capítulo XXXII

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EL SEGUNDO DÍA EN EL CAPITOLIO LLEGÓ, cuando Malvina vio ese techo color pastel, supo que no estaba en casa. Se sintió extraña por el lugar ajeno, pues había sabido encontrar un sentimiento reconfortante dentro de los muros de su hogar en la aldea de los vencedores.

Mirando por la ventana, pudo ver todas esas personas caminando por la urbe como hormigas. No estaban en el piso más alto, pero la altura ya era considerable, y de cierta forma, le gustaba sentirse por arriba de otros, le hacía sentir que tenía control de lo que pasaba en su vida, aunque algunas veces sólo fuera una ficción.

— Hoy son comienzan los entrenamientos. Así que es fundamental que busquen aliados y estudien a los tributos desde lejos, pero con detalle para ver cuáles son sus fuerzas y debilidades — Malvina apuntó en el desayuno, él cual fue temprano gracias a que Augustus fue a despertar a ambos y por último a ella.

Ruby interrogó — ¿El Distrito 2?

— Los profesionales generalmente siempre hacemos alianza porque nos ayuda a asegurar una victoria para uno de nuestros distritos hermanos, pero se ha convertido más en un modismo.

— ¿Pero podríamos rechazarlo? — Lace preguntó, haciendo que Malvina y Augustus se miraran desconcertados uno segundos.

— Sí, pero no lo sugerimos —Augustus aclaró su garganta — Generalmente los demás no se acercarán a ti o intentarán atacarlos por ser un número mayor, también les ayuda tener el control de la cornucopia.

— Las armas y comida como saben están ahí... — Malvina chasqueó su lengua — Aunque sí me lo preguntan, les diría que también presten atención a los tributos del 5 y 3. Hablen un poco con ellos y si saben algo de principios de electricidad o supervivencia, les sugiero que los incluyan en la alianza.

Augustus le pasó la miel de maple con una mirada intrigante, aunque no menciono nada hasta que los chicos se fueron en compañía de Rocky a los entrenamientos que estaban debajo del edifico.

— ¿El 5 y el 3?

— Sí, son inteligentes y podrían pensar en una trampa para eliminar a los otros tributos. Acortar los juegos y reducir las posibilidades de la alianza — Palmeó su hombro — De hecho, necesito hablar con Beetee de eso.

— Mejor habla con Enobaria ahora, parecían tener más relación ustedes en el desfile, y más tarde puedes ir con él, yo hablaré con Lyme.

— Sí tenemos aseguradas las alianzas, ¿Para qué preguntar lo obvio?

— Es por cortesía. Los modales primero, Malvina. Tenemos una reputación que mantener.

Malvina elevó sus labios y resopló asintiendo, ante eso no podía discutir nada, porque era cierto. Se esperaba que mantuvieran la imagen prestigiosa del 1 en el Capitolio.

— Bien, cómo sea. Alguien con dientes de tiburón debe tener algo interesante que decir.

— Ay, Dios — Augustus negó cuando la vio desaparecer por la puerta, sólo esperando que no dijera algo imprudente o se le fuera la lengua como acostumbraba, más con otra mujer de carácter como Enobaria, la cual no le tenía un particular aprecio desde que ganó sus juegos, teniendo que matar a la tributo del 2, Bruttia.

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