𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 33.

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Harry estaba bajo la droga zombie, sin poder ser muy capaz de resistirse a nada.
Fédéric se estaba aprovechando de Harry, pero no era la intención del francés, solo se dejó llevar por sus impulsos profundos. Se le había hecho difícil tener al Príncipe del que estaba enamorado tan coqueto.

Ante la droga Harry no se resistía, no tenía la voluntad para ello.
El beso desesperado de Fédéric se fue calmando, siendo cada vez más lento. Este quería disfrutar de la boca del rizado y recordar cada espacio de ésta.

Estaba realmente sorprendido, Harry empezó a mover sus labios también, besando al francés.
Eso volvió loco a Fédéric, agarró con fuerza el cuello del rizado para profundizar el beso.

Harry se iba cayendo quedando acostado en el sillón, tenía los ojos rotundamente cerrados, no quería ver quien lo estaba besando, solo decidió cerrar los ojos con fuerza y disfrutar la boca con experiencia que lo besaba.

Sin darse cuenta Fédéric tenía a Harry debajo suyo, acorralado por sus brazos mientras le comía la boca.
Se sorprendió cuando sintió las manos de Harry retirando le el saco.
El rizado metió la lengua en la cavidad bucal del hombre rubio sin previo aviso. Fédéric gimió sorprendido.

La tensión sexual se había vuelto mutua y no sabían cómo, Harry no quería saberlo.

Harry acostumbrado y como un reflejo abrió sus piernas dejando que él se acomode en el medio.
La dureza de la erección del francés hizo que el cuerpo del ojiverde empiece a reaccionar de la misma manera.

Empezaba a sentir calor en su cuerpo, era normal, Fédéric era hermoso y sexy, aparte besaba con experiencia.

No, no había besos como los de Louis, no había nadie que se compare con él. Pero eso no sacaba el hecho que aún así podía llegar a disfrutarlo, o solamente echarle la culpa a la droga en su organismo. Quizás mañana ya no recuerde nada pensaba Harry.

Eric como un reflejo fingió unas embestidas y Harry gimió.

-Eric-Había gruñido en la boca de este.

Rompió el beso y miró directo a los ojos de Harry. Este tenía las pupilas dilatadas, pero no de excitación, si no por la escopolamina en su sistema.
Tenía los labios hinchados y rojos de tanto mordisquearlos, las mejillas acaloradas y los ojos un poco cristalizados. A pesar de ser la imagen más hermosa y erótica que Eric había visto en su vida sentía asco de él mismo.

-¡No!-Salió rápido separándose de Harry.-Oh dios... lo lamento tanto Harry-Empezó a negar con la cabeza apenado.

-¿Hice algo mal Eric?-Preguntó Harry con la misma pesadez.

-¿¡Qué?!-Esa fue la mayor tontería que el rubio había escuchado-Jesús, el único que está haciendo las cosas mal soy yo Harry-Sonaba asqueado. Estaba asqueado de él mismo.

-No entiendo-Dijo Harry.

-Claro que no entiendes, estás drogado. ¡Oh Dios! Estaba abusando de ti. Harry lo lamento en serio lo hago-Se acercó a Harry que se encontraba ya sentado en el sillón y acarició con suavidad su rostro.-Joder eres hermoso Príncipe-Dejó un beso en la mejilla.-Perdón, lo lamento, la droga no era para esto ¡lo juro! No me quería aprovechar de ti, mi intención nunca fue abusarte. Sólo quería sacar información de ti, ¡Ni siquiera quería sacar información de ti! Yo no quería nada de esto...-Terminó de hablar con tanta rapidez que el aire se le había acabado.

Harry no entendia de lo que hablaba, solo decía lo primero que aparecía en su mente.

-No te entiendo un carajo. Tú me odias y estás duro, ¿por qué no solo lo haces? ¿Por qué no me follas?... Si no te dije que no-Harry señalaba el bulto palpitante del muchacho rubio.

Príncipe. || «𝑳𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑺𝒕𝒚𝒍𝒊𝒏𝒔𝒐𝒏.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora