DANIEL
Me siento cansado, pues las descargas que me sometieron, causaron que el cansancio se incrementara, mis manos duelen al igual que la cabeza.
Y aunque el principio me negué a participar, al mencionar a Rut, me di cuenta que ella había pasado lo mismo, y que si me rehusaba a hacerlo ella saldría afectada, además que Harold mencionó que si lo hago, ayudaría a Rut ¿De qué forma? Ni idea.
Pero lo que más me impresionó no fue el hecho de que el jefe de ahí, que ahora sé que se llama Jing, no tuviera humanidad al notar que estaba sufriendo, y que estaba a punto de subir de nivel si no fuese porque Rut lo detuvo a medio camino, eso si me impresionó, porque con el hecho de que haya intervenido para que dejara de sufrir, significa que le importo o algo parecido, pero no pude quedarme ya que cuando terminaron de torturarme me sacaron tan rápido de esa habitación que apenas pude decirle gracias.
Me volvieron a encerrar como basura, y se marcharon, recuesto mi cabeza hacia atrás y trato de cerrar los ojos y así descansar de todo lo que ha pasado, agradezco tener la cura dentro, mi cuerpo resiste más a estas cosas, pero el procedimiento es más lento ya que me falta comer.
Y mis compañeros empiezan a despertar, me apresuro a asomarme para ver a Steve, Noah se levanta del piso sobándose el cuello adolorido por la postura, Steve hace lo mismo, pero en cambio el durmió apoyado en la pared, con la ayuda de sus brazos trata de incorporarse pero parece no poder hacerlo.
Noah al terminar de sobarse el cuello acude a su ayuda, escucho que mis compañeros de la otra celda también se están despertando y hablo- Noah, por favor revisa la herida de Steve.
Asiente y con cuidado empieza a revisarlo, por su expresión se nota que la situación no está yendo bien.
-¿Qué pasa Noah? ¡DI ALGO!- me desespero, no puedo permitir que mi mejor amigo muera, no puedo.
-¿Es normal que la herida tenga algo pegajoso de color amarillo?
Escucho a Bruno decir un "Oh no"- ¿Por qué dices oh no? ¿Qué pasó? ¿Es malo?
-Es muy malo, la infección ya llegó a la sangre, no sé qué podemos hacer para pararlo.
Me separo, me levanto y empiezo a caminar con desespero de un lado a otro mordiéndome las uñas, debo encontrar una forma de salir de aquí y curarlo, de alguna manera.
Detengo mi caminata cuando escucho reír a lo bajo a Steve, volteo confundido hacia él- ¿Qué loco no? Sobreviví al virus, a disparos, a animales salvajes, a secuestros, y moriré por una herida infectada.
-No, no morirás Steve, encontraré una forma de negociar para que me saquen de aquí y curarte, no puedes morir, no así.
-Ya... ya... Daniel, ahora mismo no es por lo que debes preocuparte, estas en peores circunstancias para que te preocupes por mí.
-No digas eso, eres mi mejor amigo y no dejaré que te pierdas el nacimiento de tu hijo.
En eso el sonido de la puerta cerrándose nos alerta, me acerco y trato de asomarme, es mi oportunidad para negociar.
Dos guardias, los mismos que siempre vienen- "¿Qué fueron esos gritos?"- cuestiona uno de ellos, pero no entiendo lo que dicen.
-Por favor, por favor- empiezo a suplicar- Déjenme salir para curar a mi amigo- señalo a Steve que se encuentra pálido y sus ojos se cierran a cada rato- Sé que tal vez no entiendan lo que digo, pero en serio necesito curarlo, solo son unos segundos y después no pido nada mas, solo eso, por favor.
-Daniel...- me interrumpe Steve casi susurrando- No van aceptar...
-No, tienen que- miro de nuevo a los soldados- Por favor, no quiero perderlo, va ser padre, tiene derecho ver a su bebé- pero nada, me miran y esbozan una sonrisa burlona, se miran y empiezan a caminar hacia la salida- ¡NO! ¡POR FAVOR! ¡MI MEJOR AMIGO ESTÁ MURIENDO! ¡HARÉ LO QUE QUIERAN! ¡PERO DEJENME CURARLO!
Pero se fueron, las personas ahora solo piensan en ellos y no en los demás, estoy tan enojado que golpeo los barrotes, los jalo e intento romperlos con la única intensión de salir de aquí, pero lo único que logro es doblarlos un poco por la impotencia.
-Daniel... para... me duele la cabeza y tus gritos lo empeoran...- habla Steve.
-Lo siento...- me dejo caer al piso con mi cabeza entre las piernas- Perdóname... en serio perdóname...
-¿Por qué te disculpas?- cuestiona.
-Porque por mi culpa estas en esta situación, te obligué a venir y ahora vas a... a... mo-mor... no puedo ni pronunciar esa palabra- mis ojos arden, mi pecho duele y una gran culpa me invade.
-Amigo...- escucho su voz pero no hago caso- Por favor Daniel, mírame...- y lo hago, tiene una sonrisa débil- No es tu culpa, ninguno de nosotros se imaginaba que esto iba a suceder, y acepte venir ya que eres mi mejor amigo, eres mi compañero, eres mi hermano, y en donde tu estés yo iré a cubrirte las espaldas, pasamos cosas peores, y estoy seguro que tú en mi situación dirías lo mismo, ahora no nos podemos echar la culpa y lo único que te puedo decir es que luches, sigue peleando, no te rindas y sal de esto como siempre lo haces, yo lo haré, lucharé hasta el último minuto porque sé que saldremos de aquí ¿De acuerdo?- asiento con una lagrima resbalando por mi mejilla.
-De acuerdo.
Me limpio las lágrimas e inhalo hondo esfumando las ideas de rendirme, de que todo esto es mi culpa, me levanto, y veo los barrotes que pude doblar un poco, tal vez, si concentro toda mi fuerza seré capaz de romperlos o separarlos a tal punto de poder pasar por ahí.
Me tranquilizo, agarro los barrotes, cierro mis ojos y la corriente eléctrica que se siente dentro de mi viaja hacia mis brazos y empiezo a tirar, el sonido de los barrotes se escucha en todo el lugar, mis compañeros me hacen apoyo moral, el dolor en mis manos y brazos incrementa, el dolor de cabeza también, mis dientes se aprietan tanto que parece que se romperán.
Pero me detengo al volver a escuchar la puerta abrirse y cerrarse de golpe, retrocedo asustado al ver a los dos soldados acercarse furiosos hacia mi celda.
Miran los barrotes doblados y su expresión cambia a uno más molesto y confundido, abren la puerta y creo que es mi oportunidad de hacer algo.
Los dos hombres entran a punto de seguro darme una paliza, pero no me dejo, el más alto de los dos eleva su brazo y viaja directo hacia mi rostro, pero logro esquivarlo agachándome, corro hacia él y lo tumbo agarrándole del abdomen y haciéndole caer de espaldas, empiezo a golpearlo, pero unos brazos me agarraran de los hombros jalándome hacia atrás.
Forcejeo con el otro soldado que es él que me tiene inmóvil, piso su pie que escucho que grita, y con mi cabeza lo golpeo en la nariz haciendo que me suelte.
Volteo a enfrentarlo y lo pateo haciéndolo chocar contra la pared, aprovecho en huir, pero un agarre en mi pierna me hace caer directo al piso, el soldado más alto me está agarrando con fuerza la pierna, se levanta y queda encima mío, un golpe fuerte en mi mejilla izquierda me hace perder la visibilidad.
Escucho a Noah y Steve gritando, pero no sé qué dicen, mis tímpanos suenan.
El soldado se detiene por una milésima de segundos y es mi oportunidad para darle un golpe mandándole para el costado.
Me levanto, corro hacia afuera de la celda y me acerco a la de Steve, estiro mi mano entre los barrotes tratando de alcanzar su pierna, él ayuda también acercándose, pero cuando queda tan solo unos pequeños centímetros otros brazos me agarran por atrás separándome.
Vuelvo a forcejear, un golpe en mi abdomen me deja sin aire y me tiro al piso.
Otra patada me tumba al piso y golpes tras golpe llegan, lo único que hago es tratar de taparme el rostro pero aun así no logro esquivarlos todos.
-¡DEJENLO!- gritan mis compañeros pero es obvio que no van acceder.
Pero una tercera voz suena en todo el lugar y los golpes cesan- "Deténganse, no puede herir a nadie sin el permiso del jefe Jing"- es Harold, viene con la cabeza en alto y mirada seria.
-"A intentado huir" – dice uno de ellos.
-"Igual, ya saben las reglas, ahora váyanse, yo me encargo"
Los dos soldados se van sin antes fulminarme con la mirada, Harold espera a que se vayan para luego extenderme la mano a ayudarme a levantar.
-No debiste intentar huir.
-No tenia opción, Steve está muriendo, debo curarlo- Harold mira al antes mencionado con una expresión seria.
-Indicaré a que lo lleven a revisar, pero eso sí, aquí hay reglas Daniel, y uno de ellos es no a la agresión.
-Pero por favor, cúrenlo- asiente, me hace una seña para que entre a mi celda y me encierra.
Después de eso, salió por unos minutos y volvió con otros dos soldados y una camilla, se llevaron a Steve y ahora me siento más tranquilo al saber que lo ayudaran.
Todo me duele, siento el sabor a sangre en mi boca y el olor en mi nariz, Noah me mira un tanto preocupado por mi estado- ¿Cómo estás?
Rio de lado- Estoy bien, me duele el alma, pero ahora estoy mejor, lo ayudaran.
-A veces no te entiendo.
Las horas pasan, no sé si es de día o no, pero como siempre, los mismos guardias; que ahora mismo seguro me odian más que antes, entregan bandejas con comida a mis compañeros a excepción de mí.
Y al pasar las horas uno por uno empiezan a caer dormidos siendo el único despierto.
Intento dormir, pero no lo hago, ya que Rut prometió venir a la misma hora, y eso me alegra.
Me acomodo apoyándome en la pared y ahí aparece, la linda chica de cabellos castaños y ojos celestes, lleva puesto unos shorts que dejan al descubierto sus piernas, una camiseta blanca y en su hombro una pequeña mochila.
Me saluda con la mano, pero su expresión cambia al verme el rostro- ¿Qué pasar?- cuestiona tomando asiento al frente mío, siempre con una cierta distancia.
-Una pelea, pero estoy bien, tranquila- le sonrío.
Coge su mochila y empieza a sacar varias cosas, me entrega una botella de agua, una manzana y un emparedado.
-Gracias- empiezo a comer, con un poco de dificultad por el dolor.
-Yo ayudar- habla.
-¿Qué?
-Tu tener amigo herido, pierna mal, yo traer cosas para ayudar, pero amigo no estar en celda- al principio me cuesta entender, pero luego entiendo que se refiere a Steve.
-Se lo llevaron a enfermería creo.
Asiente con lentitud y saca algunas cosas de su mochila, veo alcohol, algodón y vendas- Yo preguntar que ser necesario para heridas, para tu amigo, pero tú necesitar ahora.
-No es necesario, en serio- niego con la cabeza pero parece no rendirse.
-No, tu contar historia mientras yo curar heridas ¿Si?- no puedo seguir resistiéndome a esa carita y al final asiento.
Agarra el algodón y le echa un poco de alcohol, dudosa se acerca más, y hago lo mismo, creo que nunca en mi vida he estado tan cerca, o al menos no recuerdo y con cuidado empieza a limpiarme las heridas de la cara.
-Bien ¿En qué parte de la historia me había quedado?- cuestiono, trato de no verla, pero es difícil, es tan hermosa.
-Yo curarte de herida de lobo.
-A cierto, bueno, esa misma noche apareció otro hombre, desconfiabas de él, pues te miraba de una manera inadecuada, yo también desconfiaba del tipo, pero estaba tan cejado en la idea de que no era el único ser humano en la tierra que acepte en que se nos uniera.
Emito un quejido ante el dolor de la herida que me está curando en la ceja- Sorry.
-Tranquila, como seguía contando, él se unió, tú antes me habías dicho que no le contara tu habilidad y que no se acercase a ti, y prometí hacerlo, siempre te cuidaba. Un día nos fuimos, nuestra meta era ir a la frontera y encontrar algún pueblo para quedarnos, pero el camino iba ser largo y acampamos afuera, tuve una pelea con ese hombre, lo amarre a un árbol pero no bastó y esa misma noche nos dejó varados- no quiero mencionar el hecho de que intentó violarla.
-¿Y qué hicimos?
Termina de limpiarme pero aun así no se separa, nos vemos fijamente a los ojos, siento algo, como una conexión.
-Pues al día siguiente tuvimos que seguir nuestro camino, encontramos una cabaña donde pasamos la noche, al día siguiente en la noche acampamos y nos atacaron los lobos, salí herido, pero hubiera pasado peor de no ser por Rauss, me ayudó y en el proceso murió. Me curaste, pero te encontrabas débil, no tenias fuerzas, al día siguiente seguimos caminando y te desmayaste en medio camino, te cargué con cuidado y te puse a desguardo dentro de la carpa, pasamos un buen tiempo ahí, te despertaste y esperamos a que te sintieras mejor para continuar nuestro camino.
Paro de hablar ya que se escuchan pasos a la lejanía, Rut se levanta asustada, guarda las cosas dentro de la mochila, me mira y antes que se vaya le agarro de la mano, por fin, después de tanto tiempo puedo tocarla.
Voltea sorprendida, y nos quedamos mirando, la suelto porque siento que la estoy lastimando, la costumbre.
-Solo quería decirte gracias por intervenir hace algunas horas- asiente con una débil sonrisa y se va.
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RUT
No puedo creer lo que acaba de pasar, su toque se sintió raro, pero no un raro malo, sino se sintió cálido, diferente, y por esos pequeños segundos que nos quedamos viendo mi corazón empezó a latir como loco en mi pecho.
Regreso a la habitación, dejo la mochila en el suelo y con cuidado me recuesto al lado de Harold, ahora se siente tan raro estar cerca de él.
Porque mi pecho, mis manos, mi respiración y mi corazón no se aloquean como cuando estoy cerca de Daniel.——-
Nota de autora: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL CORAZÓN DE RUT?No se olviden de votar que me ayudaría mucho.
¡¡¡Besos!!!
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REMEMBER ME (DTM #3) •TERMINADO•
Teen FictionAntes de leer este libro ya debiste de haber leído la primera y la segunda para entenderla, puedes buscarlas en mi perfil. El tiempo pasa y lentamente el corazón de Daniel se va recuperando, dejando atrás al amor que le tenia a Rut. Su muerte lo de...