ix. Vuelve a mí

1.7K 227 159
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


     EL DÍA HABÍA LLEGADO POR FIN. Aunque el primer pensamiento de Malvina cuando abrió los ojos fue: ¿Cómo debo reaccionar? ¿Llorando o preparándose mentalmente para saber que sus manos estarían manchadas de sangre? ¿Cómo se prepara uno para matar?. Ella no encontró la respuesta el techo, pero sí cuando se puso de pie y pisó descalza el suelo mientras amanecía en el Capitolio, viendo esas enormes calles que apenas comenzaban a ser transitadas por civiles.

    Entonces encontró la respuesta: Vivir.

    Supo que cuando la moralidad o esa vena sensible se presentara, tendría que preguntarse: ¿Quieres vivir o morir? Porque afuera sería ella o los otros. Sólo contra el mundo; casi se hecha a reír por eso, pero sólo ríe por lo bajo.

    Malvina se apresuró a arreglarse, sabía que vendrían por ella y Gaius en cualquier momento del alba, pues, aunque los juegos comenzarían a las diez, porque muchos de los habitantes del Capitolio se levantaban tarde, Gaius y Malvina tenían que empezar temprano. No podían saber lo lejos que estaría el campo de batalla elegido ese año.

   Malvina era muy consciente de que Gloss, Cashmere y Rocky no podrían acompañarlos. En cuanto salieran del edificio, ellos se desplazarán a la sede central de los juegos, donde, se dedicarían a reclutar patrocinadores sin parar y trabajarían en una estrategia para decidir cómo y cuándo entregarnos los regalos. Mantis y Krennan serían los únicos que los acompañarían hasta el punto de lanzamiento, donde serían arrojados a la fosa.

   A pesar de todo lo ocurrido en esos cinco días, era el momento de decir adiós.

   Rocky los abraza efusivamente y suelta un par de lágrimas auténticas, que no se molesta en limpiar hasta que se separan. Diciendo que promocionar su distrito siempre es su placer, pero que ellos se habían ganado un espacio privilegiado en su corazón. Malvina no sabía sí se los decía a todos, pero prefirió creerle cada palabra.

    — ¡Los voy a extrañar, y juro que llevaré flores si sé mueren! — sollozó limpiando sus lágrimas y el delineador corrido, vuelve a darles un abrazo más corto y va hacia la cocina gritando por galletas y helado.

    Gaius y ella sonríen ligeramente, entonces, Malvina es cuando se convence que Gloss no aparecerá para despedirse, el rubio ni siquiera estaba presente. Seguramente se había ido en la madrugada.

    Cashmere pareció leer sus pensamientos — Gloss fue requerido en otra parte, les desea suerte y siente no estar aquí, pero ha dicho que se los compensará buscando patrocinadores útiles.

   Gaius aceptó— Claro, eso ayudará.

   Malvina se quedó en silencio, sintiendo como si estrujaran su corazón.

    — ¿Y tú? ¿Dirás algo amable por primera vez? — se mofó Malvina de la rubia, quien hizo una mueca, torciendo sus labios.

   — No sería muy original de mí sí lo hiciera.

KNOCKING ON HEAVENS DOOR¹ ─── GlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora