia ladeó la cabeza sin comprender—. Fue lo último que dijo. Kabuto bebía del veneno que Nebul le daba, no tengo dudas de eso.
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Las lunas de Evy
FantasiaEvy vive rodeada de personas pero está sola, su burbuja está llena de metas auto impuestas que podrían terminar con sus pruebas teóricas en un chasquido. Entre días de copas en el bar donde trabaja y textos complejos, Evy conoce al misterio en perso...