capítulo XXXIII

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TODO EN EL CAPITOLIO DEBE DE SER LO MEJOR. Snow y sus palabras eran como el eco eterno de las montañas, pro ejercían presión dentro de las almas que pasaban por sus dominios, plantando el terror en los huesos de una manera tan subjetiva que se veía como un juego de niños, pero se convertía en uno mortal.

Malvina entró a la sala de mentores donde se estaba esperando a que los chicos hicieran su sesión privada, Augustus se había adelantado en la mañana con los chicos por su petición, lo que despertó en el rubio un sentimiento de extrañeza, pues cuando llegó a cenar tampoco habló mucho y se fue a dormir temprano.

La pelinegra no había tenido ganas de hablar, pues aún sentía ese amargo sabor de derrota en el fondo de su ser. Sentirse usada y controlada, era como asfixiarla en contenerla dentro de un pequeño espacio, podría expresar lo que sentía podría hablarlo, sacarlo, pero más allá de poner a alguien en peligro por saber su verdadero origen, se negaba rotunamente a ser un objeto de lastima.

Ser vista como un pobre perro callejero que tienen que matar.

Ella era Malvina Byrne y sí había sobrevivido a los Juegos del Hambre, también tenía que hacer frente a su realidad por más cruda que fuera en esos momentos, tenía que seguir y no permitiría que nadie se interpusiera en su camino.

— ¿Estas bien? — Augustus le preguntó en voz baja al acercarse al sillón individual frente a la pantalla donde la había visto ver sin mucho interés algunos programas populares del Capitolio, aunque Malvina lucía pensativa.

— Sí. Sólo pensaba en que alianzas serían mejor para los chicos, pensaba que podrías encargarte de Ruby y yo de Lace — Mencionó mirándolo, Augustus asintió viendo sus orbes violáceos, sentía que algo querían decirle, pero Malvina parecía una caja fuerte que no estaba dispuesta a abrir — Lace ayer me dijo que no quería estar con los profesionales del 2 y tampoco confía mucho en Ruby.

— No lo culpo, ella sabe que tiene ventaja sobre él con los patrocinadores. En los entrenamientos ha estado muy unida con los del 2, pero temo que un exceso de confianza le haga dar un mal paso.

— Lace me dijo que quería a Aloe del 11 y Maxin del 3 como aliados. Parece que está dispuesto a apostar por algo diferente. Será una verdadera sorpresa verlos juntos.

— Lo es un poco para mí, es sumamente raro que los profesionales no estén juntos.

Malvina se mofó —Es como una ofensa a las tradiciones, sólo espero que no me acusen de blasfemia.

Augustus y ella rieron ligeramente.

— Imagino que tendrás que hablar con Beetee y con Seeder.

— No será tan difícil, Seeder y Chaff ya me habían ofrecido una alianza, pero creo que me costará un poco hacer que Beetee acepte, no confía en nosotros.

KNOCKING ON HEAVENS DOOR¹ ─── GlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora