𝐎𝐍𝐄-𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ━━ ; sabertooth

Rufus x Lucy | Máscara

« 𝐌𝐀𝐒𝐊 »

—Te has equivocado en la traducción —Heartfilia llevó su índice a un término en concreto y agarró el bolígrafo de luz, anotando algunas palabras en el aire—. ¿Ves? Significa 'huevo'. Aun así... sigo sin encontrarle el sentido.

Lohr parpadeó varias veces, comprobando en su memoria la traducción de aquel término. ¿Cómo era posible que no lo hubiera memorizado?

Aquella se trataba de una misión de alto rango, sin embargo, no cualquier mago estaba cualificado para realizarla. El anuncio lo decía bien claro: necesitaban a los magos más inteligentes de cada gremio. Al no hallarse Levy McGarden presente, Lucy fue la seleccionada; por otra parte, Rufus fue el enviado de Sabertooth, como era de esperar.

Llevaban unas cuantas horas intentando descifrar el significado de unas runas antiguas. ¿Lo peor de todo? Que todavía quedaban muchos más escritos. El trabajo les llevaría más tiempo del esperado.

1 mes después

Los jóvenes conversaban con sus camaradas a través de una lacrima; todavía les quedaba bastante trabajo por realizar y, a pesar de haber pasado innumerables noches sin pegar ojo, parecía que los escritos se multiplicaban. ¿Cuántos habían traducido? Unos diez. ¿Cuántos quedaban por traducir? Setenta y tres.

—Bueno, chicos —Rufus se colocó su característico sombrero y exhaló con suavidad—. Debemos volver al trabajo.

—Supongo que sí... —Lucy se despidió de sus compañeros con un movimiento de mano antes de cortar la conexión, notablemente agotada.

Mientras la maga celestial se mantenía absorta en sus pensamientos, el blondo decidió darle un respiro y comenzar a traducir el siguiente texto en solitario. Pasados varios minutos, la fémina se colocó junto a él y le observó con curiosidad, provocando su desconcierto.

—¿Ocurre algo? —inquirió en un afable tono de voz, sin despegar la vista del escrito.

—Nunca te he visto la cara —comentó, dejando reposar su mejilla sobre la palma de su diestra—. ¿Nunca te quitas la máscara?

Los labios de Rufus se curvaron en una sonrisa y centró su mirada en la joven.

—Si hoy conseguimos terminar tres textos, me quitaré la máscara —le tendió su zurda mientras se desprendía de su sombrero, colocándolo tras su espalda—. ¿Aceptas?

La maga aceptó sin dudar y estrechó su mano con la ajena. Desgraciadamente, tan solo fueron capaces de traducir dos textos, aunque lo hicieron a una velocidad asombrosa.

3 meses después

Aquel reto que realizaron meses previos continuaba presente. Cada día, apostaban un número de textos que debían traducir, a cambio, Rufus dejaría su rostro al descubierto.

—¡Hoy lo conseguiré! —aseguró la fémina, haciendo que el joven riera.

Dio varios pasos hasta posicionarse frente a esta, agachando la mirada con levedad para contemplarla.

—Eso dijiste ayer —puntualizó con evidente burla—. Lo recuerdo perfectamente —llevó su diestra a los dorados cabellos de la maga celestial y los acarició con extrema delicadeza, procurando no despeinarla demasiado.

Lucy se mordió el labio inferior con fuerza y analizó la sosegada expresión de su compañero durante varios segundos. ¿Cómo sería su rostro? En un principio, se trataba de simple curiosidad. Ahora, era, prácticamente, una necesidad.

En un rápido movimiento, le arrebató su sombrero y se lo colocó, teniendo que agarrarlo con ambas manos para que no cayera de su cabeza, pues le quedaba más grande de lo que esperaba.

—Querida —Lohr curvó su espalda con elegancia para situarse a la altura de su acompañante, haciendo que sus rostros quedaran a escasos centímetros—, ¿qué crees que haces?

La fémina emitió un grito ahogado y sus mejillas adquirieron un encantador tono rojizo. La cercanía la ponía nerviosa y, si a eso le sumaba que podía sentir el fresco aliento del contrario sobre su nariz... Podría desvanecerse en cualquier instante. Utilizó el sombrero para esconder su colorado rojo y, así, evitar mirar los calculadores luceros del mago.

Rufus sintió una mezcla de emociones en su interior; todo aquel que le despojó de su sombrero en el pasado, acabó en el suelo completamente magullado. Sin embargo, la acción de Heartfilia no le desagradó en lo absoluto, al igual que la repentina cercanía entre ambos.

—Vamos a trabajar —murmuró antes de tomar su sombrero y depositar un casto beso sobre la frente de la blonda.

2 meses después

Finalmente, casi habían logrado su objetivo; ¡tan sólo les quedaba un manuscrito antiguo por traducir! Deberían sentirse eufóricos, entonces, ¿por qué un sentimiento de profunda tristeza se había apoderado del ambiente?

Ambos se encontraban escribiendo con desgana y traduciendo lentamente, como si no quisieran que aquella misión tuviera un final.

—Oye, Rufus —la maga celestial tiró con suavidad del chaleco del nombrado.

El de doradas hebras dejó de lado su tarea y puso toda su atención en la Heartfilia, analizándola durante un breve periodo de tiempo; todavía recordaba la tierna sonrisa con la que le recibió el primer día, al igual que cada una de las radiantes sonrisas de las que había sido testigo durante aquellos meses.

—¿Hoy te quitarás la máscara? —formuló con fingida inocencia mientras reprimía una carcajada, teniendo que llevarse la diestra a los labios.

Para sorpresa de la rubia, el joven se llevó las manos al rostro y se desprendió de su máscara con su característica gentileza, dejándola reposar con delicadeza sobre la superficie de la mesa.

—¿Sabes? Un poeta como yo no deja que cualquiera presencie su rostro —sus labios se curvaron al apreciar la estupefacción de la contraria, que se mantenía totalmente inmóvil—. Exijo un pago.

Sin salir de su asombro, Lucy arqueó una de sus cejas. ¿Un pago? Antes de que pudiera pensar aquello con detenimiento, Rufus juntó sus labios con los de ella, acariciando con su diestra la delicada mejilla de Heartfilia. Ella no tardó demasiado en corresponder, entrelazando sus manos tras la nuca de él. ¿Cómo podía besar tan bien? Juraría que se estaba volviendo adicta a aquel beso. Una vez se separaron agitados, la fémina habló.

—No me importaría darte otro pago —reconoció antes de volver a unir sus labios.