Sangre. Gritos. Disparos. Son una de las pocas cosas que sueño, todo es un remolino de emociones, donde la veo, donde me ve, donde el deseo de poder protegerla es aun más fuerte, pero todo acaba cuando la veo cerrar los ojos.
Duele, duele demasiado el hecho de haber intentado todo para salvarla y aun así, ella fue quien me ha estado protegiendo todo este tiempo, y tener que alejarme duele, ahora nunca más podré verla.
Despierto porque siento mi cuerpo ser agitado constantemente, me incorporo sentándome sobre el colchón y tocándome el rostro sintiéndolo frío y sudado.
Una figura aparece a mi costado, cubriéndole el cuerpo con una camiseta mía y su cabello desordenado- ¿Otra pesadilla?- cuestiona en un tono dulce mientras me soba la espalda de arriba abajo.
-Si...- mi voz sale frágil, he tenido estos sueños constantemente y no he podido conciliar bien el sueño después de esto.
Su rostro aparece en mi campo de visión con una débil sonrisa, está oscuro y casi no puedo verle bien las facciones, sus manos suaves y cálidas me toman por las mejillas obligándome a levantar la cabeza para que nuestros ojos se conecten.
Sin decir nada más me impregna un beso corto en los labios- Ya pasará- asiento con una sonrisa fingida para después quitarme las cobijas que me tienen cubierto las piernas y levantarme mientras me estiro.
Camino hacia el baño para lavarme el rostro y despertarme mejor, son casi las cinco y ya que no puedo volver a dormir aprovecho a ir a entrenar con Steve.
Me coloco los pantalones y la camiseta negra, para luego acercarme a Emma y darle un beso en la cabeza- Iré a entrenar, sigue durmiendo.
Asiente lentamente para después recostarse dándome la espalda.
Salgo de la habitación masajeándome la sien, odio estos sueños, ya no son tantos como hace meses, pero igual siguen ahí, atormentándome, obligándome a recordar lo que no pude hacer, salvarla.
Camino por los pasillos y veo una figura a lo lejos caminando, con un silbido de parte mía este voltea con una sonrisa y me extiende el brazo para saludarnos con un apretón- ¿Qué tal? Que sorpresa de que te hayas despertado temprano, por un momento llegué a pensar de que iba a entrenar solo.
Niego con la cabeza- Tuve otra vez ese sueño- se me queda mirando y no tengo necesidad de verlo para saber que ya sabe de lo que trata.
-Te dije que era muy pronto para empezar una relación con Emma.
Lo sé, aunque no quiera admitirlo sigo enamorado de Rut, no puedo, simplemente no puedo sacarla de mi mente, está ahí, su rostro, su sonrisa. Todo.
Empecé a acostarme con Emma hace tres meses con la esperanza de si me mantenía entretenido podría olvidarme de ella, pero cada vez que veo a Emma, mi mente me repite "Ella no es Rut"
-Sabes perfectamente que estás haciendo mal tratando de olvidar a Rut con Emma, lo único que haces es ilusionarla. Tal vez aun no es tiempo para que estés con otra, solo ha pasado seis meses.
Bajo la cabeza ¿Por qué siempre debe tener la razón? Pero nunca se lo digo.
-¿Podemos olvidarnos de eso por un momento? He venido a entrenar, no ha conversar del pasado.
Alza las manos en señal de paz, caminamos a la par hasta el área donde nos esperan más muchachos, uno de ellos es Clayton, saludándonos con la mano desde la lejanía donde están haciendo unos circuitos con los demás.
Nos acercamos saludándonos con un choque de puños, para empezar a calentar empezamos a trotar por toda la cancha, voy a ponerlos al día.
Desde que huimos de la NUCC, regresamos a donde Henry, suplicándole que nos deje unirnos, le contamos todo lo sucedido y prometimos nunca más mentirle al respecto.
Mi madre se ha convertido en médica, Alisson y Steve se han hecho pareja; me alegro por él, Clayton se convirtió en explorador y recolector, dos veces por semana salen, buscan en pueblos cercanos o a veces se van a ciudades a buscar suministros que nos puedan servir. Hasta en un momento me dijeron que si podría ayudarlos ya que siendo mi alta experiencia en ir en pueblo en pueblo, en ciudad y ciudad en busca de comida les serviría de mucho, pero simplemente me negué, aun siguen insistiendo.
Steve se volvió como un profesor de tiro con pistola, su puntería es impresionante.
Marcus... no lo veo desde hace tiempo, pero por lo que me han contado se unió al grupo de exploradores, una razón más para no unirme a ellos.
Y yo, me volví un chico obsesionado con el ejercicio por toda la energía que habita en mi cuerpo, la cura sigue en mi, y constantemente me hacen pruebas para ver cómo es que funciona, y si se puede llegar a usar para curar a los heridos.
Ahora lo puedo controlar, es como una corriente de energía que habita en tu cuerpo, donde tu mente tiene el poder de controlarlo y sentir por donde viaja, pero lo que no sabemos aun es como transmitirlo, solo Rut supo hacerlo.
Mi cuerpo está mucho mejor, a comparación de mi yo de hace un año, el cambio es increíble, los abdominales están más marcados, siento más fuerza en los brazos al igual que mis piernas, ya sé pelear y por fin, puedo armar una carpa como si fuese un rompecabezas de un niño de cinco años.
Sí, he cambiado bastante desde que murió Rut, prácticamente seis meses.
Henry se encarga de alguna manera saber la ubicación de donde se esconden los que capturaron a las personas, dicen que hubo una gran cantidad de muertos, millones y millones de personas fallecieron en esa explosión porque no tuvieron tiempo para huir.
Justin, se encarga de la parte de tecnología del lugar, las instalaciones han avanzando desde su llegada, el oxigeno que recibimos es purificado por unos conductos instalados en cada esquina del cuartel, mil veces he mencionado que el aire ahora es puro y no necesitamos de eso, pero no me creen, vivir ocultos por cuatro años, con la idea de que si respiras el aire del exterior puedes contagiarte del virus, no es fácil hacerlos cambiar de idea.
Terminamos de calentar para empezar con el entrenamiento, nos unimos con los demás al circuito, donde primero debemos correr rodeando unos conos, hacer una voltereta sobre una colchoneta, saltar unas vallas para luego y finalmente trepar un muro de madera con la ayuda de una soga y repetir el circuito.
Los primeros meses desde la muerte de Rut fueron difíciles, no quería ver a nadie, no quería comer ni siquiera podía dormir, vivía en un mundo de oscuridad y soledad donde el único pensamiento que tenia era la gran culpa, me sentía culpable por su muerte y simplemente no pude soportarlo.
Intente varias veces matarme, irme lejos y encontrar algún lobo para que termine con lo que comenzó desde un principio.
Pero me di cuenta que no podía hacerlo, me di cuenta que era ridículo intentar matarme por alguien que amaba. Si. Dolía. Quemaba. Y era horrible. Pero no puedo morirme por ella, solo no quiero vivir sin ella, pero es hora de enfrentar la realidad, la realidad de que ya no se encuentra a mi lado, en que ahora habita en un lugar mejor, tal vez está con sus padres que fueron asesinados cuando ella aun era una niña, donde ahora pueda tocarlos sin tener miedo de lastimarse. Ser simplemente libre.
Y cuando lo entendí empecé a abrirme hacia las personas que se preocupaban por mí, mi madre, Steve, Alisson, Clayton, Katy, Justin y Emma, la ultima especialmente, fue una de las pocas que se acercaba a mi habitación y dejaba una bandeja de comida afuera con la esperanza de que comiera algo.
Por eso, cuando mi corazón pudo curarse un poco y pude salir de mi habitación ella fue la que me esperaba afuera, con una sonrisa, al igual que Steve y mi madre, tratando de meter temas de conversación para poder olvidarme de aquella mujer que se robó mi corazón y al parecer se fue con él.
Los sueños eran seguidos, eran como una película que se repetía una y otra vez, mi mente no podía pensar otra cosa que no fuera ella, por eso empecé a acostarme con Emma, por un momento me olvidé de Rut, pero cada vez que la miraba mi mente la transformaba con la imagen de ella, y me sentía mal, me siento mal aun, porque estoy tratando de engañar mi corazón, obligarlo a olvidar, pero mierd... qué difícil es.
Y aunque me meta en la cabeza la idea de que es hora de olvidarla es como si no hicieran caso, que difícil es dormir cuando la mente no se calla.
La quiero a Emma, por alguna y extraña razón he olvidado su traición, pero... no la veo como algo más.
El enojo me invade y al terminar el circuito nos dicen que hagamos abdominales hasta que nos queme, y así lo hacemos, una, dos, tres, cuatro.... cincuenta y uno, cincuenta y dos..... ciento dos, ciento tres.... y ya perdí la cuenta, Steve sentado a mi lado esperando que en algún momento llegue a cansarme- Amigo, ya me dio hambre- refuta cruzándose de brazos.
-Puedes ir a comer, aun no me quema- subo y bajo, en realidad ya empieza a arder pero aun puedo un poco más.
-No gracias, después Emma me estará preguntando sobre ti- paro mientras me seco el sudor de la frente y asiento con la cabeza- ¡PERFECTO!- me ayuda a levantarme- Ahora vámonos a bañarnos que te aseguro que apestas.
Lo fulmino con la mirada para ir hacia las duchas, el agua fría cae sobre mi piel desnuda haciendo que sienta satisfacción y no querer salir nunca.
Mi cabello ha crecido un poco, pero Steve vuelve a insistir que me queda mejor, nos cambiamos y salimos junto a Clayton hacia el comedor.
Henry me advirtió de que no contara sobre la cura que tengo en mi interior, ya que algunos lo pueden tomar como una oportunidad de salir, no quiere dar falsas esperanzas al pueblo; como él suele llamarlos.
Llegamos a la mesa, Steve toma asiento al lado de su chica, y yo hago lo mismo.
Emma me mira con una sonrisa y un poco de rubor en sus mejillas para luego dejarme un beso en la mejilla.
Lo único que hago es sonreírle de lado para luego empezar a comer.
-Odio estar soltero- suelta Justin cruzándose de brazos- Steve tiene a Alisson, Clayton tiene a Katy y Daniel tiene a Emma, y yo...- mira a su comida- Tengo un plato de avena sin sabor.
Todos soltamos una carcajada, en eso desde la distancia veo a mi madre venir con una cara de querer matarse ahora mismo, con una bandeja en sus manos tomando asiento al lado de Justin.
-¿Qué pasa mamá?- cuestiono al ver su expresión.
-Acaban de venir unos niños con síntomas del virus, tuve una pelea con Henry sobre el hecho de que quería enviarlos al pozo, al parecer esos chicos se encontraban jugando cerca del la puerta y por accidente la abrieron y después de varias horas venian tosiendo, sigo insistiendo de que no es el virus pero ya sabes cómo es Henry, no quiere arriesgarse.
Asiento y una idea pasa por mi cabeza- ¿No puedo ayudar?- eleva la cabeza mirándome directamente.
-¿Seguro?
-Sí, para algo debo servir.
Me mira por un momento y sonríe asintiendo con la cabeza, por eso al terminar de comer junto a mi madre vamos al área de enfermería, entramos en una habitación blanca, hay enfermeras con trajes especiales revisando a los niños con cuidado, un niño de al parecer ocho años y el otro de cinco.
Tienen respiradores y una intravenosa en el brazo, me acerco al que parece menor, su respiración es lenta y su piel blanca, ojeras debajo de sus ojos y sus labios secos, su cabello negro sin brillo.
La imagen de Rut en la misma situación aparece haciéndome cerrar los ojos para poder concentrarme, con cuidado tomo asiento cerca a él, lo miro por un momento y lo hago.
Extiendo mi mano tocando con cuidado su frente, se siente caliente.
Cierro los ojos e inhalando hondo trato de transportar mi energía hacia mi mano, se siente el poder; si es que puedo llamarlo así, una corriente eléctrica viajando de mi mano hacia mis dedos haciendo una leve presión en la frente, y en segundos vuelvo abrir los ojos para separarme y verlo, sus ojos empiezan abrirse lentamente hasta caer sobre mí.
Lo único que hago es sonreírle e ir hacia el otro niño y hacer lo mismo, después de minutos donde la recuperación de los niños está yendo bien puedo salir de esa habitación.
Mi madre sale con unos papeles en las manos y se detiene al frente mío con una sonrisa- Gracias.
-No hay de qué mamá. Sabes que puedo ayudar.
Intento avanzar pero me detiene agarrándome del brazo- ¿Cuánto tiempo más vas a seguir ocultando tus sentimientos?
La miro confundido- No sé de que hablas.
-Sabes de lo que te hablo, no puedes mentirle a tu madre, sé que la extrañas y estas lastimando a esa pobre chica metiéndole en la cabeza que sientes algo por ella.
Sé que habla de Emma, pero no dejo que lo note- No estoy fingiendo nada mamá.
-Di lo que quieras, pero tarde o temprano descubrirás que aunque más que intentes olvidarla con ella no podrás.
-Solo vine a ayudar, no tienes que restregarme en la cara la verdad.
-Sabía que era cierto- me sonríe en forma de victoria, giro los ojos dándole un beso en la frente y alejarme lo más rápido de ahí antes que me siga diciendo mis verdades en la cara.———
Nota de autora: Sin comentariosNo se olviden de votar que me ayudaría mucho.
¡¡¡Besos!!!
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REMEMBER ME (DTM #3) •TERMINADO•
Novela JuvenilAntes de leer este libro ya debiste de haber leído la primera y la segunda para entenderla, puedes buscarlas en mi perfil. El tiempo pasa y lentamente el corazón de Daniel se va recuperando, dejando atrás al amor que le tenia a Rut. Su muerte lo de...