Amor de Verano(Ereri)

Capítulo FINAL / Parte I "Lo que siempre deseé"

Hola!!! Hoy vengo con una noticia,no sé si será buena o mala pero es que me ha sido imposible acabar esta historia en un sólo capítulo,pido disculpas por si esperábais el desenlace :(

Así que el último capítulo lo he dividido en dos partes,como siempre quiero dar las gracias a todas las personitas que estáis leyendo esta historia,a los que comentáis,ya que vuestros comentarios me dan vida y ánimos para seguir escribiendo,un millón de gracias de nuevo 💕💕

Ahora si os dejo con este capítulo,espero que os guste 💖

▪︎

▪︎

▪︎

"La vida es ironía.Se necesita a la tristeza para saber que es la felicidad y a la ausencia para valorar la presencia"

▪︎

▪︎

▪︎

Narra Levi

Sin pedir permiso ese pasado por el que había sufrido durante tanto tiempo regresó a mi vida,sin avisar y de la peor manera que pudo hacerlo.
Creía que junto a mi Eren lo había superado,que todo había quedado atrás como un mal sueño,gracias a su confianza ciega en mis palabras,su apoyo incondicional pero sobre todo a ese amor que día tras día me profesaba.Pero desgraciadamente no era así,todavía me dolía más de lo que yo pensaba,a pesar de que ella había sido la culpable de todo lo que pasó,de soportar su desprecio,su maltrato psicológico durante tanto tiempo,
esa noticia me afectó más de lo que yo nunca hubiera imaginado,intenté disimular como pude la angustia que el saber de su estado de salud me había producido,al igual que la presencia de ese hombre que me había perturbado de tal manera.

-Ha perdido su tiempo en venir hasta aquí,señor.-miré la pequeña tarjeta que aún sostenía entre sus dedos,regresé mi mirada a ese hombre con el que mi madre había compartido gran parte de su vida.-Mi madre murió hace mucho,haga el favor de marcharse,no tiene nada que hacer aquí.-cogi bruscamente la tarjeta la cual llevaba impresa la dirección del hospital,no le dediqué ni una simple mirada,la rompí en varios pedazos dejándolos caer al suelo,

-No hables así,Levi.-miré a Eren arrugando el entrecejo.-A pesar de todo es tu mamá.-le dediqué una mirada de total reproche ante sus palabras,apretó los labios desviando la mirada,no podía creer que él me dijera algo así,él que había sido testigo de mi llanto,de mi dolor,hice una mueca de desagrado con los labios,giré sobre mis talones con los sentimientos atorados en mi garganta.

-Levi por favor,está muy arrepentida.-me detuve en seco al escuchar esas palabras,-Quiere pedirte perdón antes de morir...eres su único hijo...por favor,Levi.- en cierto modo fue gracioso ver como ese tipo me suplicaba,él que durante tantos años había ignorado mi existencia,él que puso a mi madre en la disyuntiva de elegir entre cuidar a su hijo o convertirse en su amante oficial.

Tragué en seco,apreté los labios con fuerza,intentando poder pronunciar alguna palabra,me giré para encontrarme con los brillosos ojos verdes de mi castaño mirándome con ternura,eso me dio la fuerza necesaria para poder responder algo que no sentía.-Demasiado tarde,señor Tybur.-el hombre me miró con tristeza,no me importó,bastante había sufrido yo por su culpa siendo todavía un niño,cuando mi madre me dejaba varios días sólo porque prefería estar con él antes que conmigo,me di media vuelta,encaminé mis pasos hacia mi habitación para entrar en ella dando un sonoro portazo.

Me apoyé sobre la puerta del dormitorio dejándome caer hasta toparme con el suelo,encogí las piernas para aferrarme a mis rodillas con fuerza,podía escuchar como Eren justificaba ante ese hombre mi comportamiento,una oleada de sentimientos encontrados me invadió,lloré de rabia,de coraje,de impotencia pero también de tristeza,tristeza por una madre que
muy en el fondo de mi corazón aún
amaba,cuando lo único que había recibido de ella había sido su desprecio y su indiferencia.
Abrí uno de los cajones de la mesita que había junto a la cama,saqué una fotografía envuelta en un pañuelo de seda rosa,lo acerqué a mi rostro para olerlo,ya no olía a mamá,ese trozo de tela que había robado a hurtadillas de su armario,ese pañuelo con su olor impregnado fue mi consuelo durante esas noches cuando me dejaba sólo.