PRÓLOGO

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RUT

El dolor de cabeza era tanto que en un momento perdí la consciencia, no escuchaba nada ni sentía nada.

Y al abrir los ojos todo era negro, estoy en medio de al parecer una gran habitación negra, no se ve nada, no se escucha nada.

-¿Hola?- nada, no hay nadie, solo yo.

Y es ahí cuando me doy cuenta que me encuentro en mi consciencia, es mi mente, y todo está negro, vacío.

¿A caso estoy muerta? No puedo estar muerta, no, no, esto no es posible.

Empiezo a caminar sin rumbo, mirando hacia todas partes sin saber qué es lo que sucede.

Y de repente, algo aparece al frente mío, a unos cuantos metros, camino decidida hacia ese lugar, y me doy cuenta que es una puerta que pareciese que detrás de ella hay una luz.

Mi curiosidad es más grande y la abro, la fuerte luz me ciega por unos segundos, y cuando recupero la vista me encuentro dentro de un edificio, está todo oscuro, y veo a alguien ahí dentro, es una mujer, no, soy yo, amarrada, atada a la pared.

Pero ¿Cómo es eso posible?

De pronto un fuerte sonido interrumpe el momento y al voltear la puerta se ha abierto y ahí está él, Daniel.
Cierro los ojos y al abrirlos de nuevo ya no estoy en ese edificio, sino en otra casa, Daniel se encuentra sentado en un sofá individual con una herida en el pecho y brazo, y ahí me encuentro yo, curando.

Cierro los ojos, y la escena cambia, una y otra vez, una donde estoy en medio de la nada con Daniel llorando y un perro muerto al frente de nosotros, otros donde estamos encima de una moto, luego estoy dentro de una habitación con una pared de electricidad, disparos, Daniel sangrando, yo besándolo, luego estoy en un cuarto de enfermería y estoy comiendo un dulce de chocolate, avanzamos más y estoy en una camioneta, Daniel me tiene cargada, luego otras personas nos separan, me tienen atada, cautiva, y por último, me encuentro corriendo y recibo un disparo en el abdomen.

Son mis recuerdos, todo está claro ahora, desde un principio Daniel decía la verdad, y ahora lo sé.

Quiero estar con él, quiero despertar.

-¡QUIERO ESTAR CON DANIEL!- grito y caigo de rodillas en el piso y todo a mí alrededor se vuelve negro otra vez.

Lágrimas salen de mis ojos sin explicación alguna- Quiero estar con él, por favor.

-¡RUT! ¡RUT!- se escucha a alguien llamándome a la distancia, desde lejos se ve una luz blanca ¿Será la salida? No me quedo parada, empiezo a correr, la luz cada vez más grande, y tengo que cerrar los ojos.

Y al abrirlos el rostro de Daniel se encuentra al frente mío- Oh Dios, despertaste.

-Daniel...- me duele la cabeza e intento levantarme pero él me lo impide- ¿Qué pasó?

-Ya todo se arregló, eres libre, todo es diferente ahora.

-Yo... Recuperé la memoria.

Sus ojos se abren ligeramente- ¿Qué?

-Ya recuerdo todo- sonríe para luego acercarse a darme un beso en los labios.

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DANIEL

Ha pasado el tiempo, las cosas han mejorado, y puedo decir que hemos vuelto a lo de antes.

Mi madre ha encontrado la manera de usar mi sangre como un camuflaje contra el virus, y ha resultado positivo.

Henry se ha hecho líder de todas las organizaciones, y tras la nueva vacuna por fin salimos al exterior.

Hay mucho trabajo por adelante, recuperar la vida que teníamos antes va ser difícil, pero no imposible.

Tras la muerte de Steve, Alisson quedó devastada, pero ha salido adelante con el embarazo, y ha decidido que si el bebé sale varón lo llamará Steve por el hombre que más amo en la vida y el que salvó a todos.

Harold y Rut se han vuelto amigos, para mí no hay ningún problema en eso, sé que se han agarrado mucho cariño, y no pienso separarlos.

Además Rut recuerda todo, todos los momentos que pasamos juntos y el amor que me tenía, aun más que antes.

Vivimos como podemos, pero ya somos capaces de hacer nuestra vida sin miedo de enfermarnos, mirar el cielo estrellado y respirar el aire puro.

Ya es de noche y regreso a casa donde me espera Rut en la habitación, me saco la playera por encima de la cabeza para recostarme a su costado- ¿Día difícil?- cuestiona abrazándome de lado.

Me he vuelto profesor de combate, salir al exterior resultará difícil pues aun existe el peligro de los animales, y es necesario saber defenderse.

-Sí, pero ya estoy contigo- volteo a verla y plantarle un beso en los labios.

Esto es todo lo que me imaginaba, y quería, una vida con ella. Ser simplemente feliz.

Rut se acomoda boca abajo apoyándose con la ayuda de los antebrazos para verme con una sonrisa en su bello rostro- Te amo.

-Yo también te amo.

Esto es perfecto, es todo lo que quería en el mundo, por fin podemos estar juntos, poder despertar y ver sus lindos ojos celestes, poder acariciarla sin hacerle ningún tipo de daño.

Poder tenerla en mis brazos, proporcionarle mi calor cuando tenga frio, hacerla reír cuando este triste y besarla cuando quiera cariño, porque esto es todo lo que deseábamos, una vida normal.

Pasamos tantas adversidades juntos que nuestra conexión es tan grande que no se podría definir solo en palabras.

Porque gracias a ella supe lo importante que es tocar a alguien, un simple "te amo" no es suficiente, pasar todo el día juntos tampoco, es tocarnos, tocarla, sentirla conmigo, y saber que cada vez que regreso de trabajar ella me espera para rodearme con sus brazos.

En un momento pensé que era el destino no estar juntos, ella es el virus y yo la cura, dos cosas completamente distintas e imposible de estar cerca, pero nosotros rompimos ese límite, y afrontaremos otros más, porque después de todo, estamos juntos.

Me estiro para besarla, pero me agarra de la mejilla evitando que eso suceda y empieza a lamerme como si fuese un perro.

- ¿Qué haces?- cuestiono.

No para, la baba la siento en toda la cara, cierro los ojos tratando de apartarla porque esto se ha vuelto extraño, y al abrirlos estoy en otra parte.

Y no solo eso, Rauss está a mi lado ¿Cómo es esto posible?

Me incorporo en la cama y algo se cae al suelo, volteo y es... es el diario de Emma.

¿Qué?

Me toco el rostro y siento una ligera barba, mi cuerpo delgado, mi cabello largo.

¿Dónde estoy?

Veo a mis al redores, y esta casa me resulta familiar, es... es la casa de México, la que tenía patio trasero.

Esto debe ser un sueño, si, si, hace un momento estaba con Rut, no puede ser que esto sea la vida real ¿O sí?

Rauss me mira con la lengua afuera, y verlo me entran ganas de llorar, no lo evito más y le empiezo a acariciar la cabeza con dulzura- No sé si estoy soñando, pero te extrañé amigo.

Me levanto algo confundido, debo estar soñando.

Me doy una cachetada y nada, no sucede nada.

Empiezo a desesperarme, esto no puede ser cierto.

Todo lo que ha pasado ... ¿A sido un sueño?

Me coloco las botas y junto a Rauss salgo de la casa, ahí está mi camioneta.

No quiero creer que todo lo que viví con Rut fue un sueño.

Manejo por las calles, y llego a ese lugar, al edificio abandonado al final de esa avenida.

Me bajo y corro con el corazón acelerándose a mil.

Todo está como lo recuerdo, Rauss se adelanta subiendo las escaleras y hago lo mismo.

No quiero pensar... no... no....

Llego al tercer piso, y ahí está el sofá con los bloques de concreto encima.

A una velocidad alarmante saco todo, tomo impulso y choco contra la puerta haciendo que esta caiga y saque una gran polvareda dejándome ciego por unos segundos.

No quiero pensar que todo fue solo un sueño, no puede ser posible.

Con la linterna alumbro el interior, y ahí está, encadenada, atada, delgada, sucia y asustada. Como la primera vez que la vi.

Tiene un cuchillo apuntándome, puedo ver sus lindos ojos celestes.

No sé si tengo ganas de llorar o de golpearme contra una pared.

Porque...

-No te asustes- doy un paso y ella trata de retroceder.

Tal vez....

-Soy Daniel

No fue un sueño...

-¿Y tú eres?

Si no lo que va a pasar...

Ella me mira y mueve sus labios para pronunciar la frase que comenzó con todo esto.

-Don't touch me.

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Nota de autora: Y todo empezó por esas simples palabras.

Lean la Notita.

No se olviden de votar que me ayudaría mucho.

¡¡¡Besos!!!

REMEMBER ME (DTM #3) •TERMINADO•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora