CAP 08

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HAROLD

El viaje es cansado, viajar por casi todo un país sin detenerse, solo si necesitamos parar para ocupar nuestras necesidades.

Vamos casi todo un día conduciendo, intercambiando en cada momento de chofer ya que con el simple hecho de conducir sin parar por cinco horas puede llegar a cansar.

Somos tres camionetas con alrededor de cinco hombres en cada una, no le veo la necesidad de llevar a tantos, pero por no saber en qué condiciones vamos a encontrar a Daniel, si es que va a estar solo, si va haber más personas a su alrededor.

Como no sabemos dónde se encuentran hemos estado deteniéndonos en diferentes lugares donde suponíamos que podrían estar, pero todo erróneo.

En varias ocasiones en el viaje he estado pensando en Rut, en cómo estará ahora mismo en mi ausencia, le he agarrado cariño muy rápido y saber que hay una pequeña posibilidad de que sus recuerdos regresen y tras eso puede que se aleje de mí, me da miedo.

Jing dijo que no llegaría a pasar, que cada mente es distinta pero capaz de hacerla olvidar, todo está monitoreado y la única opción para que ella vuelva a recordar su pasado es si ellos deciden hacerlo o no.

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DANIEL

Ayer continuó siendo normal, no hay rastro de más pumas y nos quedamos en un departamento donde comimos y descansamos para seguir con nuestro segundo día de labor.

Esta vez nos separamos diferente, Steve se irá con Andrew, Clayton con Bruno y yo con Noah.
La ciudad es enorme y tenemos que apresurar el paso, si más nos tardamos, más tiempos nos quedaremos aquí expuestos a cualquier peligro.

En la primera casa que entramos en una muy pequeña, solo tenía una habitación y nada de comida.

En la segunda parece una mansión- Que loco ¿No?- habla Noah alumbrando con la linterna del arma.

-¿De qué hablas?

-Digo que ahora podemos entrar a todas las casas que queramos, e imaginar que nuestras vidas antes de todo eran... normales, ahora podemos quedarnos en cualquier casa que nos antoje, como esta mansión por ejemplo, ni en mis sueños más locos pensé que pudiera vivir en un lugar así.

Rio a lo bajo- Bueno, cuando estuve los tres años solo siempre elegía la casa más grande, hay que darse sus lujos.

Asiente conmigo en forma de que está de acuerdo con lo que he dicho.

Nos separamos para que él busque en la planta alta y yo aquí abajo.

En la cocina no hay casi nada, o eso creía hasta que abro un pequeño cuartucho donde hay varias latas de comida y un galón de agua, empiezo a revisar la fecha de caducidad y la mayoría aun se puede comer.

La mochila ya empieza a pesar por todas las latas que guardo, coloco el galón de agua junto a la puerta para no estar cargándola por toda la casa, al final de la cocina hay un largo pasillo que no dudo en adentrarme.

En eso un olor para nada agradable llega a mis fosas nasales haciendo que tenga la obligación de taparme la nariz aunque tenga el tapabocas.

Las ganas de largarme de ahí aumentan con cada paso que doy, hay una puerta de madera al final del pasillo, la abro lentamente para encontrarme con lo más asqueroso y horrendo que he visto en mi vida, bueno, en realidad ya había presenciado algo parecido, pero eso no le quita lo horrendo.

Esta puerta lleva a un pequeño pateo con el pasto alto por falta de podar y en medio de este un perro muerto, está casi descompuesto, apenas se puede ver su rostro, su abdomen abierto y moscas con gusanos en su interior, cierro la puerta de golpe para no seguir apreciando esa escena.

En mi mente llegan recuerdos de mi compañero de viaje que me salvó la vida hace varios meses atrás, una presión en mi pecho me obliga a morderme el labio inferior para no soltar un sollozo.

Imaginar que varias mascotas domesticas han quedado abandonadas en sus casas cuando sus dueños fueron secuestrados me entristece, algunos encerrados sin comida, otros abandonados y lamentablemente algunos devorados por los animales salvajes.

Vuelvo a la cocina para alejarme lo más posible de ese pasillo, de las escaleras de caracol baja con rapidez Noah con algunos abrigos en las manos- He encontrado ropa para invierno, creo que nos puede servir.

Asiento sin decir nada, aun tengo la imagen impregnada en mi mente- Creo que hay que seguir con las demás casas.

Otra cosa que no me convencía la idea de venir a entrar a casas, en los tres años de soledad he visto a más de mil mascotas muertas en ellas, una experiencia que no quiero volver a repetir, pero aquí estoy.

Con las mochilas llenas y pesando en nuestras espaldas regresamos a la camioneta para guardarlas en la maletera y no cargar todo en nuestra búsqueda.

-Chicos, respondan- en la radio se escucha la voz de Bruno, Noah agarra el aparato y responde.

-Diga.

-Nos encontramos a dos cuadras a la derecha- y no dice nada más, nos miramos confundidos y seguimos las instrucciones.

Caminamos las dos cuadras y a la distancia se puede ver a los demás compañeros esperando afuera de un centro comercial.

-Ya estamos todos- informa Andrew.

-Bien chicos, tenemos que encontrar la forma en que podamos entrar, seguro aquí hay muchas cosas que podamos necesitar.

Todos asentimos ante la orden y nos separamos, Steve camina junto a mi- Te extrañe amor mío- bromea recibiendo un ligero golpe de mi parte- Que abusivo- se soba el brazo.

-Voy a tratar de abrir el candado de esa ventana, cúbreme- eleva una ceja en señal de confusión- Si es que Rut pudo abrir un candado de solo un tirón, entonces yo también puedo- claro que no lo intenté ayer porque soy idiota y me olvide de que mi fuerza a aumentado desde los últimos meses.

-Pero tú no eres Rut- se cruza de brazos.

-No, pero tengo su poder, además ya notaste que mi fuerza es mayor, tal vez pueda, ahora cállate y vigila.

Eleva las manos y mira para la otra dirección para ver si nadie se acerca.

Me acerco a la gran ventana cubierta por una puerta de metal y un gran candado, me agacho y veo el objetivo, inhalo hondo, cierro los ojos y concentro toda mi fuerza en mi brazo.

Empiezo a jalar, se escucha un chillido de parte del metal, mis dedos duelen pero no me detengo, de tanta fuerza que hago los costados de mi cabeza duele, hasta que por fin lo logro.

El candado cae roto al piso, Steve voltea lentamente con los ojos abiertos al escuchar que lo he logrado, mira al piso viendo el objeto destruido y esboza una sonrisa de victoria.

-Creo que me equivoque contigo.

-No te voy a mentir, me ha costado.

Steve busca algo con que romper el vidrio, a un costado hay un ladrillo partido a la mitad, lo carga, lo mira, retrocede algunos pasos y con toda la fuerza que tiene la lanza en dirección al gran ventanal haciendo que en un fuerte estruendo se rompa.

Tengo que retroceder cubriéndome el rostro ya que algunos pedazos de vidrio salieron disparados.

-Me hubieras dicho antes de lanzarla que me alejara.

Sube los hombros – No hubiera sido divertido ver tu rostro de espanto.
-Imbécil- se ríe tras mi comentario y con un chiflido llama la atención de los demás; que me sorprende de que no hayan escuchado el tremendo ruido que hizo el vidrio al romperse.

-Wow- el primero en hablar es Noah- ¿Cómo lo hicieron?

Todos con las bocas entreabiertas viendo la ventana rota, luego al candado en el piso y viceversa.

-El candado estaba ya gastado, de un tirón salió.

Se nos quedan viendo como si no creyeran lo que sus ojos están viendo.

Bruno, con el arma en su mano termina de romper el vidrio de los bordes para que podamos entrar, el sonido de nuestros pies pisando los vidrios rotos hacen eco por todo el lugar.

Tenemos la necesidad de alumbrar el interior con las linternas de nuestras armas, la única luz que nos permite ver algo del interior, es la que entra de la ventana rota.

-¿Creen que haya algún animal acá dentro?- cuestiona Noah todo asustado.

-No lo creo, si todo a estado cerrado no habrá ningún animal dentro.

Todos asentimos, este centro comercial es mucho más pequeño de lo que creía, todos los puestos están cerrados con candados enormes; que por cierto no quiero volver a romper otro candado en mi vida, aun me sigue doliendo la mano.

-Bueno, vamos de frente a donde venda comida- ordena Bruno, al fondo del largo y gran pasillo encontramos ese lugar, tan especial, tan maravilloso, ese lugar donde esperamos que si haya bastante comida.
Hay una pequeña abertura que con ayuda de todos lograron abrirla un poco más para poder entrar.

Las luces blancas parpadeando, el olor a podrido llega a nuestras fosas nasales haciendo que tengamos que cubrir aun más nuestras narices.

Cada uno coge un carrito de compras y nos separamos en los pasillos, me encargo de agarrar latas de conserva; las que aun no vencen, que son en la mayoría atún, frijoles, verduras, maíz, lentejas y creo que he visto sopa de tomate y semillas de girasol.

-Por favor,  todos acercarse al pasillo 10- anuncia la voz de Bruno.

Pongo las últimas latas en el carrito para dirigirme al pasillo indicado, me encuentro con Andrew tan confundido como yo, y al llegar, junto a los demás nos damos cuenta del porqué del llamado.

Bruno se encuentra tomando una cerveza, pues este es el pasillo de los licores, alcoholes y vinos.

-¡CHICOS! ¡HE ENCONTRADO EL MEJOR PASILLO DE TODOS!- todos emitimos una carcajada- Vengan, creo que es momento de descansar y tomar algo, hace años que no tomo un buen vino o una rica cerveza.

El primero en unirse en Clayton que no duda en acercarse a las cervezas, abrir una y tomar un buen sorbo.

-Creo que sería mejor llevarse algunas para tomar en casa, tenemos que apresurarnos que el sol se va a ocultar en una hora.

-No seas aguafiestas Daniel ¿Hace cuanto tiempo que no tomas alcohol?

-Pues... hace más de tres años.

Todos cuestionan con un "¿Qué...?"

-Te has perdido de mucho amigo- me da unas palmaditas en la espalda Andrew para luego extenderme una botella de cerveza artesanal- Disfruta.

Dudo al comienzo, pero luego ya no refuto y nos quedamos tomando, sentados en el pasillo mientras hablamos de otros temas y reímos.

Hasta que el sonido que latas cayendo al piso a la distancia hace que nos quedemos callados, todos nos miramos con los ojos bien abiertos.

Nos levantamos lentamente dejando las botellas de vidrio en el piso sin hacer ningún ruido.

No tenemos que decirlo para saber que algo se ha metido, pues era obvio, el gran ventanal roto deja camino libre a que cualquier animal se pueda meter, además que vamos un buen tiempo tomando y riendo.

Hago un gesto con el dedo de que guarden silencio, agarramos las armas y nos preparamos para disparar.

Nos asomamos para ver el pasillo, el sonido de las latas siendo pateadas por alguien hace que nos dé un escalofrío.

Steve se prepara para disparar, apunta preparado al igual que todos los demás, y ahí lo vemos, un puma, otro maldito puma, está oliendo cada rincón, y seguramente ya nos olió.

Le digo a Steve que aun no dispare hasta tenerlo bien a la vista, puesto que solo se ve su cabeza asomándose por el pasillo.

Andrew y Bruno están guardando las latas con sumo cuidado de no hacer ningún ruido dentro de las mochilas, estamos listos para disparar, pero en eso el sonido de una botella cayéndose al piso detrás de nosotros hace que nos alarmemos.

El puma sabe que no está solo, nos mira y por un segundo nos quedamos inmóviles. Nos enseña sus grandes colmillos para empezar a correr hacia nosotros.

Steve dispara pero falla ya que el animal es más rápido.

Está tan cerca que no nos queda nada más que correr.

Empezamos a correr, nos separamos y nos escondemos en algunos pasillos.

Escucho el grito de una chica y sé que se trata de Andrew, me he escondido junto a Steve, nos miramos alarmados y con nuestros corazones a punto de salirse de nuestros pechos salimos de nuestros escondites.

Andrew está corriendo por el largo de los pasillos con el gran felino siguiéndolo por detrás, para tener mejor visión Steve se sube arriba de las encimeras y apunta al animal, dispara dos veces pero en ninguna le da.

-¿No que tenias buena puntería?- cuestiono enojado viéndolo bajar.

-Inténtalo tú si crees que es fácil- Andrew logra salir y aprovechamos para ir a su rescate, sigue gritando haciendo posible saber donde se encuentra.

Corremos junto a los demás, se ve a la distancia a Andrew corriendo al final de un pasillo sin salida.

El felino lo acorrala, camina lentamente jugando con su presa, y como estamos tan lejos el gran animal salta encima de él haciendo soltar un grito desgarrador, Steve aprovecha tenerlo quieto y le dispara como cinco veces haciendo que caiga al piso.

Todos corremos a la ayuda de Andrew, Bruno es el primero en llegar y mueve el cuerpo inconsciente del puma dejando al descubierto a Andrew tendido en el suelo con el brazo sangrando y su respiración acelerada.

Noah y Clayton se agachan para ver la herida, está sangrando mucho y sus gritos demuestran que le duele.

-Será mejor regresar a casa.

-No- interrumpo- Salir ahora es muy peligroso, y aun más con el olor a sangre, lo que vamos hacer es volver a supermercado, nos encerramos hasta que amanezca, seguro hay algo que nos pueda servir para curarlo.

Todos concuerdan conmigo, Clayton y Bruno ayudan a levantarlo y encerrarnos para pasar la noche.

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Nota de autora: Como prometí, nuevo capítulo wiii

No se olviden de votar que ayudaría mucho.

¡¡¡Besos!!!

REMEMBER ME (DTM #3) •TERMINADO•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora