capítulo XXIX

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TODO PARECÍA HABER ACABADO. El anhelo puro en sus ojos se plantó en cuanto vio el cambio de tonos en el cielo, de un azul claro a ese grisáceo que distinguía a su distrito. La despedida del Capitolio había sido rápida, saliendo a medio día, aunque hubo cierta aflicción en la pelinegra al despedir se esa vida de lujos extremos que comenzaba a gustarle en el fondo porque sentía que la merecía; aunque esta se alivió rápidamente en cuanto dejaron atrás la capital.

El tren se detuvo y las puertas se abrieron, dándole paso libre a ella y sus mentores entre la prensa que buscaban la mejor fotografía o algunos comentarios de la vencedora, sin embargo, esta vez, Malvina se abstuvo de envolverse en otra situación preguntas poco discretas.

Un auto ya los esperaba en la estación, así que, tras despedirse de Mantis, su equipo de preparación y Rocky, pudieron marcharse hasta la plaza. Dónde se había organizado un enorme banquete para todos los habitantes del Distrito 1 como culminación oficial de su Gira de la Victoria.

— Mi tiempo como vencedora del año termina, pero mi legado va a vivir en la esencia de este distrito: Los Juegos del Hambre. Mientras haya juegos, nosotros... ¡Venceremos! — Fueron las últimas palabras que dio frente a una masa por el último año.

La gente aplaudió y rugió cautivados por la fuerza que su nuevo símbolo había mostrado desde un principio, era como sí ya todos dieran por hecho que estaba destinada a la grandeza. Malvina Byrne despertaba pasiones tanto como inspiraciones en cada persona que sus ojos únicos tocaban.

Malvina sonrió ampliamente y se inclinó con el arreglo floral que le habían obsequiado por su regreso. Eran jazmines que resaltaban por su dulce y embriagador olor, la pelinegra pestañeó rebosando de alegría en su pecho, cuando escuchó una pequeña revuelta cuando la ceremonia estaba terminando.

Gloss le extendió su mano para ayudarla a bajar del taburete, cuando escuchó, lo que pareció una voz

—¡Malvina! ¡Malvina!

La pelinegra frunció su ceño y le susurró al rubio que esperara, volviendo a la tarima y buscando con su mirada el origen, hasta que vio una enorme y musculosa figura abriéndose paso entre la gente gritando su nombre. Malvina entrecerró sus ojos y luego los abrió riendo, pero negando con su cabeza por su locura.

— ¡Augustus!

Malvina se quitó las zapatillas altas tomándolas en su mano para saltar descalza del escenario y abrirse paso entre más de la mitad de la población del 1 reunida. Gloss le explicó rápidamente a Phaedra que eran amigos y la alcaldesa detuvo a los agentes de la paz que estaban por intervenir, aún más cuando vio que era otro vencedor del que se trataba.

La pelinegra corrió hasta que se encontró con su rubio amigo que la levantó del suelo para dar unas vueltas con ella en el aire abrazada a su cuello entre aplausos y vítores de las personas reunidas. ¿Por qué? Malvina no tenía idea, pero tampoco le puso mucha atención. Se encontraba feliz de volver a verlo.

KNOCKING ON HEAVENS DOOR¹ ─── GlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora