Adopción (Primera parte)

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▪︎ Narra Eren ▪︎

- Abróchense los cinturones de seguridad,en breves minutos comenzaremos el descenso.

El pequeño letrero luminoso que tenía a pocos centímetros de mi asiento me alertó que pronto llegaríamos a Tokio.
Me quité los auriculares,apagué la pequeña pantalla que tenía frente a mí y abroché el cinturón de seguridad tal y como había recomendado el piloto a través del altavoz de la cabina del avión.
Veinte días después volvía a casa,
aunque las videoconferencias y mensajes habían sido constantes nada era comparable al estar junto al chico de los delfines y a nuestra bolita peluda Mei. Estos días sin ellos se me habían hecho eternos.

A pesar de mi negativa desde un principio no me quedó otra que callar y aceptar,después de siete años de matrimonio todavía no me atrevía a llevarle la contraria a ese precioso azabache de tez blanca y hermosos ojos grises. Su mal humor no había mejorado un ápice.

-No puedes dejar escapar esta oportunidad -dijo ilusionado y ojos brillosos -Ganarás bastante prestigio si montas esa exposición.

Encogí los hombros y rodé los ojos.

-Eso me da igual,bebé.

-Ey.

Regresé la mirada hasta toparme con ese ceño fruncido que me enamoró un día de verano y que tanto amaba.

-Vas a ir.

-Levi... -musité con desgana -No quiero -protesté e hice un mohín con los labios a modo de enfado.

Enarcó una ceja -No seas infantil,esta oportunidad no se presenta todos los días. Además te pagan bastante bien por ello,deberías estar feliz.

-Y lo estoy -acerqué mi rostro al suyo y acaricié sus labios con la yema de mis dedos -Ya soy feliz y es porque te tengo a ti,no necesito nada más.

-Imbécil -musitó con una sonrisa antes de robarle un tierno beso

-Tks,menuda mierda de beso -mordió mi labio inferior con ganas,gruñí por ello.

Me estremecí al sentir su lengua acariciando la mía,le correspondí con ansias. Nunca me cansaré del dulce sabor de su boca.

Bufé molesto cuando me dejó sin el contacto de sus labios -Esto es un puto beso,imbécil

Sonreímos como dos idiotas enamorados.

-No quiero ir -insistí -Son demasiados días sin vernos. Además,no necesitamos ese dinero -agregué.

-Lo sé -contestó dándome la razón.

Teníamos una posición más que acomodada,su sueldo junto a los ingresos de la tienda nos daba para vivir sobradamente,eso sin contar el dinero extra que sacaba con mis exposiciones. Cada vez los ingresos por ello eran mayores.

-Quiero que tomes ese puto avión y montes la mejor exposición que hayas hecho hasta ahora -ordenó sin derecho a réplica.

Alzó una ceja -¿Entendido?

-Entendido -susurré resignado.

Imposible decirle que no,sinceramente creo que me hubiera costado el matrimonio llevarle la contraria en ese momento.
Así que quince días después de esa conversación tomé un vuelo hacia Nueva York. Tenía reservada una sala en el Museo Metropolitano de Arte,uno de los más importantes del mundo. Mi exposición llevaba por título "Surfing in Bali" o lo que es lo mismo,Surfeando en Bali.

Fotografié cada rincón de esa bella isla en nuestro viaje del año pasado,no faltaron innumerables fotografías de mi Levi cabalgando sobre las olas. Una de ellas como ya era habitual,abriría la exposición.
Con esa costumbre estaba consiguiendo que poco a poco la belleza del chico de los delfines fuera reconocida en distintas ciudades del mundo.

Amor de Verano(Ereri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora