Capítulo 05

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-¡Volvieron antes!- exclamo mientras bajo los escalones de mi casa para poder abrazar a mamá y luego a papá.

Los dos asienten, papá no tarda el subir las dos primeras maletas.

-¿Cómo estás pequeña?

Me pregunta mamá mientras me acaricia la mejilla derecha, le sonrio, pero quito la sonrisa cuando saca su laptop de su maleta de mano.

-Bien, y ¿ustedes? ¿qué hicieron en su viaje?

-Nada más que trabajar.

-¿Por cuanto se quedarán?

-Hasta la noche- frunzo el ceño- Nos mandaron a Miami por trabajo y bueno, vinimos porque tenemos que darte esto, y unas cuantas cosas más.

Suspiro.

Y miro a donde mamá lo indica.

Hay una maleta de más, voy hasta allí, la abro y observo todo lo que hay adentro.

Ropa nueva, de invierno.

Sueters, jeans, botas, guantes, gorros, etc.

Una nueva case para mi teléfono.

Una cámara de fotos antigua. Lo que había pedido hace mucho.

Creí que no lo recordaban.

Una pequeña sonrisa sale de mis labios y sigo observando todo.

Dos nuevas cases.

Maquillaje, que por cierto, casi no uso.

Y un paquete de truzas.

Doy una carcajada al verlas.

-Pensé que te gustarían- comenta mamá y se dirige hacia mí- Eres fan de esos superhéroes irreales y cada uno de ellos tiene su símbolo.


La miro algo mal pero luego se me pasa.

-Pensé que no recordaban que quería esto.

Le digo mientras saco la caja en donde esta la cámara.

-Nunca lo olvidamos, fue muy difícil y nada barato conseguirla, hija, es de los años 80, ¿qué no podías pedir una nueva?

Me río y le doy un pequeño abrazo, al que ella corresponde haciéndome sentir más feliz.

Sé que a algunas personas les gustaría tener a sus padres viajando por todo el mundo por en trabajo que da muchísimo dinero. Pero a mí no.

Ya que no tienen tiempo para mí.

No hacemos videollamadas.

Y me llaman cuando "están libres".

Eso quiere decir, hablar con una muy mala señal, y solo 3 minutos, en los cuales solo me preguntan por mis calificaciones y la escuela.

No me puedo quejar de mi vida, tengo una casa muy grande, tarjetas de débito con mi nombre en las cuales papá deposita una gran cantidad de dinero, tengo todo y tal vez más de lo que necesito para poder vivir sin quejarme.

Pero hay algo que me falta y que nadie lo podrá reemplazar:

El amor de mis padres.

-Cariño- me llama mi padre- ven conmigo.

Dice mientras lleva las maletas de mamá hacia al segundo piso.

Asiento, cierro la maleta, y la llevo hacia arriba, no sin antes darle las gracias a mamá.

Mala hierba; Sofia Carson | G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora