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¿Puedes ver esto?

¿Escuchas cómo el aire sale de su boca?

Qué bueno que no puedes hacer ninguna de estas cosas.

Lo más raro de todo esto es verlo sonreír. ¿Por qué sonríe de esa forma al ver el pequeño cuerpo de su amado en el piso?

— ¿Estás teniendo una pesadilla? — Susurra levemente mientras se acerca a su débil cuerpo. — ¿Soy yo en causante de tus tormentos?

Las llaves de metal daban vueltas en su dedo índice, ni siquiera le importaba que al chocar estas soltaran un agudo sonido.

«No vas a despertar ¿Verdad? Debes estar muy agotado.»

Por primera vez no les buscó un trasfondo a sus palabras, porque ni siquiera se molestó en buscar la razón.

Jimin no lo había hecho. Estaba seguro, de ser así ya lo hubiera dejado, aunque...

«También sé que eres lo suficientemente tonto para hacerlo.»

Se dedicó a esperar todo este tiempo, dejo de golpear y patear la puerta, dejando un silencio tétrico entre ellos.

Esperó paciente el llanto que ya conocía muy bien, sobre todo porque la mayoría de las veces él era el causante.

Esperó, no tenía prisa, Kim Taehyung sabía que apenas Jimin soltara el último sollozo, él podría entrar. Y no se hizo esperar.

Perrie confiaba en él hijo de sus superiores, tenía su apoyo incondicional.

Hasta podría llegar a confirmar que era la fan número uno de aquella relación hermosa que ella solía ver en las mañanas, pero... Eso no le borraba la memoria, o... ¿Si?

«Ah, el silencio de los mal pagados.»

El pequeño Jimin movía algunas partes de su cara como si estuviera teniendo parálisis facial.

Los ojos de Taehyung recorrían cada ángulo de su cara, como si aquello le pareciera tierno y bello.

— Eres hermoso, aún más que tú her- — Calló al instante.

No era tan idiota como para pronunciar aquel nombre prohibido, no en este departamento, no frente a su novio.

Agachándose hasta doblar sus rodillas llega a la altura de Jimin.

Ver su cuerpo desparramado en el piso le daba un poco de gracia, parecía un animal descansando.

— ¿Es tan difícil escapar de mí?

Llevó las llaves a su bolsillo, guardándolas para no fastidiar a él pequeño rubio.

Tomó la espalda de Jimin, inclinándolo hacía adelante para tomar su cuerpo con suavidad, tomándolo con fuerza para cargar el resto de su cuerpo.

Cómo si fuera su noche de recién casados tomó su cuerpo entre sus brazos como novio, dando cortas pisadas para dejar el cuerpo de su novio sobre el colchón con suavidad.

— Tae... — Susurra su nombre entre sueños.

— Sh... Estoy aquí.

Suplicó mentalmente que Jimin no se despertara, no estaba para aguantar una más de sus lloradas incriminatorias.

«Y aún sigues mencionando mi nombre»

— Siempre haces que suene tan lindo cuando sale de tus labios... Aún más que los de él.

«¿Alguna vez han podido compararlos? Eso sería muy injusto.»

«Sabemos quién terminaría perdiendo»

Right Now • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora