𝟷𝟽. 𝙼𝚎 𝚑𝚞𝚋𝚒𝚎𝚜𝚎 𝚐𝚞𝚜𝚝𝚊𝚍𝚘

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Perdón si el capitulo anterior no puse titulo, no tenía ideas.

Perdón si el capitulo anterior no puse titulo, no tenía ideas

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Sariel: nena, ¿Estás ahí? - llamó un tanto preocupado.

Tn: si, estoy despierta - dijiste bostezando.

Sariel: que bien, ehmm ¿Sigues donde esa tal Rosa?

Tn: Rosie, y no, no estamos con ella.

Sariel: ¿D-donde están? - carraspea un poco.

Tn: en el Hotel de la princesa.

Sariel: yo que te he dicho.

Tn: me vale - dijiste sin interés.

Sariel: no seas grosera Tn - dijo molesto - por favor, no te acerques a...

Tn: el señor demonio Radio, si, lo sé.

Sariel: hazme caso... - en el fondo se podía escuchar otra voz, te pareció extraño - en cualquier momento te puede hacer daño, es un caníbal y no dudara en comerte - se volvió a escuchar aquella voz.

Tn: ¿Quien está contigo? - dijiste directamente.

Sariel: ehmm ¿De qué hablas? - dice nervioso - yo... creo que ya es hora de irme.

"Eres un idio..." Te sorprendió escuchar esa voz, era la de tú creador, se te hizo muy extraño y al parecer Sariel tendrá problemas con él.

Sacudiste tú cabeza para dejar aquella idea, te volviste a acomodar en la cama y descansar. 

Abriste los ojos, te sorprendiste al ver que no estabas en tú habitación, ni mucho menos en el hotel, sino en un bosque, empezaste mirar por todo tú alrededor. De repente ladridos de perros se escuchaban muy cerca junto con varias voces, se escuchaba como alguien estuviese corriendo hacia tú dirección, te empezaste a asustar y te escondiste detrás de un árbol, asomaste un poco la cabeza y viste correr a una persona, al acercarse pudiste darte cuenta que eras tú "Otra vez" pensaste, decidiste seguirla, los ladridos y aquellas voces estaban detrás de ti, miraste por detrás de tú hombro, encontrándote con varios policías con perros grandes sujetados en correas, las fauces de aquellos animales te aterraba, corriste lo más rápido, volviste tú mirada al frente, tú otra yo se detuvo de golpe, frunciste el ceño confundida, también te detuviste y te acercaste a ella, te diste que cuenta que no había escapatoria, se encontraba un gran barranco, te asomaste un poco, era muy alto, no se podía ver casi nada, tú respiración empezó a acelerase y tus nervios y miedo se apoderaron de ti, viste a tú lado, tú otra yo estaba aterrada. 

"Hey, deténgase" la voz de unos de los policías llamó la atención de ambas, diste la vuelta y cuando volviste a mirar a tú otra yo, ya no estaba, solo estabas tú con ellos "Quedas arrestada" lo miraste confundida, pero recordaste aquella pesadilla en donde matabas a ese pobre señor, intentaste hablar, pero nada salia de ti, hasta que.

Tn: no me pudriré en esa cárcel pedazos de mierda - te sorprendiste por lo que habías dicho, esas palabras salieron solas de tú boca, y como si tú cuerpo se controlase solo, retrocedió y se lanzó por aquel barranco, querías gritar, pero no podías, era imposible, solamente veías como el suelo estaba cada vez más cerca. "Abre los ojos" pensaste, al hacer impacto con el suelo te despertaste aterrada, lagrimas salían de tus ojos, tú nariz estaba roja y tú respiración agitada, pasaste saliva con dificultad.

Tn: estúpidas pesadillas - dijiste mientras te molestabas, te levantaste en busca de agua, aún estaba de noche y necesitabas recuperar el sueño, pero primero deberías tomar algo, bajaste las escaleras, y en el bar viste una botella y a su lado una copa con algo en el, te acercaste a ver que contenía, solamente era un vino.

"¿Qué haces por aquí cariño?" la estática de radio te hizo saber quien era el ser que estaba detrás de ti, te diste vuelta.

Tn: yo... ehmm vine por algo de agua.

Alastor: la cocina esta al lado, aquí solo son bebidas alcohólicas querida.

Tn: si, solo que me llamó la atención... Bueno, el caso es que perdón si interrumpí tú - miraste detrás de ti y mirando la copa - ehmm, olvídalo, iré por mi agua.

Al pasar por el lado de éste, te toma del brazo delicadamente, lo miraste confundida.

Alastor: mejor quédate a tomar un poco conmigo ¿Si? - lo dijo de una manera muy tierna, así que aceptaste.

Tn: esta bien, pero no tomare vino, solamente agua.

Alastor: oh claro - suelta tú brazo y chasquea sus dedos, haciendo aparecer un vaso con agua y una jarra con ella, sonreíste y tomaron asiento.

Tn P.O.V:

Había pasado unas horas desde que me senté a charlar con Al, viéndolo bien no es tan malo como dicen.

Alastor: oh, recuerdo muy bien la caída de 29 - ríe - era fabuloso, créeme querida.

Tn: ¿Por qué te da gracia?

Alastor: tan solo ver como buscan desesperada mente un buen trabajo o ver los suicidios cada día era divertido, verlos sufrir - aquello me intimido un poco.

Tn: ¿Cómo te sentías al asesinar a tus victimas?

Alastor: me sentía muy bien, pero no me sentía satisfecho - su sonrisa se hace más grande.

Tn: ¿Como moriste?  - se queda callado, al parecer no le gustó mi pregunta.

Alastor: no quiero hablar de ellos, pero solo diré que es vergonzoso.

Tn: ¿Por qué? 

Alastor: fuiste desterrada, no te da vergüenza en que sepan que un dulce Ángel pueda haber dado la espalda a Dios - dice como si nada - a mi me daría vergüenza... Pero - arqueé una ceja - no me recuerdas - lo mire confundida, ¿Recordarlo? 

Tn: ¿Recordarte? De que hablas.

Alastor: no recuerdas nada antes del incidente - negué inmediatamente.

Tn: pero sabes bien que fui creada por Dios. No sé de que hablas demonio Radio.

Alastor: quizás... Tú - alarga un poco la palabra, molestándome - no, olvídalo.

Lo miré extrañada, mire un reloj colgado en la pared, marcaba las 3:33, suspiré cansada.

Tn: bien, creo que ya es hora de volver a la cama - dije encogiéndome de hombros, lo mire, pero al parecer ya me había estado mirando desde que voltee mi vista, su expresión lo decía todo, por un lado ¿Tristeza? Y ternura, sonreí, no lo sé porqué lo hice, pero al parecer le gusta - bien, descansa Al - dije para levantarme de mi asiento, pero él me toma de la mano, lo mire sorprendida, nuestras miradas se encontraron, él se levanta sin dejar de mirarme.

Alastor: descansa cariño - dice acariciando mi mejilla izquierda, erizando me, pero se sentía bien, se empezó a acercarse a mis labios, "Pasará lo mismo que Yekun" pensé. Pase saliva y miré sus labios, me enteré que son muy carnudos y bien formados, empece a sentir calor y mis mejillas ardían, se acercó un poco más, cerré mis ojos, no sé porque lo hice, su dedo pulgar acariciaba mi pómulo, cuando sentí que sus labios rozaron con los míos se separó - lo siento - dice nervioso, solté una pequeña risita, se veía tierno.

Tn: esta bien - miré al suelo.

Alastor: ¿Esperabas a que lo hiciera? - dice juguetón, no pude evitar abrir mis ojos como platos y sonrojarme.

Tn: ¿Qué dices? - dije riendo nerviosa, aún con la mirada en el suelo, no iba dejar que viera mi sonrojo - yo no... - sentí como sujeto delicadamente de mi mentón y lo eleva.

Alastor: tú sonrojo y tú forma de hablar te traicionan - coloca un pequeño mechón detrás de mi oreja - buenas noche cariño - se acerca a mi mejilla derecha y deposita un beso en ella, se aleja, su mano resbalaba por mi mejilla, chasquea sus dedos, desapareciendo, yo solamente estaba ahí, parada, con un gran sonrojo y con calor, al parecer, sonreí un poco y subí las escaleras, entrando a mi habitación y tirándome a la cama aún sonriente, ¿Qué me pasó? ¿Realmente quería que me besara? Bueno, si, me hubiese gustado.

De Vuelta Al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora