De Vuelta Al Infierno

𝟸𝟻. 𝚀𝚞𝚎 𝚜𝚘𝚛𝚙𝚛𝚎𝚜𝚊...

Tn: bien... ¿Necesitas ayuda? - dije desviando la mirada.

Alastor: no hace falta querida, ya casi esta - dice sonriendo - mejor ve y llama a los demás.

Asentí, salí de la cocina, y me dirigí a la sala, estaban Vaggie, Julieth y Angel discutiendo.

Vaggie: ¡¡Te he dicho mil veces que no me volvieras a llamar tuerta!!

Angel: como sea, tuerta.

La albina saca su lanza y le amenaza.

Julieth: Vaggie, cálmate si - coloca su mano en el hombro de la peliblanca.

Vaggie: pero primero acabaré con esta araña.

Julieth: sabes que pelando con Angel no ganaras nada...

Vaggie: tienes razón...

Tn: ¿Interrumpo algo? - dije con una ceja arqueada.

Angel: no nena.

Tn: bien, Alastor me manda avisar que el almuerzo pronto estará listo.

De repente Niffty aparece detrás de mi, haciéndose al frente de mi y saltando.

Niffty: yo prepararé la mesa, yo prepararé la mesa - se veía realmente muy tierna. Me agaché, quedando a su altura.

Tn: esta bien preciosa - con mu dedo, toqué la punta de su nariz - si necesitas ayuda me llamas - la pequeña asiente y se va rápidamente.

Después de unos minutos Niffty ya tenía los platos en la mesa y Alastor colocaba la jambalaya en ello.

Todo tomamos asiento para comer.

Alastor: querida - dijo colocando su mano en la mía.

Tn: ¿si?

Alastor: tengo algo para ti, pero cuando terminemos iremos a mí habitación.

Angel: uhh... ¿Cómo es eso Tn? - dice el arácnido perversamente.

Tn: por favor Angel - me sonrojé.

Alastor: querido eres un asqueroso.

Angel: si claro, me ven con la cara de tonto.

Husk: cariño, come - coloca su cabeza en el hombro de Angel.

Se veían muy tiernos, me sorprende ya que Alastor imita la acción de Husk, coloca su cabeza en mi hombro.

Alastor: me quedaré así.

Todos a su alrededor lo miraban con ternura al demonio de la radio, uno de los demonios más poderoso del infierno, un ser temido. Siendo cariñoso.

Uno de los presentes no lo miraba de la misma manera, lo miraba con desdén y celos.

Yekun: Alastor - dice llamado la atención del nombrado - muchas gracias  - sonríe, levantándose de su asiento.

Alastor: no hay de que caballero.