Capítulo 0, Los Min.

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Cuando los gemelos Min llegaron al mundo su madre entró en una fuerte depresión, pues el padre de aquellos niñitos tan blancos como la nieve le había abandonado una noche antes de su nacimiento.

El trastorno de Min Hye Yoon le martirizó por siete años enteros hasta que decidió ponerle fin a su dolor tragando un frasco casi entero de somníferos.

Antes de morir arrastrada por un sueño del que jamás habría de despertar, fue hasta la cama de uno de sus hijos. Yoongi despertó con un puchero cuando su madre le agitó el hombro cuidando no despertar a Agust, el niño con los cabellos tan brillantes como el sol.

-¿Mamá? -Yoongi entrecerró los ojos.

-¡Shhh, no despiertes a tu hermano! -Hye Yoon colocó un dedo sobre sus labios- Ven conmigo...

-¿A dónde, mami? -la voz del pequeño apenas salió como un susurro.

Yoongi la siguió arrastrando los pies hasta su cuarto. Al cerrar la puerta, Hye Yoon se hincó para quedar al nivel del pequeño.

-Mami... ¿qué haces? -se le quebró la voz al observar los ojos desorbitados de la mujer.

-Yoongi, Agust mató a un gorrión -musitó Hye Yoon temblando-, se estaba riendo cuando le arrancó las plumas. Lo mató y lo pisó.

El menor de los hermanos era muy pequeño para entender lo que ocurría. Agust era un psicópata al igual que su tío. Y cuando Hye Yoon observó aquella escena, sintió el mismo terror que
la inundaba al estar cerca de su hermano Min Ji Yong.

En su mente depresiva, la única solución era suicidarse junto al pequeño Yoongi, pues el poseía el alma de un ángel. Sólo así podrían escapar de la maldad que brotaba en la sangre Min.

Después de sentar a su confundido hijo en la cama, corrió por un frasco oculto en su ropero y abrió la boca mientras se vaciaba el contenido en la lengua. Cuando quedaron suficientes pastillas
para inducir en el sueño mortal a su amado Yoongi, le indicó que hiciera lo mismo.

-Mami, no me gustan las medicinas...

-Di Ahhhh -dijo, apretándole las mejillas para crear un espacio en su boca-, te amo, mi pequeño ángel. Quiero que tragues todo.

Yoongise atragantó mientras las pastillas azules le bajaban por la garganta. Para cuando vomitó la mitad de lo consumido, su madre ya se tambaleaba.

-Mami, tengo mucho sueño -se quejó luego de un rato, cayendo de rodillas.

Hye Yoon lo subió con ella a la
cama.

-Y-yongi..., bebé..., mírame -balbuceó con la mirada borrosa.

-Mami, me duele el estómago -Yoongi apretó los ojos.

-¿S-sa... s-sabes cu... cuál es la... úni... ca f-forma de huir d-del mal?

-Mami..., a-a... ayúdame...

-Mu... mur... murien... do.

Bajo la tenue luz de la lámpara de noche, los dos perdieron la conciencia sujetos en un abrazo. El pequeño Yoongi observó por última vez a su madre viva con el rostro lleno de lágrimas y un líquido espeso brotando de su boca.

Mientras tanto, Agust se mantuvo de pie en el umbral de la puerta, observando a su madre morir en los brazos de su gemelo Yoongi.

Una vez que dejaron de moverse, se acercó a palpar sus cuerpos. Hye Yoon estaba fría, Yoongi sudaba y su cuerpo iba perdiendo poco a poco el calor. Agust pellizcó a su hermano cuando
éste no reaccionó al tacto, luego mordió la curvatura que unía el cuello y hombro del niño.

El pequeño de cabellos rubios se detuvo cuando el sabor a sangre le inundó las papilas gustativas.

-Qué aburrido... -se quejó observando el líquido rojo escurriendo por la pijama de Yoongi-, no es divertido si no lloras.

Su hermano respiraba entrecortadamente, su vida ahora pendía de un frágil hilo. Agust lo
abandonó junto al cuerpo inerte de Hye Yoon y se fue a la cama con un sentimiento extraño en el pecho.

Su madre estaba muerta y él sólo deseaba ver llorar a Yoongi, pues no había nada más entretenido que ver sufrir a su hermano gemelo.

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-Gonche

Abscon  (BTS FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora