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« 𝐊𝐈𝐃𝐒? »
—¡SE CASARÁ CONMIGO, ROSADITO!
—¡DE ESO NADA, CARA DE TONTO!
—¿¡CARA DE TONTO!? ¿¡PERO TÚ TE HAS VISTO, IMBÉCIL!?
—¡NO SOY IMBÉCIL, TÚ ERES IMBÉCIL!
Los infantes se lanzaron uno encima del otro y comenzaron a intercambiar golpes torpes e indoloros entre sí. Una escena bastante cómica y tierna, al menos, desde el punto de vista de Lucy. Sin embargo, tanto ella como sus compañeros debían centrarse en solucionar el problema.
Horas previas, el maestro de Sabertooth había hecho acto de presencia en el gremio portando una reliquia extraña y desconocida para los jóvenes. Buscaba información sobre su origen, pues la magia que desprendía era impresionante. En aquel instante, Natsu pensó que sería buena idea arrebatarle la reliquia al blondo y juguetear con ella como si de una pelota se tratara. Antes de que alguien pudiera reaccionar, un potente brillo envolvió a ambos Dragon Slayers, haciéndoles rejuvenecer unos cuantos años.
Erza fue la primera en salir del trance e intentó inmovilizar a los pequeños para que no armaran un alboroto innecesario y se mantuvieran tranquilos hasta que encontraran una solución a aquello, pero se refugiaron tras la maga celestial, negándose a separarse de ella. Ahora, peleaban por el "amor" de ella bajo la atenta mirada de los magos pertenecientes a Fairy Tail.
—Lucy, haz algo —Happy se dejó caer sobre el hombro de la nombrada con la vista fija en el combate de los niños.
—¿Qué se supone que haga? —inquirió con cierta diversión, llevando su diestra a la cabeza del exceed para acariciarla con suavidad.
Erza, la cual se encontraba junto a Lucy, hizo aparecer la Maza del Purgatorio y la dejó reposar en el lado contrario mientras esbozaba una tétrica sonrisa.
—Ya me he cansado —agarró el arma con ambas manos y dio un paso al frente, provocando que la mayoría de los presentes se sobresaltaran y se colocaran a una distancia prudente de la enfurecida Scarlet.
Heartfilia dio un pequeño respingo y contempló con temor a los infantes, que continuaban peleando sin dar indicios de que fueran a detenerse pronto. Intercambió una rápida mirada con Happy y suspiró. Si no intervenía ella, nadie lo haría, y se negaba a presenciar la brutal paliza de Erza a los niños. Dejó al exceed sobre una mesa cercana y se acercó rápidamente a los pequeños Dragon Slayers, agarrando a Natsu por su característica bufanda y a Sting por el cuello de la camisa, deteniendo la disputa al momento. "Menos mal que Virgo les había proporcionado unas ropas de su talla", pensó para sí misma. Los infantes elevaron la mirada y sus facciones se relajaron al cabo de varios segundos.
—¡Luce/Rubia! —exclamaron emocionados al unísono.
Lucy sintió una de las venas de su frente palpitar con fuerza ante los apodos empleados. Hasta siendo unos niños continuarían llamándola de mil maneras en vez de por su nombre.
