capítulo XXVIII

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MALVINA NO HABÍA DEJADO LA SONRISA COQUETA Y ESA MIRADA DEL INTRIGA DESDE EL MOMENTO en que Caesar Flickerman la había abordado en cuanto salió del tren con su equipo de producción grabando ese en vivo para verla finalizar su recorrido por los 11 distritos hasta la cuna de los Juegos del Hambre y la cabeza de Panem, el Capitolio.

— Pero cuéntanos, Malvina. ¿Consideras que es normal lo que pasó en el 7? Esas espantosas palabras, por un momento temimos, por ellos claro, porque sólo un tonto te retaría. Creo que todos lo hicimos.

Malvina frunció sus labios — No. Claro que no son normales, pero la derrota siempre es difícil de asimilar.

— ¿Justificas su actitud?

— Lo que hizo ese chico, no tiene apología y es por eso que ha pagado el más alto precio. Su vida... Aunque me enorgullece decir que esa experiencia amarga no ha sido lo único que me llevé de mi gira. Ha sido espectacular, el mar del 4 fue preciosos y los valles del 11 no tienen comparación en su vida.

— Oh, con que veo que has disfrutado de la gira.

— Al 100%, fue encantados pisar la arena por primera vez, oler la madera recién cortada y tocar esas telas coloridas del 8. Creo que después de los juegos, esta ha sido una compensación maravillosa.

— ¡Malvina Byrne, toda una aventurera! — Caesar rio y Malvina lo imitó — Aunque, creo que todos sabemos lo que vendrá después de esto. La mentoría, aunque creo que ya estas realmente preparada para esto.

Malvina apretó ligeramente sus labios y asintió — Lo estoy.

—¿Crees que traerás un vencedor este año a tu distrito?

La pelinegra rio — Caesar, creo que yo podría darles mil de los mejores concejos y conseguir patrocinadores al por mayor, sin embargo, todo reside en la madera que un tributo está hecho.

—Pero tú dices que el 1 está capacitado para ganarlos.

— Tenemos la fuerza, la preparación, pero en últimas instancias, uno se prueba a sí mismo en la arena y es ahí... Cuando sabes sí eres capaz de hacerlo que sea necesario para ganar.

Caesar finalizó su entrevista y tras un breve abrazo con la vencedora, Malvina siguió su camino hacia el interior del Edificio de Tributos a su planta para alistarse para la fiesta presidencial con Mantis. Había visto de reojo que Gloss y Cashmere se quedaban para hablar un poco más con el presentador, siendo el rubio quien le devolvió una mirada final.

Cuando entraron al departamento de su planta, Malvina se apresuró a buscar el más grande con Rocky, necesitaba tomar algo a su medida.

— ¿Es de Cashmere? — Interrogó Malvina al entrar.

— De hecho, es Gloss quien lo usa usualmente. Cashmere toma el otro porque no suele pasar mucho tiempo en este departamento.

Malvina sonrió de medio lado y dejó caer su bolso en la cama.

KNOCKING ON HEAVENS DOOR¹ ─── GlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora