La aventura de la joven Tn no ha terminado.
Al llegar al cielo, vive en un mundo de mentiras por parte de Dios, sobre de donde viene realmente, y su memoria fue borrada, para así que ella no tener ningún contacto con el infierno. De no ser por Yekun...
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Rosie me miraba fijamente, ¿Conocer al Demonio Radio?
Yekun: ya la escuchó, es peligroso - dice Yekun serio.
Rosie: y como les dije, no siempre suele ser peligroso.
Los dos se miraban fijamente, retándose con la mirada. Yo solo estaba en medio de los dos, incómoda. Carraspee un poco, dejaron de mirarse para mirarme.
Tn: señorita Rosie, muchas gracias - dije para levantarme de la mesa con el plato ya vacío - oh y, creo que si me gustaría conocer al demonio Radio - dije entrando a la cocina. Rosie mira a Yekun con victoria, éste estaba serio, mirándome.
Rosie: te encantará - dice acercándose a mi - eso te lo aseguro.
Rosie estaba muy emocionada, una risita sale de mi.
Rosie: ¡Ya sé! - saltó de emoción - ¿Qué te parece si vamos al Mimzy's Palace? - dejé de lavar el plato por aquella invitación. La miré.
Tn: ¿En serio? - ella asiente emocionada. Yo sonrío.
Rosie: claro, Mimzy también es amiga de el demonio Radio, así lo puedes conocer.
Quité poco a poco mi sonrisa, no estaba segura si conocerlo... Digo, aún que Rosie me diga que no suele ser peligroso, no me fío.
Tn: si, claro - volví a lo mío.
Rosie: hey, sé lo que estas pensando nena - pone una mano en mi hombro - solo date oportunidad de conocerlo... - hizo una pausa - le caerás muy, muy bien - la forma en la que lo dijo... No sabre como explicarlo.
Tn: esta bien - dije sonriendo levemente.
Yekun entra a la cocina con su plato vacío, se apoya en la pared y nos mira con atención.
Tn: bien, ¿A qué horas abren? - mira a Rosie.
Rosie: no estoy muy segura, supongo que en la noche - se rasca el cuello.
Miré a Yekun, sus ojos rojos se posaban en Rosie, pensándolo bien, al ver sus ojos me recuerda a la pintura que hice hace poco. ¿Qué habrán hecho con esa pintura?
Sariel miraba la pintura que su querida amiga había hecho. Le suplicó a Dios que pusieran aquella pintura en el muro. Le intimidaba la mirada de Yekun, sus ojos rojos. Cada vez que pasaba por aquel cuadro podría sentirse intimidado. Ningún Ángel se atrevía a mirar ese cuadro.
Dios: ¿Sariel? - el nombrada voltea a mirar a su creador.
Sariel: oh, hola padre - mira el suelo, vuelve su vista a el cuadro, mirando la hermosa sonrisa de Tn.
Dios lo nota, suspira pesadamente y se acerca a él, haciéndose al lado del castaño, mirando el cuadro.
