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« 𝐁𝐄𝐀𝐂𝐇 𝐃𝐀𝐘 »
La líder de los Shadow Gear intentaba hundir a Gajeel, pero era imposible.
—¡Lu, ven a ayudarme! —pidió ayuda a su amiga, la cual se encontraba en su toalla observando con diversión la escena.
Gajeel curvó sus labios en una sonrisa maliciosa y agarró a McGarden en brazos, lanzándola al agua segundos después. Por su parte, Heartfilia se carcajeó con potencia.
El maestro Makarov pensó en ir a la playa para pasar el día. Sorpresivamente, Eucliffe tuvo la misma idea y, ahora, disfrutaban de un sosegado día con sus compañeros.
No se hizo de esperar que la maga celestial fuera con su amado; Rogue Cheney, miembro de Sabertooth. ¿Cómo acabaron juntos? Era una historia bastante surrealista, aunque romántica y tierna en cierto modo. Rogue portaba una cálida sonrisa mientras escuchaba con atención a la blonda, que le relataba una anécdota de su última visita a la playa.
—Fue horrible —musitó riendo, limpiándose algunas lágrimas causadas por la risa—. ¡Natsu quemó a los turistas! Lo peor es que Gray intentó solucionarlo con su magia y... acabó muchísimo peor.
Una vez término de relatar aquello, llevó su diestra a la cabeza de Frosch, que se encontraba tumbado junto a ella.
—Fairy Tail es un gremio que produce bastantes destrozos —comentó Cheney, estirando sus extremidades superiores al cielo—, sin embargo, sois una gran familia. Una gran y escandalosa familia —rectificó, contemplando a los alocados miembros de dicho gremio pelear entre sí.
—Sabertooth también causa muchos daños —contraatacó, esbozando una sonrisa juguetona a la par que señalaba con el índice a Minerva; perseguía con evidente molestia a Sting, empujando y golpeando sin piedad a todo aquel que interfiriera en su camino.
El Dragon Slayer emitió una risa mientras negaba con la cabeza. A pesar de lo ruidosos que eran, les tenía gran estima.
Lucy gateó hasta colocarse junto al joven, abrazándolo por el cuello y juntando su mejilla con la de él, sonriente.
—Eres tan adorable —Heartfilia frotó su mejilla con la ajena y afianzó su agarre.
Rogue suspiró con suavidad y llevó su diestra a la cintura de la fémina, sobándola con mimo. Aunque no solía dar muestras de afecto en público, haría un esfuerzo por su novia. Ladeó el rostro con lentitud y depositó un breve beso sobre los labios ajenos, provocando que las mejillas de la maga adquirieran un encantador tono rojizo.
—Tú sí que eres adorable —murmuró con ternura antes de darle otro beso, esta vez, en la frente.
—Rogue —la de hebras doradas realizó una especie de puchero antes de esconder su rostro en el pecho del nombrado—. Te quiero muchísimo, ¿sabes?
—¡Fro también lo piensa! —el exceed se levantó de un salto y se colocó en las piernas del Dragon Slayer, uniéndose al abrazo.
Los jóvenes intercambiaron una mirada y comenzaron a reír, abrazando al pequeño. Desgraciadamente, aquella bella escena no duró demasiado.
—¡Prepárate, maldito exhibicionista! —Natsu le propinó un potente puñetazo al mago de hielo, haciendo que colisionara cerca del lugar en el que se encontraba la pareja.
—¡Maldito cabeza de ceniza! —se levantó de un salto—. ¡Prepárate! —inconscientemente, se despojó de su bañador y apuntó con el índice a su contrincante.
Lucy realizó una mueca y llevó sus manos a los ojos de Frosch, impidiéndole divisar aquella horrible escena. ¿Por qué no le sorprendía? Con esos dos allí, la tranquilidad no dudaría demasiado.
—Gray —Fullbuster giró sobre sus talones y observó a la fémina con confusión—, el bañador...
Rogue llevó su mano a los ojos de su pareja mientras adquiría una expresión de desagrado. A pesar de conocer de hace un tiempo al mago, continuaba sin comprender su afán por desnudarse.
—¿En qué momento...? —paseaba su mirada por la arena, sorprendido.
Varias familias que estaban presentes observaban con una mezcla de confusión y descontento al Fullbuster. Al percatarse de esto, Natsu empezó a reír con potencia.
—¡Eres tan feo que espantas a la gente! —se llevó las manos al estómago y cayó al suelo, retorciéndose de la risa.
—¡Te vas a enterar! —olvidó por completo que estaba desnudo y se lanzó a golpear al Dragon Slayer.
—¡Te atrapé, idiota!
En aquel instante, Orland alcanzó al maestro de su gremio y le asestó una buena patada en la espalda. Eucliffe chocó contra los magos de hielo y fuego y le incluyeron en su disputa.
—¿¡QUÉ CREÉIS QUE HACÉIS!? —Erza Scarlet se levantó de su respectivo lugar y se equipó su característica armadura, uniéndose a la pelea.
A raíz de esto, unos cuantos magos imitaron su acción y se vieron implicados en la batalla, la cual se iba intensificando a medida que transcurrían los segundos.
Rogue y Lucy contemplaron el ambiente con neutralidad y emitieron una profunda exhalación; siempre ocurría lo mismo. Heartfilia dio un pequeño salto en el sitio por el impacto de un mago de Fairy Tail cerca de ella. Se aferró al brazo de su pareja y entrelazó sus manos.
—Creo que deberíamos alejarnos —sugirió la maga celestial, rascándose el pómulo con suavidad con su mano desocupada.
Cheney se limitó a asentir con la cabeza y a recoger sus pertenencias con suma rapidez, evitando sufrir otro ataque inesperado. Una vez acabó, la pareja y el exceed se alejaron unos cuantos metros del lugar, tomando asiento en un banco alargado de piedra.
La maga celestial bostezó con fuerza y dejó caer su cabeza sobre el hombro de su acompañante, acomodando al exceed sobre su regazo mientras lo abrazaba cual peluche.
—Menudo día —Heartfilia cerró sus párpados y se acurrucó en el hombro ajeno.
Por su parte, el Dragon Slayer abrazó a la joven por los hombros y contempló su rostro durante varios segundos.
—Descansa, Lucy —depositó un amoroso beso en su frente y sonrió.
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